Sánchez advierte: "Tengo ganas, voluntad y fuerza de volver a ser secretario general del PSOE"
- Dice que consultará con la militancia si presentarse a las próximas primarias
- "El país no tiene oposición, el PSOE se ha quedado en tierra de nadie", asegura
- Critica la postura de la Gestora por no permitir una abstención técnica
- Acusa a medios y empresarios de su caída y presiones contra Podemos
- En el programa Salvados, de La Sexta, reta a Díaz a dar un paso adelante
El ex secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha advertido apenas un día después de renunciar a su acta de diputado de que tiene intención de volver a ser secretario general del PSOE y que podría volver a presentarse a las primarias del partido si la militancia así lo quiere.
Según ha reconocido en una entrevista en el programa de La Sexta Salvados, Sánchez tiene "ganas, voluntad y fuerza de volver a ser el secretario general del PSOE". Ha dicho que le gustaría volver a presentarse a las próximas primarias del partido, cuya fecha está aún por determinar, pero que antes de decidirlo lo meditará con la militancia. Asegura estar "más preparado" para coger el timón que "hace tres años", cuando fue elegido.
De hecho, ha reafirmado su intención de "recorrer todos los pueblos de España" para devolverle la voz a la militancia, lanzando este sábado una campaña de inscripción en su página web para "recuperar y reconstruir el PSOE".
Reta a Susana Díaz a "dar un paso al frente"
Aunque la rivalidad con Susana Díaz, partidaria de la abstención, es más que evidente (Sánchez reconoce que hace tiempo que no habla con ella), el socialista ha retado a la presidenta andaluza a "dar un paso al frente y presentarse" en el próximo Congreso Federal para presentarse a las primarias.
"No estoy muerto, aquí estoy", ha remachado después, cuando se le ha planteado si Díaz ha querido 'acabar' con él.
Además, Sánchez ha desvelado que, después de las elecciones del 26 de junio tuvo muchas dudas sobre la posición que tenía que tener el PSOE y ha explicado que tomó se decidió contra la abstención y a favor del "no" después de una conversación con el líder del PP, Mariano Rajoy, que le avisó de que, además de ser investido, necesitaba contar con los socialistas para gobernar.
"El país no tiene oposición"
Sobre la tensión y divisiones dentro del partido, el socialista ha lamentado que "el país no tiene oposición" porque "el PSOE se ha quedado en tierra de nadie".
El "giro" que ha tomado la gestora para facilitar la investidura de Mariano Rajoy, ha dicho, "no lo entienden los votantes ni lo comparten los militantes" y urge a la gestora a reflexionar y convocar con urgencia un Congreso Federal "a más no tardar, en cinco o seis meses"
Sánchez ha criticado, además, la imposición de la nueva y provisional dirección socialista de la disciplina de voto ante la investidura: la abstención. 15 diputados socialistas, sin embargo, votaron "no" a Rajoy. El mismo Sánchez no lo hizo porque acababa de renunciar a su escaño.
"No tenía que haberse producido ese desgarro. Primero, porque la decisión del comité (para permitir la abstención de Rajoy) contó con un 41% en contra de la abstención", ha expuesto el ex líder socialista.
Admite que se equivocó con Podemos y denuncia presiones
Sánchez considera que su postura durante los años que ha estado al frente del partido ha desarrollado la política "correcta" de mantener su "no" a Rajoy. Sin embargo, también ha reconocido errores en su gestión.
"El primer error lo cometí en el primer Comité Federal", explica, porque tachó a Podemos "de populista". "No sabía exactamente qué significaba Podemos entonces. No supe entender la cantidad de gente que quiere renovar la política detrás de Pablo Iglesias", ha justificado el socialista, que considera a la formación morada como el aliado natural del PSOE.
De hecho, ha reconocido el "impulso renovador" que existe en Podemos como una de las carencias del PSOE actual, por lo que ha defendido que "el PSOE debe mirar de tú a tú y trabajar codo con codo con Podemos":
Sin embargo, Sánchez ha denunciado las distintas presiones por parte de los medios de comunicación (en referencia, entre otros, a El País, especialmente crítico con él en los últimos meses) y empresarios (entre quienes ha mencionado al presidente de Telefónica, César Alierta), de presionar para impedir un pacto entre el PSOE y Podemos para alcanzar el Gobierno.
Hernando, "una decepción personal"
Sánchez también ha admitido que sintió "pena" por los "reproches" mutuos entre el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, y el portavoz socialista en el Congreso, Antonio Hernando, este pasado sábado durante la investidura de Mariano Rajoy, y ha reclamado "más entendimiento y cooperación" entre los dos partidos.
El ex secretario general del PSOE ha considerado la decisión de Hernando de continuar como portavoz socialista en el Congreso y la de apoyar la investidura de Rajoy con la abstención de los diputados del PSOE como "una decepción personal".
"Me da lástima que tomara esa decisión", ha dicho Sánchez, que también ha trasladado su decepción a otros "dirigentes" socialistas a los que reprocha que no se hayan comunicado con él desde el pasado 1 de octubre, cuando dimitió como secretario general tras un convulso Comité Federal en la sede de Ferraz.
Desde entonces, Sánchez ha revelado que ha recibido mensajes de personas tan dispares políticamente como Manuela Carmena, la alcaldesa de Madrid, y el exministro Alberto Ruiz-Gallardón. También ha agradecido el gesto a los líderes de Ciudadanos y Podemos, Albert Rivera y Pablo Iglesias, aunque no al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, con quien no ha vuelto a tener comunicación, ha asegurado Sánchez.
Niega haber engañado a Felipe González
Pedro Sánchez ha negado, como aseguró el expresidente socialista en su día, que prometiera a Felipe González una abstención que permitiera un gobierno del Partido Popular. Las palabras de González provocaron un cisma interno en el partido que se saldó con la dimisión de 17 miembros de la Ejecutiva del partido con la intención de forzar la salida de Pedro Sánchez.
"Yo hablé con él de la abstención, pero no en esos términos", ha explicado Sánchez, admitiendo que se planteó esa posibilidad hasta su encuentro con Rajoy después de las elecciones generales del 26-J, cuando la desestimó después de que el candidato del PP ofreciera a los socialistas, según su relato, participar en el gobierno.
Sánchez ha reconocido que González es el dirigente con el que probablemente más veces ha conversado en los últimos tres años, aunque ha negado que el histórico dirigente socialista sea "dios".
Aboga por reconocer a Cataluña como "nación"
Sánchez ha asegurado que él siempre cumplió con el mandato del Comité Federal y, por eso, no negoció con los independentistas catalanes, pero ha reconocido que "hubo conversaciones".
Según ha explicado, tras las elecciones del 20D los nacionalistas estaban mucho más firmes en sus posiciones que después de las elecciones de junio, cuando eran más proclives a "encontrar vías" de entendimiento. Por eso en ese momento, ha asegurado, había "muchas más posibilidades para facilitar un gobierno alternativo del PP".
Sin embargo, aunque ha apelado al diálogo, ha asegurado que no habló "nunca" con ellos de celebrar un referéndum de autodeterminación de Cataluña, como exigían los independentistas. Ha defendido que la crisis con Cataluña "sólo se va a poder resolver votando" y ha defendido la reforma de la Constitución.
"Una de las principales lecciones" que ha "sacado en estos casi tres años" como secretario general, ha dicho, es "comprender la naturaleza del país". "España es una nación de naciones. Cataluña es una nación dentro de otra nación que es España, como lo es también el País Vasco, y esto es algo de lo que tenemos que hablar y reconocer", ha afirmado, para después defender que hay que articularlo en una reforma de la Carta Magna "para que Cataluña como nación que es se sienta integrada dentro de España".