Cientos de personas se manifiestan en Ferraz para apoyar a Pedro Sánchez
- La Policía reabre el tráfico a última hora, tras mantener durante 13 horas un cordón de seguridad
- La concentración se ha dado a lo largo de todo el día en apoyo al líder socialista
Centenares de personas se han concentrado a lo largo de todo el día en los alrededores de la sede del PSOE para apoyar al hasta este sábado secretario general, Pedro Sánchez Las proclamas de apoyo al líder socialistas y los reproches e insultos a Susana Díaz y a los críticos con la ya dimitida Ejecutiva se han sucedido durante todo el día, aunque según ha ido avanzando la jornada se han apaciguado.
La Policía a última hora ha reabierto el tráfico en la madrileña calle Ferraz, trece horas después de cerrarlo por la afluencia de periodistas y manifestantes congregados por la celebración del tenso Comité Federal. A las 23.30 horas, los agentes apostados frente a la sede socialista han ordenado al centenar de manifestantes que permanecían en Ferraz que subieran a las aceras para volver a abrir la calle a los vehículos.
Durante la jornada, los agentes también han mantenido un cordón a la puerta del garaje, por donde salieron algunos líderes como la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, uno de los principales objetivos de los cánticos de los manifestantes. Con la música de la canción "Susanita tiene un ratón" han improvisado algunos otra letra contra la presidenta andaluza: "Susanita quiere un sillón, un sillón en Madrid, sabe que una abstención la manda a Madrid".
Con gritos de "fuera, fuera" protestan también los simpatizantes de Pedro Sánchez, que han aplaudido a algunos de los dirigentes afines al ya exsecretario general, como ha ocurrido con la salida de Meritxell Batet, hasta este sábado miembro de la Ejecutiva.
"Fuera golpistas" han gritado también en Ferraz, hasta donde han ido incluso repartidores de pizza para proveer a los que siguen en la sede tras esta larguísima jornada que comenzó a las nueve de la mañana.
Concentración desde primera hora de la mañana
Ferraz ha comenzado a acoger a los manifestantes, no todos ellos socialistas, sobre las ocho de la mañana, y cerca de las nueve habían ocupado ya casi toda la calle delante del número 70, lo que ha obligado a la Policía a cortar el acceso.
Durante algo más de una hora, un grupo de antidisturbios se ha colocado en la entrada a la sede del PSOE, cuando la mayor parte de los cerca de 300 miembros del Comité Federal ya estaba dentro.
No han vuelto a aparecer hasta las cuatro de la tarde, cuando los miembros del Comité han salido a estirar las piernas aprovechando el enésimo receso de la reunión y los de la protesta, ya descansados y comidos, se han reactivado. Tan caldeado estaba el ambiente que la Policía ha tenido que montar un cordón de seguridad.
Y es que la calle sólo se ha vaciado momentáneamente durante la hora de la comida, cuando los bares y terrazas se han llenado a reventar. O no tanto, porque una inmobiliaria cercana se ha brindado a cocinar una paella para 200 personas. En principio era sólo para periodistas, pero se han colado todos los que han querido.
Simpatizantes de Podemos, IU e incluso del PP
Entre ellos mucho de los manifestantes, que, por cierto, no eran todos tan socialistas como querían hacer ver: entre ellos había jóvenes que portaban pulseras moradas de Podemos, quienes han asegurado a Efe que se han acercado a dar su apoyo a Pedro Sánchez porque es "necesario" para lograr un gobierno alternativo, o Sandra, votante de Izquierda Unida y vecina del barrio, que ha decidido bajar junto a su bandera republicana porque "la izquierda debe estar unida".
También se ha dejado ver por Ferraz el ex alcalde del PP De Campillo de Altobuey (Cuenca) y una señora ha gritado a viva voz "¡Viva el PP!", aunque su grito ha quedado ahogado por los vítores del "no es no".
La tensión ha ido en aumento a lo lago del día, a medida que avanzaba la jornada. Las subidas de tono han afectado hasta a un empleado de la sede socialista, increpado por los manifestantes a su salida, y también ha habido peleas entre los propios asistentes que no se ponían de acuerdo sobre cómo manifestarse.
"¿Ese es bueno o es malo?"
La mayor parte de los que se declaraban militantes o simpatizantes socialistas no sabían diferenciar a los miembros del partido que pertenecen al sector crítico y a los que no. De hecho, no ponían cara a casi nadie.
Así, las identidades de los miembros del Comité Federal que entraban y salían de la sede era un misterio para los manifestantes que, como si se tratara del juego del "¿Quién es quién?", se preguntaban entre ellos: "¿Este es bueno o es malo?".
Sin tiempo a contestar y alguna que otra encogida de hombros, gritaban improperios como "golpista" o "traidor", tanto a los críticos como a los afines a Sánchez.
Por ejemplo, el aragonés Simón Casas ha sufrido el hostigamiento de un grupúsculo durante unos 50 metros, hasta llegar a una cafetería.
"No sé quiénes son cada uno", ha admitido a Efe Lourdes, una extremeña de 65 años que ha acudido hoy a Madrid para apoyar a Sánchez, si bien ha insistido en quitar hierro a su ignorancia.
"Quien esté de acuerdo conmigo no se molestará y los que sean de los críticos se molestarán, que de eso es de lo que se trata", ha recalcado.
Lourdes no ha sido la única; otros simpatizantes, que se han entremezclado con los periodistas, han calentado los ánimos exigiendo la comparecencia de Pedro Sánchez y se mostraban "decepcionados" ante la falta de actuación y diálogo por parte del partido.