El Gobierno británico planea endurecer la contratación de extranjeros para limitar la inmigración
- Quiere obligar a las empresas a declarar el número de empleados extranjeros
- Endurecerá la concesión de visados a estudiantes
- Patronal y oposición critican las medidas y el tono del congreso conservador
El Gobierno británico planea reducir la inmigración endureciendo la contratación de trabajadores extranjeros con una serie de medidas legislativas que ha comenzado a desvelar.
Una de estas medidas será exigir a las empresas que declaren cuántos extranjeros tienen en plantilla, a fin de promover la contratación de personal nativo.
Además, podría endurecer la concesión de visados a estudiantes extranjeros que tienen más facilidad para encontrar empleo en el Reino Unido después de haber realizado sus estudios en el país.
Así lo anunció este martes la ministra de Interior, Amber Rudd, durante el congreso anual del Partido Conservador, que se celebra en Birmingham.
"Sólo reduciendo los números a un nivel sostenible - dijo Rudd - podemos cambiar la ola de opinión pública para que de nuevo la inmigración sea algo a lo que todos podamos dar la bienvenida".
El Ejecutivo espera reducir anualmente la migración neta de 327.000 a menos de 100.000 personas.
La primera ministra británica, Theresa May, ya había advertido que el resultado del referéndum sobre la permanencia en la Unión Europea, que se saldó con la victoria del Brexit, era una señal de que la inmigración debía ser limitada.
Trabajo para los británicos
El objetivo de las medidas, según Rudd, es "evitar que los inmigrantes obtengan empleos que pueden desempeñar trabajadores británicos".
El actual procedimiento exige a las empresas anunciar sus vacantes en el Reino Unido durante 28 días antes de buscar personal fuera de la UE.
Pero, según Rudd, las empresas se "salen con la suya" y no forman suficientemente a los trabajadores locales.
De acuerdo con sus planes, las empresas tendrá que demostrar que "la gente que viene está cubriendo huecos en el mercado laboral, no quedándose con trabajos que los británicos pueden hacer".
Críticas de la patronal y los laboristas
El anuncio ha provocado las críticas del sector empresarial y de partidos de la oposición.
Adam Marshall, presidente de la Cámara de Comercio británica, ha alegado que las empresas ya hacen lo suficiente para contratar mano de obra autóctona.
El vice director general de la asociación patronal CBI, Josh Hardie, se ha quejado de que estas limitacines pueden dañar el comercio internacional.
"En un momento en que necesitamos fuertes lazos a nivel global para tener nuevas oportunidades tras el referéndum, es vital que se vea que estamos abiertos a los mejores y más brillantes", ha dicho Hardie, en declaraciones recogidas por Reuters.
Por su parte, el portavoz de Interior del Partido Laborista, Andy Burnham, considera la propuesta "divisoria y discriminatoria" y ha advertido que podría generar "una verdadera hostilidad en los lugares de trabajo y en las comunidades".
"Si el Gobierno sigue adelante con esta legislación en esta área, se enfrentará a la madre de todas las batallas", ha advertido el político laborista. Burnham cree que el tono del congreso tory está siendo "cada vez más xenófobo".
Otros líderes políticos, como la ministra principal de Escocia, la nacionalista Nicola Sturgeon, han calificado de "tóxico" el enfoque tory hacia la inmigración.