Rajoy no obtiene la mayoría absoluta y será investido el sábado con la abstención del PSOE
- El PSOE se abstendrá en segunda votación pero no todos cumplirán la disciplina
- Hernando defiende el cambio de voto y dice que "el tiempo les dará la razón"
- Rajoy apela al diálogo pero señala que sería una "error" liquidar sus reformas
- Iglesias, muy duro, habla de "delincuentes potenciales" en el Congreso
- Rivera, abierto a colaborar con el Gobierno aunque no es el que le gusta
- Cataluña, arma arrojadiza en los rifirrafes de Rajoy conTardá y Homs
- Especial Debate de investidura de Mariano Rajoy
Mariano Rajoy no ha obtenido la mayoría absoluta necesaria en primera votación para ser investido presidente y tendrá que esperar al sábado, tal y como estaba previsto, para ser reelegido. Lo será gracias a la traumática abstención del PSOE, que este jueves ha votado en contra y que en segunda votación cambiará el sentido de su voto, no sin división.
Un total 180 diputados del Congreso han dicho 'no' a Rajoy frente a los 170 (PP, Ciudadanos, Coalición Canaria, UPN y Foro) que le han dado su confianza, tras una jornada parlamentaria que ha durado algo más de diez horas.
Era conocido el final en este segundo día del debate de investidura y toda la expectación estaba puesta en los mensajes de los diferentes líderes políticos y también en sus actitudes ante la nueva coyuntura marcada por el giro socialista.
El presidente del Gobierno en funciones y candidato del PP a la reelección ha vuelto a mostrar su nuevo talante negociador y basado en el diálogo para poder gobernar en minoría, tal y como hizo en su discurso de investidura de este miércoles, y, sobre todo, ha tratado de buscar lo que une al PSOE, con el que se ha mostrado conciliador y abierto al acuerdo, al igual que con Ciudadanos.
Eso sí, ha lanzado una claro aviso: "No quiero terceras elecciones, pero me podrían beneficiar". En sus intervenciones, ha evitado hacer críticas directas al PSOE y, como ya empieza a ser habitual, ha desplegado toda su sorna e ironía parlamentaria en su cara a cara con el líder de Podemos, Pablo Iglesias, uno de los momentos más vivos del debate.
Difícil el papel en este día del portavoz parlamentario del PSOE, Antonio Hernando, que fue uno de los principales valedores del 'no es no' abanderado por Pedro Sánchez, que ha escuchado desde su escaño cómo su antiguo portavoz levantaba ahora la bandera de la abstención. Solo por el bien de España, para levantar el bloqueo institucional y evitar las terceras elecciones el PSOE se abstiene, ha querido dejar claro Hernando, que se ha esforzado, y mucho, en marcar distancias con los 'populares' y en señalar que "Rajoy no es el presidente que necesitan los españoles".
"Que le entre en la cabeza, señor Rajoy, vamos a ser su oposición", le ha espetado. No ha perdido ocasión tampoco en sacar la teoría de la pinza para recordar que si en este momento no hay un Gobierno socialista es porque "Podemos se unió a PP para votar en contra de Pedro Sánchez".
El líder de Podemos, Pablo Iglesias, en su versión más dura, ha vuelto a repartir a tres y no ha escatimado en críticas a PP, PSOE y Ciudadanos. "Hay más delincuentes potenciales en esta Cámara que ahí fuera", ha clamado en una intervención en la que ha lanzado múltiples reproches a los 'populares', sobre todo por la corrupción, y ha tratado de avergonzar al PSOE por su abstención señalando que "si hay un marxismo" al que se agarra el PSOE "es el de Groucho Marx". "Están más cerca del PP que de nosotros", ha lanzado a los socialistas.
Los gestos durante la jornada, en algunos casos, han hablado mucho más que las palabras. Pedro Sánchez sólo ha aplaudido una vez a Antonio Hernando durante su intervención. Con desgana, se ha levantado al final del discurso. Luego, en los pasillos, lo ha calificado como un "gran parlamentario".
Un Hernando, que se ha negado a mirar a Pablo Iglesias mientras éste le hablaba desde la tribuna. Iglesias, en un gesto ya habitual en sus intervenciones en el Congreso, ha atendido a las recomendaciones de Íñigo Errejón, que le habla al oido antes de cada réplica.
Lo que no ha escuchado Iglesias es el "vaya gilipollas" que le ha soltado el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, y que se ha leido con total nitidez en sus labios; o el "sinvergüenza" que también le ha dedicado al líder 'morado' la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal.
El momento más tenso de toda la sesión, que ha acabado con la salida de todos los diputados de Podemos del hemiciclo como forma de protesta, se ha producido justo antes de la votación cuando Iglesias ha solicitado la palabra por alusiones a la presidenta del Congreso, Ana Pastor, que se la ha negado. El portavoz del PP, Rafael Hernando, ha acusado al líder de Podemos de "utilizar el nombre de España para ponerse al servicio de dictadores". Pastor ha dado la oportunidad a Hernando de rectificar y lejos de hacerlo, ha añadido: "Cuatro millones de dólares".
El PSOE eleva su abstención a decisión histórica: "El tiempo nos dará la razón"
Esta segunda jornada del debate de investidura ha arrancado este jueves a primera hora de la mañana con la intervención del portavoz parlamentario socialista, que se ha esforzado por establecer un equilibrio entre su defensa de la abstención del PSOE y sus críticas a Mariano Rajoy y su Gobierno, sin que ello resultara contradictorio.
Tras defender y reivindicar los 137 años del PSOE y sus "logros y aportaciones" a la historia de España, Hernando ha equiparado la decisión adoptada en el último Comité Federal con otros hitos del socialismo como lo fueron alejarse del marxismo o defender la entrada de España en la OTAN y que también generaron controversia y división entre la militancia y dividieron al partido. "El tiempo nos dio la razón y el tiempo nos la dará", se ha mostrado convencido.
"No nos gusta como presidente. No es el presidente que España necesita. No tiene nuestro apoyo ni nuestra confianza", le ha espetado a Rajoy, al que ha afeado el talante negociador mostrado en su discurso de investidura. "Usted no ofrece diálogo, señor Rajoy, el diálogo se impone, usted sin diálogo ya no puede gobernar", le ha dicho, para acusarle de olvidar, entre otros, a los parados, pensionistas, trabajadores, investigadores y estudiantes; y echarle en cara los recortes y los casos de corrupción.
"La abstención es de investidura, no de legislatura y eso le tiene que entrar en la cabeza", ha continuado, para dejar claro que "la abstención no es resignación" y comprometerse a hacer una "oposición firme y constructiva".
En su única referencia a Pedro Sánchez, Hernando ha destacado su "valentía y responsabilidad" en su intento de formar Gobierno en su investidura fallida y ha aprovechado para volver a criticar que PP y Podemos votaran juntos en contra de un presidente socialista. "No va a ser fácil de olvidar. No se va a borrar", ha recordado a "los que van de héroes de la izquierda", en clara referencia a la formación de Iglesias.
Tras votar este jueves en contra, los socialistas evidenciarán el sábado su división. Los diputados del PSC, el PSOE de Baleares y otros parlamentarios se saltarán la disciplina de voto y mantendrán su 'no' a Rajoy, según han anunciado. El presidente de la gestora, Javier Fernández, ha señalado que no se contemplan sanciones para los que no se abstengan.
Pedro Sánchez no se abstendrá y duda si votar en contra o dejar el acta, según apuntan Efe y Servimedia, citando a diputados afínes al exlider socialista.
Rajoy vuelve a tender la mano y congela las reválidas como prueba de ello
Consciente, tal y como reconoció en su discurso de investidura, de que las complicaciones de su Gobierno en minoría no serán "pocas ni pequeñas" dada la debilidad de un Ejecutivo apoyado solo en 137 diputados, Rajoy ha vuelto a insistir este jueves en su disposición a negociar, acordar, dialogar y pactarlo "todo".
Y como muestra de su talante, ha anunciado que suspende los efectos de las 'reválidas' hasta que no haya un pacto educativo, uno de los pactos de Estado que ha ofrecido a PSOE y Ciudadados, a los que ha vuelto a pedir colaboración para gobernar. A ambos partidos ha avisado, eso sí, de que "sería un error aniquilar todas las reformas que se han puesto en marcha" y de que "tan malo es un no Gobierno como uno que no pueda gobernar".
Nada que ver la réplica de guante blanco de Rajoy a Hernando, seguramente para no meter más el dedo en la llaga socialista, que la que hizo hace tan solo unos meses a Pedro Sánchez, en una de las intervenciones más duras con el PSOE de Mariano Rajoy. Las circunstancias han cambiado, claro está, y ahora no puede más que tratar de buscar al PSOE como aliado. Y para ello, el líder 'popular' ha pedido al PSOE no "demonizar" al PP porque, a su juicio, es más lo que les une que lo que les separa.
Rajoy ha sacado pecho de cifras económicas y ha considerado necesario aprobar los presupuestos como prueba de estabilidad.
Aunque el tono de Rajoy ha sido dialogante, no ha perdido oportunidad de lanzar un claro aviso: no tiene intención de convocar elecciones, pero cree que una vuelta a los comicios le beneficiarían.
Iglesias agita el debate: "Hay más delincuentes en la Cámara que ahí fuera"
Tras el comedido rifirrafe entre PP y PSOE, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, ha agitado el hemiciclo con duras críticas a lo que él considera "la gran coalición" formada por PP, PSOE y Ciudadanos, que representan el "pasado".
En su estrategia de sacar Podemos a la calle, ha defendido las protestas frente a los "antisistema" del Parlamento, donde ha dicho "hay más delicuentes potenciales que ahí fuera".
En un discurso muy crítico con los casos de corrupción que afectan al PP, se ha erigido como "oposición real y de verdad" frente a un PSOE que "entregará el Gobierno al PP". Se ha jactado de "no pasar por el aro" como socialistas y Ciudadanos, ha dicho, y ha vaticinado que "el tiempo pondrá a cada uno en su lugar". "Ciudadanos saca pecho y a ustedes les avergüenza", ha espetado a un Hernando que le ignoraba desde su escaño.
Iglesias ha definido a Podemos como una formación "de orden" y ha vuelto a reivindicar las movilizaciones del 15M.
El cara a cara más vivo e irónico ha sido precisamente el de Iglesias con Rajoy, que ha sacado su tradicional sorna y sarcasmo parlamentario para enfrentar sus argumentos con los del líder de Podemos, como ya es habitual en los enfrentamientos de ambos líderes en la Cámara Baja.
Ante las críticas de Iglesias, Rajoy ha recurrido al tono socarrón para recordarle que él no afronta su segunda debate de investidura por una "extraña conspiración" sino porque ha ganado las elecciones. En este punto, ha pedido a Iglesias que "interiorice" los resultados electorales y la democracia, y le ha lanzado que quizá no esté haciendo bien su trabajo en el Parlamento porque incluso con él dentro "la gente se ve obligada a salir a las calles". "Quizá usted no les representa porque usted está aquí y siguen manifestándose", le ha preguntado, para dejar claro que no tiene miedo ni a las manifestaciones ni a las huelgas.
Rajoy ha aludido a la pérdida de votos de Unidos Podemos en el 20D e Iglesias le ha recordado que Podemos ha conseguido cinco millones de votos en dos años: "A veces las cosas no llegan inmediatamente, solo tardan un poquito"
El presidente, entonces, ha vuelto a tirar de humor también para replicar a Iglesias que no le puede contestar a todo por Twitter, lo que le ha valido a Iglesias para lanzar otra pulla al presidente: "Le creo cuando dice que no se maneja bien con Twitter, eso sí, con los SMS se maneja usted de maravilla", haciendo referencia a los mensajes de apoyo que Rajoy envió al extesorero Luis Bárcenas.
Rajoy ha asumido la crítica y le ha contestado: "Con los SMS me manejé peor, pero ahora también voy mejorando".
En su turno, el líder de IU, Alberto Garzón, ha dicho que Rajoy será elegido presidente gracias al expresidente del Gobierno Felipe González y a la presidenta de Andalucía, Susana Díaz y ha criticado que los argumentos con los que justifica el PSOE su abstención valdrían también para hacer presidente al republicano Donald Trump o al gánster Al Capone.
Rivera atribuye en exclusiva a Rajoy el éxito o el fracaso de la legislatura
Como es habitual, el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, ha arrancado su discurso citando al expresidente Adolfo Suárez y se ha comprometido a colaborar con el PP para sacar adelante el país en un legislatura que se desarrollará "partido a partido".
Ha atribuido en exclusiva a Rajoy el éxito o fracaso de la legislatura y, aunque ha reconocido que éste no es ni el Gobierno ni el presidente que le gusta, se ha ofrecido "no para poner parches ni contrarreformas, sino para modernizar España".
"Es el momento entre todos de sustituir las viejas cañerías", ha dicho, para abogar por abrir una etapa "apasionante, distinta y con oportunidades".
"Si cumple las exigencias de los ciudadanos va a ir bien y si no cumple y no escucha a la Cámara esto puede durar muy poco", ha avisado Rivera, que ha llamado al PSOE a participar en una legislatura fructífera en la que "vigilará" al Gobierno del PP.
A Podemos le ha pedido aclarar su papel y no solo obsesionarse con el 'sorpasso' y derrotar al PSOE. Ha considerado un error "rodear el Congreso" y les ha pedido que no rodeen las instituciones y la democracia.
Por último, ha recordado tanto a Pablo Iglesias como a Íñigo Errejon, señalando al techo del hemiciclo, los tiros del golpe del 23F para decir: "Eso es un golpe de estado". "Lo de ahora es un Gobierno legítimo", ha añadido.
Rajoy se enzarza con Tardá y Homs por la situación en Cataluña
Como es habitual, Cataluña ha sido el arma arrojadiza entre Rajoy y el portavoz de ERC en el Congreso, Joan Tardá, que ha avisado al presidente de que hay dos opciones ante el reto secesionista en Cataluña: "referéndum o referéndum", a lo que Rajoy ha contestado acusando a los dirigentes políticos independentistas catalanes de no querer buscar ninguna solución a sus pretensiones sino de imponer unilateralmente la "fractura" de España.
También el portavoz del PDECat en el Congreso, Francesc Homs, imputado por desobediencia y prevaricación por su participación en la consulta del 9N, ha reiterado en el Congreso que "no hay marcha atrás" en el proceso catalán y ha advertido al líder del PP de que "tiene en sus manos mantener la estrategia de la confrontación o abrir diálogo". "Cuando no hayan inhabilitado a todos, ¿qué harán?, ha retado al presidente.
En su réplica, Rajoy le ha espetado que prefiere gobernar con el voto a favor de Ciudadanos y Coalición Canaria y la abstención del PSOE que hacerlo con el respaldo de la CUP.
Por su parte, el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, ha reprochado este jueves a Rajoy que no haya tenido "gestos" hacia los nacionalistas vascos para tratar de consensuar acuerdos y lo ha resumido echando mano del refranero español, pero adaptándolo a la ocasión. "Si bien me quieres, Mariano, da menos leña y más grano". El 'popular' le ha contestado también con humor: "Si quieres grano, Aitor, te dejaré mi tractor".
A juicio de Esteban, no hay proyecto ni para Cataluña ni para Euskadi. Rajoy se ha mostrado abierto a alcanzar pactos con el PNV, grupo del que quiere "ganarse su confianza".
Rajoy ha aprovechado una de sus últimas intervenciones, en respuesta a las intervenciones del Grupo Mixto, para anunciar que reunirá a los presidentes autonómicos para "generar un mínimo acuerdo" de cara a la reforma del sistema de financiación, que luego "se concretaría más desde el punto de vista técnico".
Al término de esta primera votación, se ha fijado el pleno para este sábado a las 18:30 horas y no se podrá iniciar la votación antes de las 19:45. Salvo sorpresa mayúscula, Rajoy será entonces investido presidente por segunda vez.