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El juez Castro procesa a Jaume Matas por el proyecto de la Ópera

  • En otra pieza del Palma Arena, le acusan de prevaricación y tráfico de influencias
  • Se le acusa de contratar a dedo a Calatrava por 1,2 millones de euros
  • El fiscal pide un año y tres meses de prisión y diez años de inhabilitación

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El expresidente balear Jaume Matas, a su llegada a la sede donde se juzga el caso Nóos.
El expresidente balear Jaume Matas, a su llegada a la sede donde se juzga el caso Nóos.

El juez de Instrucción número 3 de Palma, José Castro, ha abierto juicio oral al expresidente del Govern balear Jaume Matas por prevaricación y tráfico de influencias en el caso Ópera, después de que la Fiscalía haya formulado acusación contra él y la Abogacía de la comunidad se haya adherido a ella, por la contratación a dedo, por 1,2 millones de euros públicos, del arquitecto valenciano Santiago Calatrava para la elaboración de un anteproyecto de ópera que nunca llegó a ser construida..

En un auto dictado este lunes, Castro ha abierto juicio oral contra Matas como único acusado por la pieza número 3 del llamado caso Palma Arena, por la contratación de un anteproyecto para construir una infraestructura de artes escénicas.

El fiscal Anticorrupción Pedro Horrach presentó el pasado viernes su escrito de acusación en esta causa, pidiendo un año y tres meses de prisión para Matas por contratar de forma arbitraria en abril de 2007 al arquitecto Santiago Calatrava un anteproyecto para construir un palacio de la ópera en la bahía de Palma que no se llevó a cabo.

Lo acusa de tráfico de influencias y prevaricación y, además de la pena de prisión, pide para él una multa de 120.000 euros por el primer delito y a diez años de inhabilitación para cargo público por el segundo, y que pague 120.000 euros de responsabilidad civil a la comunidad autónoma de Baleares.

La Abogacía de la comunidad autónoma de Baleares pidió a finales de septiembre el archivo provisional de esta pieza. El Govern instó sin embargo a la Abogacía a que estudiara volver a personarse como acusación contra el expresidente y el viernes pasado los letrados presentaron un escrito adhiriéndose a la acusación de Fiscalía.

El fiscal solicitaba así que el exdirigente del PP se siente de nuevo en el banquillo de los acusados al igual que ya lo hizo recientemente en otras dos piezas del caso Palma Arena, por cada una de las cuales reclama dos años de cárcel para el encausado. Sobre Matas también pesa una petición de cinco años de prisión por el caso Nóos, pendiente de sentencia.

Proyecto concebido como "golpe de efecto" electoral

Tal y como relata el fiscal en esta pieza, Matas proyectó la reordenación de la bahía de Palma y la construcción de un edificio destinado a las artes escénicas pocos meses antes de las elecciones autonómicas de 2007. El proyecto finalmente no se llevó a cabo ante la negativa de la Junta Electoral y la proximidad de los comicios electorales.

Horrach señala cómo a principios de ese año el exmandatario autonómico decidió "de forma unilateral" que durante la campaña electoral presentaría "un gran proyecto de obra para la ciudad de Palma", según el fiscal con el objetivo de "favorecer sus intereses propios" como candidato a ser reelegido presidente del Govern "a modo de golpe de efecto durante la campaña".

El representante del Ministerio Público hace hincapié en que, al adoptar la decisión anterior, Matas "era consciente de la práctica imposibilidad material y económica" del proyecto, puesto que no existía un estudio económico, de viabilidad ni de ubicación.

Un expediente amañado tras tratar con Calatrava

Aun así, en febrero de 2007, Matas se puso en contacto con el arquitecto valenciano y alcanzó con él "un acuerdo verbal" para que presentara un anteproyecto, un vídeo y dos maquetas de un edificio destinado a ópera y artes escénicas, por 1,2 millones de euros.

Posteriormente emprendió actuaciones para otorgar apariencia de legalidad a la decisión, así como para ocultar su participación en esta y simular la existencia de "interés exclusivamente público" en la contratación de Calatrava, bajo la "falsa pretensión" de ordenar la Bahía de Palma y urbanizar el Muelle Viejo -competencia que no estaba en manos de la Comunidad Autónoma-.

El fiscal Anticorrupción destaca en su escrito de acusación que no hay "un solo documento, informe, estudio o análisis respecto a dicho proyecto que pruebe que se tuviera en cuenta mínimamente su viabilidad y su financiación".

A pesar de que el acto de presentación del proyecto no se produjo tras ser suspendido por la Junta Electoral ante una denuncia del PSOE, desde la Conselleria de Vicepresidencia y por orden de Matas se fraccionaron los contratos y el pago de las facturas.

Tres juicios pendientes y la sentencia de Nóos

En suma, el expresidente del Govern balear y exministro de Medio Ambiente con el PP tiene pendientes tres juicios en los que la Fiscalía Anticorrupción pide en total cinco años y tres meses de prisión contra él, además de la sentencia del caso Nóos, cuyo juicio acabó en junio y donde afronta otros posibles cinco años de condena.

Además el juez le ha reclamado fianzas que suman más de 1.440.000 euros como medida cautelar por las responsabilidades civiles que deriven de posibles sentencias condenatorias.

En cuestión de una semana, el juez Castro le ha abierto tres juicios por tres piezas distintas del caso Palma Arena, las números 3, 8 y 9, por delitos de prevaricación, tráfico de influencias y fraude a la administración.

Pero se le acumulan las causas a Matas, protagonista en 14 de las 28 piezas en las que está dividido el caso, que partió de la investigación del sobrecoste para construir el velódromo. El juez Castro lo investiga en la pieza separada 27, llamada caso Over, sobre el presunto amaño de contratos del Govern a favor de Over Marketing, y en la 28, sobre la presunta financiación ilegal del PP balear.

El exministro ha sido condenado por las piezas 2 y 6 y cumplió en la cárcel de Segovia la condena de nueve meses de prisión por tráfico de influencias, por beneficiar fraudulentamente con dinero público al periodista que le escribía los discursos, y también fue condenado a pagar una multa de 9.000 euros por cohecho, por un contrato simulado a su mujer como relaciones públicas en el hotel Valparaíso en 2007.