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Rayco Pulido: "'Lamia' es un thriller inspirado en el consultorio de Elena Francis"

  • El autor vuelve a sorprendernos con una serie negra ambientada en la Barcelona de los años 40
  • Su protagonista es una misteriosa joven embarazada, que trabaja en un consultorio radiofónico

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Fragmento de la portada de 'Lamia'
Fragmento de la portada de 'Lamia'

Rayco Pulido (Telde, Gran Canaria, 1978) es un autor que resume perfectamente la situación actual del cómic español. Un artista sólido y original, alabado por la crítica y nominado a premios (Nela, Astiberri 2013, fue candidata a Mejor Obra Nacional en el Salón del Cómic de Barcelona), pero que no consigue vivir de su trabajo.

El mejor ejemplo es su nueva obra, Lamia (Astiberri), que ha podido terminar gracias a conseguir la beca de novela gráfica en la Maison des Auteurs en Angoulême. Un cómic en el que vuelve a demostrar por qué es uno de los autores imprescindibles del momento.

Pero cuanto menos sepamos de esta historia, Mejor. “Es una trama sencilla, con giros casi desde el principio y algunas sorpresas –asegura Rayco-, así que me temo que durante la promoción voy a parecer un político en campaña, esquivando las preguntas directas. Puedo decir que es una historia ambientada en la Barcelona de los 40, protagonizada por una mujer embarazada y, si tuviera que encasillarla en algún género, lo haría en el negro. Tenemos un detective, un policía y un asesino que se mueven en un ambiente opresivo”.

Viñeta de 'Lamia'
Viñeta de 'Lamia'

Viñeta de 'Lamia'

Un ser mitológico

Pero… ¿Qué significa ese título tan inquietante? “Lamia -nos cuenta Rayco- es una figura de la mitología grecorromana. Antecedente de la vampiresa moderna, era una de tantas amantes humanas de Zeus de la que Hera estaba celosa. Acabó matando a sus hijos y convirtiéndola en un monstruo mitad mujer y mitad serpiente. Las madres griegas la usaban como “hombre del saco” para asustar a los niños. Las lamias son también personajes que aparece en el folklore de diversas culturas: íbera, vasca, búlgara…. Pero yo me quedo con esta grecorromana”.

“Me gustan los títulos de una sola palabra –asegura el dibujante- y aparte del juego que se genera con el nombre de la protagonista, Laia, hay razones de peso para que Lamia sea el título… pero debe ser el lector el que encuentre la conexión con la historia”.

Viñetas de 'Lamia'
Viñetas de 'Lamia'

Viñetas de 'Lamia'

Laia, la protagonista

“Laia –continúa Rayco- tiene 34 años y pese a ser huérfana, ahora tiene todo lo que siempre ha deseado; un marido que la quiere, una buena posición y, aunque se ha hecho esperar, está embarazada. Laia es feliz… o eso parece”.

“Como Nela, mi anterior protagonista (en su celebrada adaptación de Marianela, de Benito Pérez Galdós), es una mujer fuerte. La principal diferencia entre ellas es que Laia tiene más determinación, no se resigna al papel que le reserva el destino” –asegura Rayco-.

“Lo que mueve a Laia (confiesa el dibujante), su motor emocional (conflicto) está inspirado en una sensación y en menor medida, por una entrevista a un personaje real. Vamos con la sensación: tengo 38 años, en los últimos tiempos he visto los efectos que provoca en mis amigos la decisión de ser padres o no. Ya sabes, esa terrible metáfora del "arroz pasado" genera ansiedad. Si hoy la presión social es alta, especialmente hacia la mujer, imagina en los cuarenta, llevar unos años casada y sin hijos era directamente es una tara. Laia está embarazada por primera vez con 34 años”.

“Personaje real: el pegamento de esta historia es la radio y apareció por casualidad cuando la escuchaba –continúa-. Un día topé con una entrevista a Pietat Estany, una señora que había trabajado durante los últimos diez años de “El consultorio…”. Su trabajo consistía en responder a las cartas de las oyentes que no se podían radiar. No se emitían porque no convenía, dibujaban la realidad que el régimen prefería ocultar: violencia, miseria, analfabetismo… su testimonio es escalofriante y habla de indefensión, pero sobre todo, de la soledad de aquellas mujeres, que escribían para desahogarse y pedir consuelo, porque no tenían a quién recurrir”.

Viñetas de 'Lamia'
Viñetas de 'Lamia'

Viñetas de 'Lamia'

¿El consultorio de Elena Francis?

El escenario y la atmósfera siempre son muy importantes en las obras de Rayco, pero en esta ocasión cobran aún más protagonismo. “La trama se encargó de determinar el escenario -confiesa-. Laia trabaja como guionista en el programa de radio de más éxito del momento, “El consultorio de Ana Bosch”, inspirado en el mítico programa “El consultorio de Elena Francis”. Radio Barcelona, (más tarde Cadena Ser) emitió el programa entre 1947-1984 y nace como consultorio de belleza (en realidad era un espacio publicitario patrocinado por un fabricante de cosméticos), aunque las oyentes cambiaron su rumbo pronto. Adelanté un poco la fecha porque tengo alguna idea apuntada para una más que improbable segunda historia de Laia”.

“La radio es un personaje más en esta historia –añade Rayco-, revelar su función es destripar demasiado. Puedo contar que cuando suena en mi tebeo, es real, casi todo son transcripciones literales de fragmentos del programa. Diría que “El Consultorio de Elena Francis” tenía algunas cosas buenas y muchas malas, yo me he centrado en las segundas. Durante casi 40 años moldeó la psique del país, con la conferencia episcopal dictando lo que era ser mujer. Puro adoctrinamiento disfrazado de consultorio-confesionario sentimental; fueron hábiles usando los medios de comunicación masivos. Sobre este tema escribí en mi blog recientemente: nuncatrabajessolo.blogspot.com”.

Viñeta de 'Lamia'
Viñeta de 'Lamia'

Viñeta de 'Lamia'

La mujer en los años 40

La situación de la mujer en esa época (no tan lejana) es otro de los temas que flotan en el cómic: “Creo que todo el mundo se hace una idea –nos comenta Rayco-. El sufragio femenino se consiguió sólo 12 años antes, pero todos los avances de Clara Campoamor y la II República se cortaron con el golpe de estado, la guerra y 40 años de dictadura. Una época oscura en la que la mujer volvía a quedar reducida a madre, monja o puta. La mujer del régimen era católica, conservadora y española (esto afectó especialmente lugares con otras lenguas). El espejo donde mirarse era Carmen Polo y el camino para imitarla era simple: niña obediente, esposa complaciente y madre sacrificada. Las cosas se resolvían de puertas para adentro o en el confesionario y definir la virtud moral era cosa de la iglesia: sumisión, silencio, sacrificio, paciencia, resignación, fe… Tampoco hemos cambiado tanto, mucha corrección política pero por debajo viene el agua turbia”.

“Pero ojo, en Lamia lo importante es la trama, el mecanismo de la historia –puntualiza Rayco-. He intentado a toda costa que no me saliera un panfleto. Había algunos hilos de los que tirar que seguramente mejorarían las ventas y resistir la tentación a veces no es fácil. Con esto quiero decir que analizando el mercado, los premios y la atención mediática, te puedes hacer una idea de lo que funciona. Pero claro, aquí no vale eso de que el cliente siempre tiene la razón, el público a veces se equivoca, la prueba está en las lista de superventas (o audiencia) de cualquier disciplina: literatura, teatro, música, cine, series, cadenas y programas de televisión. Pero claro, si la mayoría piensa distinto, es lógico pensar que el equivocado sea yo”.

Viñetas de 'Lamia'
Viñetas de 'Lamia'

Viñetas de 'Lamia'

Una excelente documentación

Todos esos temas que sitúan y enriquecen la trama principal no serían posibles sin la curiosidad del autor y su interés por documentarse sobre la época que está tratando: “En el proceso de documentación diferenciaría dos fases –asegura-. Cuando estoy empezando a escribir apenas me documento, no me gusta que el exceso de información afecte a esa parte del proceso, ahí me centro en la estructura y la intensidad. Se nota cuando una trama está urdida a partir de hilar documentación, suelen ser planas. En ese primer borrador dejo espacios en blanco, a sabiendas de que ahí va información documentada, que aporta color y ambientación, como los textos de la radio”.

“Sin embargo, para dibujar sí que me documento algo más -confiesa- pero tampoco me preocupa en exceso, con que esté ambientado y los personajes interactúen bien con el espacio, es suficiente para mí. Si el lector se está fijando en si el coche es del año correcto… algo no funciona en tu historia”.

Lápiz y tinta de una portada de 'Lamia'
Lápiz y tinta de una portada de 'Lamia'

Lápiz y tinta de una portada de 'Lamia'

El dibujo

Esa preocupación de Rayco por los detalles también hace que su dibujo evolucione. “Cada proyecto tiene un tratamiento diferente –afirma-, casi siempre tiene que ver con el tono de la historia. No creo en tener un estilo definido, una marca. Me reconozco en la base, la construcción, la línea clara y cerrada, la caricatura…también por el punto kitsch de los tebeos que me marcaron de niño (Perro de Estroncio, Robot Hunter, Víbora y Creepys… y los gráficos del skateboard de finales de los 80)”.

Creo que la base de construcción es más sólida (al menos le dediqué más tiempo) e incorporo más detalles de lo habitual, además de algunas tramas. Por eso el formato es más grande, quería conservar el grosor de la línea del segundo plano y la trama, para que no se convirtiera en ruido visual al reducirlo. Lo más complicado fue el diseño de personajes y luego mantener el equilibrio icónico entre figura y fondo”.

Destaca la poderosa imagen de la portada. “Es la segunda portada que desarrollo a partir de la cara del protagonista –confiesa Rayco-. Ambas caras (Laia y Nela) se parecen en que son diseños simples, pero su función es opuesta. Mientras la historia de Nela requería una protagonista expresiva para interpretar un montón de diálogo intenso y empalizar con el lector, Laia pedía una máscara, simétrica e inexpresiva, habla poco, la fuerza recae en sus actos. Quería que transmitiera una mezcla de fragilidad y frialdad. Ambos personajes también se parecen en que tiene un montón de trabajo y tiempo detrás, lo simple siempre es lo más complejo”.

“La portada –continúa- tiene una composición sencilla, con el brazo que sujeta el reloj fuera de plano, rompiendo la simetría. En definitiva, busco lo que todo el mundo; una imagen impactante que hable del contenido. Aquí uso cuatro elementos de la trama: Laia, reloj, sangre y una carta. En la contraportada añado otro más, la radio en forma de código de barras”.

Portada de 'Lamia'
Portada de 'Lamia'

Portada de 'Lamia'

La beca de Angoulème

Tras varios años suspendida, por la crisis, en 2015 se recuperó la famosa beca de residencia de cuatro meses, para un autor español de novela gráfica en Angoulême, que es la que ha permitido a Rayco realizar esta historia.

“Me llegó en un momento en el que no sabía si podría seguir adelante con el proyecto –confiesa Rayco-. Aquí trabajamos en condiciones muy duras, hay pocos lectores y el porcentaje que se lleva el autor por la venta de cada libro es directamente injusto (8-10% del pvp). Así que la iniciativa de la AC/E, el Instituto francés y La Maison des Auteurs es muy importante, hay que cuidarla y darle el bombo que merece”.

“En términos económicos –continúa- la beca supone trabajar en el mejor entorno con un sueldo de 1000€ euros mensuales (cuatro meses). La cosa es tan triste que he ingresado más dinero con Lamia sin haberlo publicado, que sumando mis cuatro libros anteriores, diez años de doblar la espina en el tablero de dibujo”.

“Pero en términos creativos –añade-, ha sido una experiencia increíble, La Maison tiene una política de puertas abiertas que incentiva la visita a otros talleres. He conocido un montón de autores y métodos de trabajo distintos, pero lo más importante es que me llevo un montón de amigos y por fin he visitado el mítico festival de Angoulème”.

Por último, Rayco nos cuenta cómo es un día cualquiera en la MdA: “Salvo los momentos de visita a otros compañeros, no tenía nada especial. Llevé a Angoulème la parte creativa cerrada, guion, diseño de personajes, el primer boceto (visualización) de todo el libro. Así que sólo me restaba dibujar y eso es como ir a la oficina. De hecho, parecía el bedel, el primero en llegar y de los últimos en salir”.

Viñetas de 'Lamia'
Viñetas de 'Lamia'

Viñetas de 'Lamia'

El futuro

Lamentablemente, la beca se ha terminado y aunque Rayco ha conseguido publicar esta excelente obra, eso no le garantiza el éxito ni su futuro. Le preguntamos por sus planes: “Siento que he cerrado un ciclo creativo, dos libros con guion ajeno, una adaptación literaria, un tebeo experimental y otro académico. Ahora tocaría abrir un ciclo nuevo, centrado en los géneros que me interesan e intentar hacer una comedia, biografía, CF, terror… incluso adaptar material de otro medio que no sea el literario o probar el color. Pero no voy a hacerlo, no me lo puedo permitir”.

Me toca parar e invertir el tiempo en encontrar una actividad que genere ingresos –confiesa-. Esto no quiere decir que no vuelva a dibujar, sino que no lo haré como hasta ahora. Seré específico, dentro del cómic veo tres opciones: trabajar para otro mercado, editar una serie usando el modelo de Panelsyndicate (paga lo que quieras) o volver a publicar aquí pero financiado (a través de un encargo, beca o concurso). El resto pasa por buscarse los garbanzos sin el lápiz”.

“Ojalá me equivoque, Lamia tenga éxito comercial y me obligue a seguir en la brecha. Para no acabar tan de bajón, diré que sigo con ganas y aprendiendo, creo que aún tengo un margen de mejora enorme antes de empezar a repetirme” –concluye Rayco-.

Viñeta de 'Lamia'
Viñeta de 'Lamia'

Viñeta de 'Lamia'