Samsung eleva a 4.900 millones de euros el impacto de la retirada del Galaxy Note 7
- Asegura que introducirá "cambios significativos" en sus procesos de calidad
- Comenzó a vender el teléfono el pasado 19 de agosto
Samsung Electronics ha revisado por segunda vez en menos de una semana sus previsiones después de suspender de forma definitiva la producción y venta del Galaxy Note7 y elevando a 6,1 billones de wones (4.900 millones de euros) el impacto negativo de esta decisión en sus resultados.
En un nuevo comunicado publicado este viernes, Samsung advierte de que espera un impacto negativo adicional de unos 3,5 billones de wones (2.800 millones de euros) entre el cuarto trimestre de 2016 y el primer trimestre de 2017 como consecuencia de la interrupción de las ventas de este dispositivo.
El fabricante tecnológico surcoreano calcula que el impacto será de unos 2,5 billones de wones (2.000 millones de euros) para el cuarto trimestre de este año (octubre-diciembre) y de en torno a un billón de wones (800 millones de euros) entre enero y marzo de 2017.
"En el futuro, Samsung Electronics planea normalizar su negocio de móviles mediante la expansión de las ventas de modelos emblemáticos como el Galaxy S7 y el Galaxy S7 edge", apuntó la multinacional.
Caída de beneficios
El miércoles la compañía ya anunció una drástica revisión a la baja de su previsión de beneficio operativo para el trimestre de julio a septiembre -cuyos resultados se presentarán a final de mes- desde una expectativa de crecimiento del 5,5% a una caída interanual del 29,63%.
El pasado martes, Samsung ya había advertido al mercado de que sus cuentas del tercer trimestre de 2016 se verían afectadas negativamente por este problema, rebajando su previsión de beneficio operativo a 5,2 billones de wones (4.170 millones de euros) en el tercer trimestre del año, frente a los 7,8 billones de wones (6.255 millones de euros) que recogía su última previsión publicado el pasado 7 de octubre.
Por otro lado, el fabricante surcoreano anticipó que sus ventas sumaron en el tercer trimestre de su ejercicio un total de 47 billones de wones (37.695 millones de euros) en vez de los 49 billones de wones (39.303 millones de euros) que esperaba anteriormente.
Samsung anunció también su decisión de congelar las ventas de su phablet de alta gama y de cesar definitivamente la producción del dispositivo ante el peligro de igniciones espontáneas provocadas por baterías defectuosas.
El conglomerado surcoreano comenzó a vender el teléfono el pasado 19 de agosto, pero a principios de septiembre anunció una retirada sin precedentes tras informarse de más de una treintena de casos de combustiones en algunos terminales en diversos países.
A la llamada a revisión que afectó a unos 2,5 millones de teléfonos, le siguió a mediados de septiembre la entrega de reemplazos que, no obstante, siguieron sufriendo sobrecalentamiento de las baterías, lo que llevó a la compañía a retirar el producto.