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Abstención o terceras elecciones, el dilema del PSOE que casi está resuelto

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El Comité Federal del PSOE se reúne este domingo para decidir su postura frente a Rajoy

"Estamos en el territorio del mal menor. Ninguna opción es buena. La disyuntiva es entre la abstención y las terceras elecciones".

Son palabras de esta misma semana del presidente de la gestora del PSOE, Javier Fernández, que ha desempeñado durante los últimos 23 días la difícil labor de calmar a un más que revuelto PSOE desde el pasado Comité Federal, que concluyó con la dimisión de Pedro Sánchez como secretario general.

Este domingo se reúnen los miembros de la Ejecutiva Federal socialista que el pasado día 1 protagonizaron uno de los peores días que se recuerda en Ferraz, sede de un partido que quedó dividido en dos e inmerso en una profunda crisis de liderazgo e identidad. Y lo harán para tomar una decisión trascendental para su formación y para el país: permitir que gobierne Mariano Rajoy con su absención o ir a las terceras elecciones el 18 de diciembre.

Las posturas a favor de abstenerse y la de mantener el 'no' fijado en julio siguen enfrentadas, aunque la corriente abstencionista gana y la gran mayoría de los que siguen defendiendo votar en contra del 'popular' aceptarán la disciplina de voto. Sólo los diputados del PSC y alguno más se plantea votar en contra.

Salvo sorpresa mayúscula, este Comité Federal finalizará con un 'sí' a la abstención que se materializará en un debate de investidura la próxima semana del que Mariano Rajoy, ahora sí, saldrá reelegido presidente del Gobierno, poniendo fin a más de 300 días con un Ejecutivo en funciones.

En Ferraz, al igual que en el anterior comité en el que hubo enfrentamientos en la calle, se ha pedido refuerzo policial a la Delegación de Gobierno durante este fin de semana. Horas antes de la celebración del comité, unas 300 personas se han concentrado en la sede del PSOE en Madrid para pedir al partido que se mantengan en el 'no' a Rajoy.

Militantes socialistas se concentran en Ferraz a favor del no a Rajoy

Estas son algunas claves del cónclave socialista de este domingo:

Nuevo Comité Federal, nueva confrontación

Es difícil, casi imposible, superar al último Comité Federal socialista en tensión, enfrentamiento, bronca y división. Por tanto, se espera este domingo una reunión algo más tranquila que la anterior aunque las posturas, en principio, se mantienen y las federaciones afínes a Pedro Sánchez abogarán por el 'no es no' defendido hasta la saciedad por el exlíder. Aunque luego casi todos respetarán- dicen- lo que vote la mayoría.

En el comité del 1 de octubre fueron 132 votos a favor del plan marcado por los contrarios a Pedro Sánchez con la presidenta andaluza, Susana Díaz, y la mayoría de 'barones' a la cabeza; frente a los 107 que dieron su apoyo al ex secretario general.

Se votaban cuestiones de procedimiento para salir de la crisis abierta en el PSOE- los primeros abogaban por la gestora y el Congreso Extraordinario después de resolver la gobernabilidad y los segundos por celebrar primarias en octubre y un Congreso exprés- pero lo cierto es que la abstención subyacía en ese debate.

En el fondo de esos 'síes' y 'noes' del pasado comité había otra cuestión sin plasmarse en el papel: la abstención del PSOE para permitir que el PP siga gobernando. El sector 'sanchista' trató de llevar la controversia al cónclave pero no pudo. El objetivo de Sánchez fue desenmascarar a los que querían cortarle la cabeza para dejar el camino libre a la abstención, pero el aún diputado socialista fracasó en su intento y no vio más salida que irse.

Habrá que esperar a la votación de este domingo para ver si se mantiene esa correlación de fuerzas en el partido o algún partidario del voto en contra de Rajoy se pasa ahora a la abstención. Un total de 259 miembros tienen derecho a voto.

No se ha aclarado cómo será la votación, si secreta o por llamamiento público. Los 'sanchistas' temen que la votación sea secreta y los abstencionistas se refugien en el anonimato.

El debate, más que incómodo y engorroso en el PSOE, como reconocen los propios socialistas, se pondrá sobre la mesa ya de forma definitiva y los miembros del Comité tendrán que decidir y votar, y defender una abstención que hasta ahora sus valedores no se atreven a pronunciar.

De ser la opción ganadora, el PSOE tendrá muy pocos días para construir un relato sobre el cambio de postura. Algunos, muy pocos, han reconocido públicamente que ir a las terceras elecciones serían una catástrofe para el PSOE.

Abstención convertida en eufemismo

Aunque la gestora ha dicho que 'abstención' no es una "palabra prohibida", los esfuerzos de los socialistas, sobre todo de los que la alientan, para no pronunciarla han sido ímprobos. Los rodeos lingüísticos y los eufemismos han sido diarios para abogar por esta opción de voto en el Congreso de los Diputados pero sin decirlo con total claridad.

La gestora no ha querido mojarse y, aunque su presidente, Javier Fernández, ha repetido el mantra de "abstenerse no es apoyar" en cada declaración pública de las últimas semanas, ha preferido llevar el debate a otra disyuntiva: la del sí o no a unas terceras elecciones, conscientes de que al militante socialista le escuece la abstención y el ciudadano vive con hastío la posibilidad de ir otra vez a las urnas.

Por primera vez, esta semana, el PSOE de Andalucía, en boca del número dos de Díaz, Juan Cornejo, ha defenido con claridad abstenerse en la investidura de Rajoy. "No me da urticaria decir abstención", aseveró. Pero la líder andaluza, Susana Díaz, sigue sin pronunciar la palabra que parece maldita y aboga por "resolver rápidamente la cuestión de la gobernabilidad, más allá de cómo se haga".

Mariano Rajoy y Susana Díaz en el desfile de la Fiesta Nacional.

Mariano Rajoy y Susana Díaz en el desfile de la Fiesta Nacional. EFE

El presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, ha sido el único 'barón' que, sin ambages, la ha defendido. Más prudentes han sido otros líderes territoriales- algunos apoyados por Podemos en sus gobiernos autonómicos- muy explícitos en sus críticas al 'no es no' de Pedro Sánchez y a la posibilidad de ir a las terceras elecciones, pero menos claros en su defensa de la abstención como Emilliano García-Page (Castilla-La Mancha), Ximo Puig (Valencia), Javier Lamban (Aragón) y el propio Javier Fernández (Asturias).

Se han limitado a decir que no hay opción de gobierno alternativo y que no contemplan las terceras elecciones. En definitiva, otra forma de abogar por el 'sí' a la abstención sin decirlo con claridad.

Muy conscientes de que la situación en el PSOE sigue siendo y seguirá siendo muy delicada- Page dijo recientemente que "el PSOE sigue en la camilla con riesgo de hemorragia"- se muestran cautos en las declaraciones y no han querido posicionarse, aunque no les quedará más remedio que hacerlo este domingo con su voto. El presidente de la gestora, algo más optimista, dice que "el edificio político del PSOE está muy dañado, pero se mantiene el solar".

Y, aunque las discrepancias siguen, desde los dos 'bandos' han tratado de rebajar la tensión que se vivió en el anterior comité y que, han dicho, se niegan a repetir en este.

Los rebeldes, con Iceta a la cabeza

Las voces que siguen apostando por el 'no' claro y rotundo al PP tienen un portavoz: el recién reelegido presidente del PSC, Miquel Iceta, que dice preferir otra cita con las urnas que dar el apoyo a los 'populares'. "Aún no me creo que el PSOE se vaya a abstener para dar el Gobierno al PP de Gürtel", dijo recientemente.

Tres son los motivos del PSC para el no a Rajoy: no comparten sus políticas sociales y económicas, consideran que el PP no lucha contra la corrupción y critican su "falta de diálogo" para resolver el conflicto en Cataluña.

El líder del PSC, Miquel Iceta.

El líder del PSC, Miquel Iceta. EFE

Los socialistas del País Vasco, Baleares, Madrid, Castilla y León, Navarra y La Rioja continúan abanderando el 'no' y así lo defenderán en el Comité Federal pero no se plantean romper la disciplina de voto, algo que sí contemplan los socialistas catalanes, que prevén convocar el Consell Nacional para ratificar su postura contraria a que el PP gobierne.

La presidenta de Baleares y líder del PSOE en las islas, Francina Armengol, ha criticado que el PSOE no haya consultado a la militancia lo que considera un "viraje histórico" y que hasta este domingo, a tan solo días de que expire el plazo para convocar las terceras elecciones, no se haya abierto el debate entre las federaciones territoriales.

El propio presidente de la gestora ha reconocido que este debate se ha abierto tarde y que eso ha sido un "error".

En la misma línea que Iceta, la líder del PSE, Idoia Mendia, ha dicho que se "niega a pensar" que su partido apoye indirectamente un Gobierno de Rajoy y que tiene "curiosidad" por cómo defenderán la abstención.

El secretario general del PSOE en Castilla y León, Luis Tudanca, ha dicho claramente que incluso preferiría ir a elecciones que dar el Gobierno al PP, pero también respetará la disciplina que se imponga en el partido. "Defenderé el no hasta el domingo", ha puntualizado.

Quien fuera número dos de Pedro Sánchez, César Luena, ha defendido el 'no' a Rajoy pero también ha dejado claro que "se cumplirá la disciplina de voto por democracia". También otros diputados como Patxi López, Adriana Lastra o Rafael Simancas, firmes defensores del voto en contra y muy cercanos a Sánchez, se abstendrán si así lo decide el comité.

Además del PSC, solo algunos diputados como Margarita Robles y Odón Elorza mantienen que votarán en contra. El PSOE andaluz les ha invitado a dimitir.

Consecuencias en la relación PSOE-PSC

Ante la firme posición de los socialistas catalanes, la gestora del PSOE ha avisado: Si no respetan el mandato del Comité Federal se evaluará "responsablemente y con honestidad" el nuevo escenario entre el PSOE y el PSC.

"Si no respeta la decisión del comité, estaríamos ante una posición política diferente", ha dicho el portavoz de la gestora, Mario Jiménez, abriendo la puerta al divorcio de dos partidos hermanos.

En las últimas horas, ambos han tratado de rebajar la tensión y se han mostrado convencidos de que al final la sangre no llegará al río y habrá acuerdo. Eso sí, desde el PSC insisten: "Acuerdo no significa que el PSC acabe aceptando lo que diga el PSOE".

De los 85 diputados del PSOE en el Congreso, siete son del PSC. Su voto no decanta nada, por tanto, pero impediría dar la imagen de unidad que busca el PSOE.

¿Abstención técnica, mínima o por ausencia?

No se sabe cúal sería la fórmula que elegiría el grupo parlamentario socialista en caso de que salga adelante la opción de la abstención.

En la reunión mantenida esta semana por los diputados y senadores socialistas algunos como Eduardo Madina defendieron que solo se abstengan once diputados para permitir que haya gobierno, opción que permitiría al resto decir 'no' a Rajoy. Esta opción fue defendida por Guillermo Fernández Vara tan solo cuatro días después de las elecciones del 26 de junio y Emiliano García Page también apuesta por ella.

Las opciones son, por tanto, una abstención "técnica"- el modelo usado por Ciudadanos-; una abstención "mínima" de once diputados que el portavoz parlamentario, Antonio Hernando, calificó hace tiempo de "vergonzante"; o una abstención "por ausencia", con ese número mínimo de diputados que no lleguen a sentarse en sus escaños durante la votación.

Ni siquiera está claro que este domingo el Comité Federal cierre la forma de abstenerse o deje la decisión al grupo parlamentario socialista, que tendrá que ejecutarla en la Cámara Baja la semana que viene.

Tampoco quien será el encargado de defender en la sesión de investidura la postura que adopten. El presidente de la gestora, máxima autoridad ahora mismo en el PSOE, no puede porque no es diputado. El portavoz parlamentario sigue siendo Antonio Hernando, uno de los máximos defensores del 'no' a Rajoy.

¿Y qué hará Pedro Sánchez?

Dimitió el pasado 1 de octubre y, desde entonces, se ha mantenido en un silencio roto sólo en Twitter. Aclaró vía red social que iba a mantener su escaño de diputado y en estos 23 días, en diferentes tuits, ha abogado por la unidad del partido, ha apelado "al diálogo y el entendimiento para construir país", ha dado la enhorabuena a Iceta por su triunfo en las primarias del PSC y ha apelado a los socialistas a "tener muy presente todos los días" la figura de su fundador, Pablo Iglesias.

En su condición de exsecretario general podría acudir al Comité Federal de este domingo, lo que es poco probable. Eso sí, tendría voz pero no voto. Nada se sabe tampoco sobre si piensa acudir a la sesión de investidura en el Congreso de los Diputados y, de hacerlo, qué votará.

El ex secretario general del PSOE, Pedro Sánchez.

El ex secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. EFE

Más de 94.000 militantes abogan por el Congreso

Precisamente dar voz a los militantes para que ellos decidieran cómo salir de la crisis abierta en el PSOE era la propuesta de Pedro Sánchez. Tras su renuncia, el alcalde de Jun (Granada), José Antonio Rodríguez, inició una recogida de firmas entre la militancia con el fin de convocar de manera urgente un Congreso Extraordinario. El exministro Josep Borrell y quien disputó a Sánchez el liderazgo del partido, José Antonio Pérez Tapias, han apoyado con su firma esta iniciativa.

Rodríguez asegura haber recopilado más de 94.000 firmas de los militantes, los requeridos para obligar al partido a convocar el congreso ya que los estatutos dicen que son necesarios la mitad más uno de los afiliados, que son 93.720 firmas

Como dato a destacar: el 20,9% de los afiliados en Andalucía han firmado a favor de la celebración del máximo órgano socialista para elegir a un nuevo líder de forma urgente, según los datos ofrecidos por los promotores de la iniciativa, que no han sido verificados por Ferraz.