Los policías niegan haber recibido regalos a cambio de favores a la red de Gao Ping
- Algunos se quejan de que el informe de Asuntos Internos "es un copia y pega"
- El empresario chino presunto colaborador de Gao Ping niega conocerle
- Los acusados justifican su valor como informante sobre la comunidad china
Seis policías han negado en el juicio haber ayudado a la red china de blanqueo liderada por Gao Ping a cambio de regalos y han manifestado que tuvieron relación con el empresario chino Y.W.L porque tenían interés policial en la información que manejaba y, en algunos casos, por amistad.
La Audiencia Nacional ha reanudado este jueves la vista de la parte del caso Emperador en el que son juzgados ocho procesados, entre ellos los policías acusados de dar información confidencia a la citada red.
Los agentes, cinco de ellos policías nacionales y uno Local de Fuenlabrada, están acusados de delitos de revelación de secretos, cohecho y tráfico de influencias y se enfrentan a penas de entre uno y nueve años de cárcel. Se les atribuye una presunta colaboración al proporcionar información confidencial o por inspeccionar locales de la competencia de Ping a cambio de jamones, entradas de fútbol, cajas de vino o incluso un vuelo en clase business desde Pekín hasta Madrid.
Regalaba entradas de fútbol por "amistad"
Y.W.L., alias Miguel El Calvo, considerado por los investigadores colaborador de Gao Ping, ha asegurado que no ha tenido relación alguna con él y ha negado haber hecho a los demás acusados regalos a cambio de información confidencial y de trámites, para apostillar: "Todo lo que acusa el fiscal es falso".
El empresario chino ha negado haber efectuado regalos a los agentes y ha explicado que él entregaba entradas de fútbol que le sobraban por "amistad".
Además ha explicado que un Juzgado de Madrid investiga la denuncia que ha presentado a raíz de que una mujer, que le aseguró ser del Centro Nacional de Inteligencia y amiga del fiscal, le dijo que si declaraba en contra de los demás acusados quedaría fuera del juicio y que si no lo hacía no le dejarían viajar fuera de España.
Persona con interés policial como informante
Uno de los acusados, Ángel Luis Olmedo Ovejero, era en el momento de los hechos -entre 2011 y 2012- comisario jefe de la Brigada Provincial de Extranjería, y se enfrenta a una petición del fiscal de tres años de prisión.
Ha manifestado que Y.W.L. era una persona con interés policial como colaborador por la información que tenía de la comunidad china sobre todo del polígono Cobo Calleja de Fuenlabrada (Madrid).
Ha añadido que Y.W.L le llamó para decirle que iba a ir a las dependencias policiales porque tenía que tramitar la renovación de la tarjeta de residencia de una cuñada suya pero que no se le dio ningún trato de favor ni información confidencial ya que al final la resolución es de la Delegación del Gobierno en Madrid y no hubo irregularidad alguna por su parte.
Fútbol y cañas con el exjefe de la Brigada de Extranjería
Olmedo ha reconocido haber asistido a "diferentes" palcos del estadio Santiago Bernabéu con Y.W.L y ha apostillado que asistió porque era "conveniente" mantener una buena relación con él debido a su condición de colaborador de la Policía. Aún así, ha destacado que las invitaciones nunca fueron aceptadas de antemano sin preguntar a su jefe.
"Estas cosas me solían salir caras, porque las cañas -posteriores al partido, ha señalado- las solía pagar yo", ha añadido y explicado que su relación se estrechó a raíz de estos partidos "Es fácil hacerse amigo de Y.W.L., es simpático, amable, buena persona", ha destacado.
El acusado Manuel Patricio Rodríguez San Román, que fue comisario de Puente de Vallecas en Madrid y que se enfrenta a cinco años de cárcel, ha recordado que tenía una relación de amistad con Y.W.L, y que le informó del estado de una investigación de unas amenazas que había recibido porque tenía derecho a ello como denunciante, y ha negado que recibiera regalo alguno.
Quejas por los informes de Asuntos Internos
Por otra parte, el inspector Federico Sánchez Frutos, uno de los acusados al que la Fiscalía califica como el "más íntimamente" ligado a Gao Ping, ha escenificado algún que otro rifirrafe con el fiscal José Grinda, al que ha corregido en varias ocasiones.
Ha explicado que recogió en su acusación algunos errores como que, tras dejar la Policía, trabajó en el Ministerio de Agricultura, cuando en realidad era en el de Educación, o que su mujer no es la que aparece en los informes, por lo que le ha tachado de hacer "copia y pega".
El agente municipal de Fuenlabrada ha sido otro de los que han manifestado sus quejas sobre los errores que contiene el informe de Asuntos Internos de la Policía. Ha recalcado que a él le tenía que haber investigado la policía judicial y no este departamento, porque él es un funcionario de la policía municipal, pero no trabaja para ellos.