Sonia Rykiel, el desfile más emotivo
- Es el primer desfile tras la muerte de la diseñadora
- Hermès pierde carácter con una colección simple y fácil de olvidar
- Giambattista Valli declina la sensualidad de la moda lencera
- Stella McCartney lidera la revolución de la moda ecológica
Trece modelos con bodies negros han salido a la pasarela. En cada uno de ellos habia una letra de color y cuando todas se han puesto en línea, frente al público, se podía leer ‘Rykiel Forever’. Era de esperar.
Sonia Rykiel falleció el 25 de agosto de 2016. Esta intelectual de la moda dejó dolor en el mundo de la cultura francesa y hoy todos se han acordado de ella. Llevaba muchos años ( desde principios de los 90) alejada de las pasarelas pero su imagen, un icono de moda y estilo, estaban siempre en la mente de todos.
Julie de Libran, directora creativa de la casa desde 2014,intenta sin embargo no caer en nostalgias y ha elaborado una colección muy femenina, aunque curiosamente ha utilizado para ello muchos elementos masculinos.
Destacan las casacas con escote tipo corsario, con cordones, en tamaño gigante, que se llevan con pantalones anchos, muy anchos. Esta silueta se repite en la colección, superponiendo vestidos a pantalones y utilizando camisas de chico para hacer veraniegos vestidos blancos que se despegan del cuerpo.
No han faltado las famosas rayas de la casa; en vertical, como un código de barras, y en horizontal, como le gustaban a Sonia, siempre teñidas de naranjas, amarillos, rojos y verdes.
Tampoco se ha olvidado de las prendas en punto, el punto fuerte de la casa, que se enmarcan en una estética soft, con colores de la naturaleza y formas orgánicas. Lo mismo que otras prendas de la colección, de patrón muy cómodo y estilo safari, de un tono urbano y tranquilo, casi como ha hecho Stella McCartney.
Para el final se han dejado vestidos y pantalones todavía más grandes (XXXL), en negro, plata suave o decorados con jardines nocturnos. Y el broche del desfile lo han vuelto a poner las modelos que han formado el carrusel bajo una lluvia de escamas plateadas. ¡No ha habido espacio para la tristeza, sí para la celebración!
Hermès es una de las grandes casas de moda y es esmera por mantener un nivel alto en sus propuestas con tejidos nobles y texturas de lujo accesible, fácil de llevar. La casa, que parece querer abrazar la corriente minimalista de los 90 que pronto recorrerá las pasarelas y la calle, se esmera con prendas de corte sencillo y colores no-color.
Destacan, sin embargo, los vestidos en colores alegres, como el rosa, y las prendas de piel con flecos, que se alejan del estilo texano para adoptar un toque chic y elegante.Lo más llamativo ha sido el empeño por marcar, con ansia, la cintura, como hacía la sufrida Mammy con Escarlata O´Hara.
La moda lencera va unida a la revolución sexual, a la libertad de expresión de la mujer y a su liberación. En los años 20 los vestidos de noche eran de raso de seda, tejidos que poco antes se reservaba para la ropa íntima.
Chanel hizo sublimes los tules, encajes y las puntillas pero hubo que esperar décadas y quemar muchos sujetadores hasta que Madonna hiciera de la ropa interior una eterna fuente de inspiración.
Giambattista Valli basa su propuesta en la lencería y no duda en utilizar piezas íntimas para realizar vestidos, o bien para superponerlas sobre otras prendas. Las camisas juegan a desabrocharse para mostrar, con orgullo, lo que llevan debajo y el italiano se vale de todo tipo de texturas transparentes para velar e insinuar los sujetadores, convertidos ahora en prendas de lujo.
Sus diseños están a años luz del descaro de las de Gaultier o Dolce&Gabanna, que tanto ha lucido Madonna, pero tienen una sensualidad contenida que hace que resulten encantadoras.
Valli, que es muy cursi, no se olvida de sus vestidos y abrigos de flores, aunque ahora rebaja los bordados y las aplicaciones intentando mostrar una colección más comedida pero sin llegar al minimalismo que se avecina.