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Prisión para los tres presuntos yihadistas detenidos en la operación conjunta de España, Alemania y Bélgica

  • Los supuestos terroristas fueron detenidos el miércoles en Barcelona y Melilla
  • Difundían el radicalismo del Estado Islámico a través de varios canales de internet
  • Fue arrestada otra persona en Wuppertal (Alemania) y una más en Bruselas

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Agentes de Policía trasladan parte del material intervenido tras la detención de uno de los presuntos yihadistas en Melilla.
Agentes de Policía trasladan parte del material intervenido tras la detención de uno de los presuntos yihadistas en Melilla.

El juez de la Audiencia Nacional José de la Mata ha enviado a prisión a los tres presuntos yihadistas detenidos el pasado miércoles en Barcelona y Melilla en una operación conjunta con Alemania y Bélgica llevada a cabo por fuerzas de seguridad de los tres países contra esta célula.

Según han informado fuentes jurídicas, los tres han sido trasladados este viernes a la Audiencia Nacional, donde han prestado declaración ante el juez de instrucción, que ha decidido mandarlos a prisión provisional.

Según las investigaciones de esta causa, que está bajo secreto, los tres detenidos en España y otros dos más arrestados en Alemania y Bélgica difundían el radicalismo del Estado Islámico a través de varios canales de internet en español. De hecho, cuatro de los cinco detenidos son de nacionalidad española y el quinto, marroquí.

En España fueron detenidas tres personas -dos en Barcelona y una en Melilla-, otra en Wuppertal (Alemania) y una más en Bruselas. Los cinco formaban, según Interior, "una célula con una estructura perfectamente organizada, que siguiendo los dictados de la organización terrorista DAESH, actuaban a través de distintos canales de Internet".

El grupo trataba de "incitar a la comisión de atentados"

Sus actividades confluían en la página de Facebook "Islam en español", que administraban los arrestados en Alemania y Bélgica, que contaba con 32.500 seguidores, la mayoría de ellos de habla hispana, y que tenía, según Interior, un ritmo de crecimiento "vertiginoso", sumando 500 seguidores a la semana.

La célula adaptaba su estrategia a un sector de población joven, musulmana y originaria mayoritariamente del Magreb, que utiliza en sus comunicaciones virtuales casi en exclusividad, el idioma español. Según la investigación, este grupo trataba de "incitar a la comisión de atentados terroristas".

Además, trataban de poner en práctica "de forma consciente la táctica de guerra conocida como terror informativo", que consiste en la difusión de vídeos "de una crueldad extrema", en los que se ensalzan las acciones terroristas y los actos de martirio, se propagan mensajes de odio y se publican amenazas, con el objetivo de aterrorizar a la sociedad occidental creando una sensación permanente de inseguridad.

También se dedicaban a localizar y seleccionar "elementos radicales para proceder a su adecuado adoctrinamiento y captación como colaboradores", a proporcionar los contactos necesarios a los captados como futuros combatientes del Estado Islámico que les facilitarían el traslado a los territorios controlados por la organización terrorista.