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Rato alega que las tarjetas opacas eran "un incentivo perfectamente legal" en Caja Madrid

  • Sánchez Barcoj le entregó una tarjeta para uso personal y otra de representación
  • Aduce que si se declaraba como "gasto deducible" no podía ser irregular
  • Rato contradice a Verdú y sostiene que este "no rechazó la tarjeta"

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Rato defiende que el sistema de tarjetas de Caja Madrid era legal

El exvicepresidente económico y expresidente de Bankia, Rodrigo Rato, ha explicado que las tarjetas opacas de Caja Madrid que investiga la Audiencia Nacional constituían "un incentivo perfectamente legal", equiparable a los que se veían en el resto del sector.

Rato ha comenzado a responder a las preguntas del fiscal Anticorrupción, Alejandro Luzón, al que ha asegurado que al día siguiente de acceder al cargo, el entonces director general Ildefonso Sánchez Barcoj le entregó una tarjeta para uso personal y con carácter remuneratorio, y otra para gastos de representación.

En aquel momento, entendió que se trataba de una forma de pago para los órganos de gobierno y para el comité de dirección. Y es que, según Rato, las cajas que dieron lugar a Bankia eran muy pequeñas y casi todas tenían dietas por asistencia, pero Caja Madrid tenía unas condiciones distintas para los directivos al tratarse de la cuarta entidad de España.

Dichas tarjetas, ha explicado, tenían un límite anual fijado antes de su llegada a Caja Madrid, limite que él nunca modificó y que no recuerda si gastó íntegramente. Rato solo ha contestado a las preguntas de su abogado y del fiscal, pero no a las de las otras acusaciones.

"Gasto deducible"

Rato ha argumentado que Bankia siguió declarando el importe desembolsado con las tarjetas opacas como "gasto deducible" por lo que si la entidad considera que le sirve para desgravar a Hacienda sostiene que "no puede ser un gasto irregular".

Preguntado por el fiscal acerca del límite mensual de 12.000 euros de disponibilidad de la tarjeta, Rato ha asegurado que él no fijó ese tope pero no ha querido aclarar quién tomó la decisión en Bankia.

El que fuera director gerente del FMI ha asegurado que ha conocido más detalles sobre las tarjetas durante la fase de instrucción, y ha eludido dar su opinión sobre algo que "no me parece ni bien ni mal el sistema, ni podría afirmar que se trató de la única entidad en España en aplicarlo".

Amparo legal

Rato ha sido interrogado por espacio de unas dos horas en el juicio que la Sección Cuarta de la Audiencia Nacional lleva celebrando desde la semana pasada a 65 exdirectivos de Caja Madrid y Bankia por el cobro de 15,5 millones de euros mediante las tarjetas.

En este sentido, Rato, que personalmente gastó 99.054 euros con las tarjetas entre febrero de 2010 y mayo de 2012, considera que este sistema de pago a directivos por el que está sentado en el banquillo estaba amparado en la ley de 2003 que regulaba el funcionamiento de las cajas de ahorros para toda España.

Además, el exresponsable de Caja Madrid se refirió a que esta entidad tenía un Comité de Retribuciones desde 2004, que era el encargado de fijar los incentivos para los altos cargos de la entidad, asunto que evaluaban "de manera periódica".

Por lo que respecta a la cuestión de quien entregaba las tarjetas, Rato ha explicado que los miembros de los órganos de gobierno "creo que las entregaba el secretario general; a mí, el director financiero; y a los miembros del comité de dirección, el presidente anterior".

Antes de 2003, estaban englobadas como un incentivo establecido por la comisión de retribuciones, y él "personalmente" no le preguntó a nadie por este paquete retributivo, ni tampoco "ningún miembro del consejo o de la comisión de retribuciones me planteó ningún problema".

Rato dice que Verdú "no rechazó la tarjeta"

Rato ha asegurado ante el tribunal que el exconsejero delgado de Bankia Francisco Verdú, que nunca hizo uso de su tarjeta opaca, jamás le puso reparo alguno ni le comentó que el sistema de estas tarjetas no fuera el adecuado. De haberlo hecho, "podríamos haber tenido un debate, una reflexión".

El número uno de Bankia ha insistido en que Verdú "aceptó la tarjeta, la cogió aunque no la utilizó" (algo que el interesado niega), pero en cualquier caso "la aceptó, y si la hubiera rechazado yo lo hubiera sabido".

Rato ha señalado que no le da importancia el hecho de que alguien la hubiera utilizado o no, ya que se trataba de una manera de contar con mayor liquidez y "nadie estaba tratando de incumplir la ley". Ha aclarado que él no dio en ningún momento instrucción alguna sobre la cancelación de las tarjetas.

"Yo no di instrucciones de cancelar nada y no se por qué se canceló la de Verdú y la de Barcoj (entonces director general Ildefonso Sánchez Barcoj) el día de mi marcha", ya que ambos siguieron en la entidad con posterioridad -el primero hasta el 16 de mayo, y el segundo hasta el 4 de julio-. Por su parte, Sánchez Barcoj ha afirmado que las tarjeras se cancelaron por decisión de Rato que tenía la capacidad de hacerlo.

Informe de remuneraciones

En las postrimerías de su intervención, el fiscal, que pide cuatro años y medio de cárcel para Rato, ha puesto énfasis en el último informe de remuneraciones de Caja Madrid que nunca llegó a aprobarse ni fue a la Asamblea General, y le ha preguntado que si las tarjetas "eran tan conocidas" por todos, cómo no figuraban en este documento.

El expresidente de la entidad, que ha dicho no conocer este papel, ha reiterado que la responsabilidad recaía en la secretaría general, la cual incorporaba además el área de fiscalidad, encargada de inspeccionar "de forma repetida" estos gastos.

"Nunca, le di ninguna instrucción sobre estas tarjetas a ninguno de los dos secretarios generales que tuve (Enrique de la Torre e Ignacio de Navasqüés) ya que me pareció que sus informes eran exactos", ha señalado Rato.

El fiscal le ha afeado que se ampare en la responsabilidad de las personas que prepararon estos documentos y no en la del consejo de administración, que debió revisar el contenido de éstos antes de proceder a su aprobación.