Los vicepresidentes Kaine y Pence demuestran que las ideas y propuestas se permiten en un debate
- Los 'segundos' de Clinton y Trump se enfrentan en un cara a cara con más profundidad y argumentos
- Kaine rescata la confesión de Trump de haberse beneficiado de las leyes fiscales
- Pence culpa de la situación en Siria a Clinton y le achaca falta de "liderazgo"
- La inmigración, el ejército y el aborto distancian también a los candidatos
- Especial elecciones presidenciales en Estados Unidos
Los candidatos a vicepresidente del Partido Demócrata, Tim Kaine, y del Partido Republicano, Mike Pence, han mantenido un interesante debate este martes en la Universidad de Longwood, en el que han dejado de lado los insultos y acusaciones de sus respectivos 'superiores' para centrarse en la propuesta de ideas y medidas de cara a un futuro gobierno de los Estados Unidos. El demócrata Kaine ha estado más contundente aunque ha interrumpido en demasiadas ocasiones a su rival, mientras que el conservador Pence se ha mantenido más cauto que Trumppero en algunos momentos le ha costado defender ciertas afirmaciones del magnate.
El primer tema a debatir tiene su origen en una noticia muy reciente. Este domingo, Donald Trump reconoció haberse beneficiado de las "injustas" leyes fiscales estadounidenses, afirmación que levantó mucho revuelo en la sociedad americana. Por eso, el primer golpe asestado por el segundo de Clinton, Tim Kaine, hacia su adversario ha sido recordarle el asunto de los impuestos, comentando que el empresario "siempre piensa en sí mismo". Además, el demócrata ha indicado que "Trump quiere bajar los impuestos porque le beneficiaría a él", mientras que Clinton pretende, entre otras cosas, "igualar el sueldo de las mujeres y de los hombres" o "aumentar los impuestos a los ricos".
Para Pence, la afirmación de Trump sobre su aprovechamiento de las leyes fiscales se basa en que el magnate es "un hombre de negocios", que durante las difícil crisis económica simplemente usó las leyes que existían, con los que consiguió "numerosos empleos".
Ley y orden vs colaboración
Otro de los asuntos candentes en la sociedad estadounidense en las últimas fechas es el de la violencia policial que ha conllevado la muerte de varios afroamericanos durante los últimos meses. Ante lo cual, Pence ha incidido en el concepto de 'ley y orden' que ya comentó Donald Trump en el último debate ante Hillary Clinton. Para el candidato a vicepresidente por los republicanos, el papel de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado es fundamental y pone de ejemplo a su tío al que siempre ha "admirado" por su trabajo como policía.
Kaine, por su parte, ha incidido en la búsqueda de la colaboración entre la policía y las comunidades más afectadas por la violencia policial que pretende Clinton. Para el candidato a vicepresidente, Trump pretende todo lo contrario, polarizar y dividir a los ciudadanos estadounidense con respecto a aquellos que deben defenderlos, la policía.
Cómo no, la inmigración ha tenido también su lugar en el debate entre vicepresidentes. Las afirmaciones sobre los mexicanos ("criminales y violadores") de Trump han vuelto a ser sacadas a relucir por Kaine, para calificar al candidato republicano como racista. Del magnate también ha dicho que pretende deportar a 16 millones de inmigrantes que se encuentran en estos momentos en EE.UU. sin papeles, independientemente de si han realizado algún acto delictivo. En respuesta, Kaine ha afirmado que Clinton pretende realizar una reforma migratoria para regularizar la situación de muchos de estos inmigrantes y con ellos así controlar que contribuyan a la sociedad con sus impuestos de igual manera que el resto.
La propuesta de Pence es radicalmente diferente. Para el candidato a vicepresidente, el gobierno de Trump recuperaría el "control del país" y de sus fronteras. "Mucha gente viene a nuestro país ilegalmente y comete delitos que afectan gravemente a nuestros ciudadanos, por lo que hay que evitar totalmente que esta gente pueda entrar", ha afirmado Pence.
Siria, Putin y los liderazgos
Ya fuera de la política nacional, las dos propuestas de posicionamiento con respecto a los conflictos internacionales han quedado muy patentes en este cara a cara. Kaine ha recordado los logros de Clinton como miembro del gobierno de Obama, como la muerte de Bin Laden o el acuerdo nuclear con Irán, y ha asegurado que al igual que se hizo con el líder de la organización terrorista Al Qaeda, Clinton podrá hacerlo con Al-Baghdadi, líder del autodenominado Estados Islámico.
Para Pence, sin embargo, la postura de Clinton durante los últimos conflictos está siendo demasiado benévola y le culpa, igual que hiciera Trump en muchas ocasiones, de haber causado la situación en la que se encuentra Siria actualmente. La solución de Trump pasaría por invertir más en las fuerzas armadas e involucrarse más en los conflictos existentes en la actualidad. "Tenemos la armada más pequeña que hemos tenido desde hace muchos años", ha afirmado Pence.
Hace apenas dos días, Estados Unidos rompió las relaciones bilaterales que mantenía con Rusia para abordar el alto el fuego en Siria y su posible colaboración de cara a enfrentarse al Estados Islámico. Situación compleja a la que se enfrenta el gobierno de Obama en su relación con Moscú, algo que, según Mike Pence, se debe a la fragilidad y falta de liderazgo que tiene el actual presidente de EE.UU. y que tendría Hillary Clinton. Para el candidato republicano, Trump no recibiría el mismo trato por la "fortaleza" que tiene.
Aprovechando tal afirmación, Kaine ha recordado que, hace unos meses, Trump calificó a Putin como un "gran líder". "Hay que saber diferenciar entre liderazgo y dictadura", ha recalcado el demócrata, que tampoco ha dejado pasar el momento para comentar los rumores que apuntan a que Trump tenga negocios en Rusia y de ahí sus alabanzas al presidente ruso.
El aborto, asunto independiente a las creencias
Por último, otro de los temas estrella, que sin embargo, ha quedado relegado a un segundo plano en las últimas semanas: el aborto. Dos hombres creyentes como Kaine y Pence mantienen, sin embargo, dos posturas totalmente contrarias al respecto. Para el republicano, el derecho a la vida es algo innegociable y se dice estar "muy orgulloso" por pertenecer a la candidatura de alguien 'pro-vida' como Trump.
Kaine, por su parte, deja entrever que, personalmente, no está muy a favor del aborto, pero que en este tema se trata de una decisión política, no religiosa. Por eso, dice, no se puede negar el "derecho a todas las mujeres a que decidan por sí mismas" en su embarazo.
Sin duda un cara a cara con más argumentos y profundidad que el mantenido el pasado 26 de septiembre entre los candidatos a la presidencia Hillary Clinton y Donald Trump. Quizás un debate como los de antes, con propuestas y medidas, lejos del fanatismo vivido en esta campaña.