'A través del Khamsin', como perros y gatos en un mundo apocalíptico
- El estudio Skizokrilian firma este manga en el que dos hermanos se enfrentan al apocalipsis
- Una historia ambientada en un mundo desértico y con grandes desigualdades sociales
- No os perdáis el especial del Salón del Manga de Barcelona en RTVE.es
El estudio Skizokrilian (formado por Misha y Marta) se dio a conocer con Pechanko! (2010), obra con la que ganaron el concurso de manga de Norma Editorial. E inmediatamente después crearon la trilogía A través del Khamsin (Norma), una serie de ciencia ficción protagonizada por seres antropomórficos (perros y gatos humanoides), que ha tenido bastante éxito, en la que han trabajado durante cuatro años, y cuyo tercer y último volumen se ha presentado en este Salón del Manga de Barcelona.
“Básicamente –asegura Misha- es una serie de aventuras ambientada en un mundo desértico en el que la gente se hacina en grandes ciudades. Y en medio de esa desesperación general existe la leyenda de un paraíso en el que todo va bien. Los protagonistas se encuentran metidos, sin comerlo ni beberlo en esa búsqueda del paraíso que podría no ser tan fantástico como esperan”.
“Un mundo –añade Marta- en el que hay varias zonas por las que se mueven los protagonistas: el desierto, la ciudad, una prisión, un faro y muchas otras cosas que no queremos desvelar. Es una aventura a contrarreloj por el desierto y con el destino del mundo en juego”.
Como perros y gatos
“Los protagonistas –afirma Misha- son Ryuki y Koga, dos hermanos adoptivos. Para jugar con el tema de razas no nos centramos en el color de la piel sino que hemos creado unas razas ficticias (gente gato, gente perro y gente normal) con las que queremos reflejar la realidad, pero sin meternos en política.... Los perros y los gatos estén en condiciones de inferioridad respecto a los humanos. Por eso los dos chavales protagonistas, chico y chica no sólo se enfrentan a esta discriminación social, sino que se encuentran metidos en una aventura sin querer”.
Unas razas con unas características que los hacen muy especiales, como nos comenta Marta: “Los gatos y perros tienen orejas y cola, mientras que los humanos son normales. Además, presentan características de los animales reales, por lo que los gatos son más ágiles, mientras que los perros son más fuertes. Unos atributos que no son simplemente visuales, sino que serán fundamentales para la historia”.
A través del Khamsin también tiene su antagonista: “No hay ninguna gran historia sin un gran villano y en esta historia el malo, Colt, es el detonante de la acción. Sin él no habría aventura. Además hay un cuarto protagonista, que es humano, y que también tiene mucha importancia porque para sobrevivir al apocalipsis, las tres razas (gatos, perros y humanos) tendrán que trabajar juntas”.
Un final apocalíptico
Los autores destacan que el final de la serie es explosivo “Es un poco el apocalipsis –asegura Marta- Hay tensión, drama, una parte de ¡todo se va a la mierda! Y el final…”
En cuanto a sus influencias, Misha asegura que: “Leo mucha ciencia ficción, sobre todo distópica, y esta historia tiene mucho tiempo, que surgió con los dos y que se ha ido curtiendo con los años. El hecho de que el escenario sea desértico es un poco Mad Max, un poco Dune..."
“Yo no había visto Mad Max cuando empecé a dibujar –añade Marta-. Mis referencias son de otro estilo como Zelda y otros mangas como X de CLAMP, e incluso mangas que no se han publicado en España. Son influencias muy variadas entre manga y videojuegos”.
Una curiosidad sobre el manga es que los lectores lo eligieron. “Después de Pechanko!,como se vendió bien, el editor nos pidió más cosas y le propusimos tres proyectos. Aceptó dos y , como no terminábamos de decidirnos, pedimos a la gente su opinión. Y eligieron este. Pero hicimos un poco de trampa, ya que nos dimos cuenta de que queríamos hacer esta serie, era la que teníamos más clara, e inclinamos un poco la balanza a su favor”.
En cuanto a si esta trilogía es el final de este mundo, los autores no lo tiene muy claro: “De momento vamos a descansar, porque nos dedicamos a otras cosas y en España, por desgracia, es difícil vivir del manga –asegura Misha- Tienes que compaginarlo con otras cosas. Por eso hemos tardado cuatro años en acabar la serie. Ojalá pudiéramos dedicarnos solo a esto”.