Muere el expresidente de Uruguay Jorge Batlle a los 88 años
- El exmandatario ha fallecido en Montevideo a causa de un traumatismo craneal
- En su mandato (2000-2005), afrontó la última gran crisis económica del país
- Batlle está reconocido como una de las figuras clave de la política de Uruguay
Jorge Batlle, presidente de Uruguay entre 2000 y 2005, ha fallecido este lunes en Montevideo a causa de un traumatismo craneal, que sufrió tras una caída el pasado 14 de octubre, ha confirmado a Efe el diputado José Amorín Batlle, familiar del político. Batlle, que ha muerto un día antes de cumplir 89 años, está reconocido como una de las figuras clave de la política de su país.
El exmandatario se encontraba ingresado en el Centro de Tratamientos Intensivos del Sanatorio Americano de Montevideo a donde fue trasladado tras el accidente. El día 21, el hospital emitió un comunicado en el que se temía por su salud, después de que Batlle no hubiera presentado cambios en su estado neurológico pese a haberle retirado la sedación.
Se ha decretado duelo oficial y las banderas del país ondearán a media asta. Tras su velatorio, el expresidente será enterrado en el panteón de su familia, que se encuentra en el cementerio central de la capital uruguaya.
Lideró la última gran crisis económica de Uruguay
Batlle, nacido en Montevideo en 1927 y descendiente de españoles, presidió Uruguay por la fuerza política de centroderecha Partido Colorado entre los años 2000 y 2005.
Su mandato estuvo principalmente marcado por la gestión de la grave crisis económica que azotó al país en 2002. Tomó posesión del cargo el 1 de marzo de 2000 y sus primeras medidas fueron de índole económica, para paliar el efecto negativo en Uruguay de la crisis financiera de Brasil. Dos años después, tuvo que afrontar las consecuencias de la retirada masiva de depósitos de los bancos argentinos que dio lugar al "corralito".
El presidente Batlle cerró los bancos uruguayos durante una semana en el momento culminante de aquella crisis, determinada por la suspensión de pagos de Argentina de 2001 y sus efectos en los 8.000 millones de dólares de ese país depositados en Uruguay. Fue cuando el mandatario se hizo tristemente famoso por decir que "los argentinos son todos unos ladrones, del primero al último", y luego disculparse con lágrimas en los ojos.
Por la buena relación de Batlle con George W. Bush, su homólogo estadounidense terminó apoyando un adelanto de 1.500 millones de dólares del crédito del Fondo Monetario Internacional (FMI) destinados a capitalizar los bancos estatales, lo que permitió que Uruguay comenzara a salir de la crisis económica.
El cuarto Batlle presidente
Con el paso de los años Batlle fue reconocido por no declarar el default, la suspensión de pagos, a pesar de haberlo solicitado el FMI, a diferencia de lo que hicieron otros países en crisis como Argentina.
La presidencia de Jorge Batlle fue la cuarta de una saga familiar que comenzó con su bisabuelo, Lorenzo Batlle y Grau, que fue mandatario entre 1868 y 1872; continuó su tío abuelo, José Batlle y Ordóñez, quien dirigió al país en tres ocasiones, 1899, 1903-1907 y 1911-1915; y prosiguió su padre, Luis Conrado Batlle Berres, que desempeñó la primera magistratura entre 1947-1951 y 1954-1958.
Licenciado en Derecho en 1956, comenzó en política en 1958, con 31 años, cuando fue elegido diputado por el sector batllista del Partido Colorado. Después, en 1966 y 1971, fue candidato a la Presidencia de la República. Tras el golpe de Estado de Juan María Bordaberry en 1973 y hasta 1984, su partido estuvo proscrito, como otras formaciones políticas, y Batlle terminó trabajando en Brasil, junto con dos socios uruguayos, en la venta de ganado.
El "gran perdedor"
Con la victoria del Partido Colorado en las elecciones generales de 1984 fue elegido senador y su correligionario Julio María Sanguinetti, presidente de la República. Batlle, de la mano de Sanguinetti, consiguió en mayo de 1989 la candidatura de su partido para las elecciones presidenciales de noviembre de ese año, en las que perdió frente a Luis Alberto Lacalle. Esa derrota lo señaló como "gran perdedor".
En 1999, ganó las primarias del Partido Colorado para optar a la Presidencia de la República y en las elecciones de noviembre se impuso a Tabaré Vázquez, del Frente Amplio, con el 51,6% de los votos. En 2005, el socialista lo relevaría en la jefatura del Estado.
Desde entonces permaneció alejado de la vida política, mantuvo su consultoría a nivel privado, escribió en redes sociales columnas de opinión sobre la coyuntura nacional e internacional y se dedicó a sus dos hijos y cuatro nietos. Destaca, también su participación en la Comisión para la Paz con objeto de buscar a los desaparecidos de la dictadura militar (1973-1985), entre ellos la nuera del poeta argentino Juan Gelman.