La tasa de inflación de la eurozona sube al 0,5% en octubre, su nivel más alto desde junio de 2014
- La menor caída del precio de la energía, clave en el aumento
- El diferencial de inflación entre España y la zona euro se iguala
La tasa de inflación interanual de la zona euro se situó en el 0,5% en octubre, una décima por encima del nivel registrado en septiembre y la lectura más alta del índice desde junio de 2014, según el dato adelantado publicado este lunes por Eurostat. Este aumento de la inflación se explica, en gran parte, por el comportamiento del precio de la energía que sigue cayendo, pero mucho menos que en meses anteriores.
En concreto, los precios de la energía bajaron un 0,9% respecto al mismo mes del año anterior, frente a la caída del 3% registrada el mes de septiembre y el descenso del 8,5% del mes de octubre de 2015. De hecho, este retroceso del precio de la energía es el menor de los últimos 28 meses. Por su parte, el precio de los alimentos frescos subió un 0,2% interanual en octubre, un incremento muy inferior al 1,1% registrado el mes anterior y al 3,2% de octubre de 2015.
De este modo, sin tener en cuenta el impacto de los precios de la energía, la tasa de inflación interanual de la zona euro cayó una décima hasta situarse en el 0,7%. Al excluir del índice tanto el precio de la energía como el de los alimentos, el alcohol y el tabaco, la tasa de inflación subyacente de la zona euro se mantuvo en el 0,8%.
El cálculo definitivo sobre la inflación de octubre, tanto para la zona del euro como para el conjunto de la Unión Europea (UE), será difundido por la oficina estadística comunitaria el próximo 17 de noviembre.
De confirmarse el dato adelantado, el diferencial de inflación entre España y el conjunto de la zona euro se estrecharía cuatro décimas hasta igualarse. Según el dato adelantado por el INE el pasado viernes, el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) de España -la tasa comparable con los datos europeos- se situó en octubre en el 0,5%. Desde septiembre de 2013 la inflación en España se había mantenido por debajo del correspondiente a la zona euro, lo que ha hecho más competitiva a la economía española.