Un agente del caso del pederasta de Ciudad Lineal: "La niña estaba como si hubiera visto al mismísimo diablo"
- A la menor se le aplicó el protocolo de agresiones sexuales en el hospital
- Otra de las víctimas, "muy asustada", preguntó si "ese señor iba a volver"
- Lo han relatado dos agentes de policía que participaron en el caso
Uno de los agentes de Policía Nacional que fue a atender a una de las víctimas del presunto pederasta de Ciudad Lineal que cuando acudió al lugar donde apareció una de las niñas que resultó más grave se encontraron a la menor abrazada a la mujer que la encontró y en estado de shock, como "nunca había visto". "Estaba como si hubiera visto al mismísimo diablo", ha dicho.
Lo ha dicho en la sexta sesión de la vista oral que se ha celebrado este viernes por la mañana en la Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Madrid contra Antonio Ángel Ortiz, de 44 años, para quien la Fiscalía pide 77 años de prisión por secuestrar y agredir sexualmente a cuatro niñas.
Este investigador participó en las exploraciones de varias menores y en la reconstrucción de los hechos de la agresión que se produjo el 22 de agosto de 2015 en un descampado de Hortaliza, próximo a la M-40.
Este agente fue uno de los policías que acudió a la calle Jazmín, en el distrito de Ciudad Lineal, donde había sido abandonada la menor denominada TP4 el 17 de junio de 2014. Se la encontraron abrazada a una mujer que era quien llamó al 091.
Protocolo de agresiones sexuales
"Estaba en shock, como nunca lo había visto, como si hubiera visto al mismísimo diablo. Me miro con una cara de terror porque era un hombre", ha indicado el policía. "Vi una mancha y cuando me acerqué vi sangre", ha relatado el agente, quien ha especificado que tras su hallazgo, la menor fue trasladada al Hospital La Paz donde la aplicaron el protocolo de agresiones sexuales y se le tomaron muestras
La niña, que sigue en tratamiento psicológico, ingresó en el Hospital de la Paz, donde permaneció más de diez días. Esta menor se quedó tras los hechos sin poder articular palabra. Fue la más afectada por la agresión cometida supuestamente por Ortiz.
Este policía también participó en la exploración de la menor denominado TP5 del 22 de agosto de 2014 y en concreto mantuvo una conversación con la propietaria de origen chino de una tienda de alimentación, que fue el lugar donde Ortiz se paró tras capturar a esta niña.
Según su relato, la propietaria que "a quien la costó colaborar" como los ciudadanos de origen chino recordó a un hombre que entró a la tienda para comprar un bote de crema y que aunque no se fijó en el rostro porque "estaba hablando por teléfono", si que se percató de la envergadura de su brazo. "Mucho brazo, mucho brazo decía la mujer", ha apostillado el agente.
Además, ha comentado que se encargó de una tentativa de secuestro que tuvo lugar en el barrio de Moratalaz, señalando que la niña manifestó que el hombre tenía pinta de que se cuidaba, como si fuera al gimnasio. Este menor logró huir de su agresor. El intento se produjo en agosto de 2014.
Otra menor, "muy nerviosa y asustada"
Otra de las agentes del dispositivo ha narrado que acudió al domicilio de otra de las víctimas -al parecer, la primera-, agredida el 24 de septiembre de 2013 en el interior de un vehículo. Esta menor estaba abrazada a su madre, "muy nerviosa y asustada" y no paraba de preguntar: "¿va a volver este señor? Me dijo que iba a volver".
Esta agente patrullaba el 24 de septiembre de 2013 en el distrito de San Blas cuando recibió un aviso de un presunto abuso sexual a una menor, por lo que se dirigió al domicilio de la familia, donde dos hombres la habían llevado tras encontrarla "asustada y muy nerviosa" en una gasolinera donde había sido abandonada.
La madre explicó que la niña, de cinco años, había bajado a jugar al parque con unas amigas pero que la veía desde el domicilio hasta que en un momento dado se percató de que la había perdido de vista.
Abrazada todo el tiempo a su madre, la niña explicó a la agente que se había bajado al parque habitual a jugar pero que se fue con sus amigas a otro parque. Allí, un hombre se acercó y tras decirle que era amigo de su madre la convenció para subirse a un coche, que fue donde presuntamente la agredió sexualmente.
"Lo único que explicó del hombre es que era de raza blanca y de complexión muy fuerte pero no supo decir nada más", ha señalado la policía sobre la descripción que ofreció la pequeña, quien también habló de un coche de color gris sin poder dar más detalles.
Dos hombres adultos la llevaron a su casa. "La niña dice que en un momento se encuentra desnuda pero no sabe cuándo se quita la ropa. Y habla de tocamientos", ha indicado la agente, aportando más datos de la agresión.