Trump alienta a sus seguidores de Florida mientras que Clinton apuesta por Arizona

• El magnate ha prometido "cancelar el acuerdo" del actual Gobierno con Cuba
• Florida es un estado clave para las elecciones que todavía no tiene claro favorito
• La demócrata quiere ganar en Arizona, un estado tradicionalmente republicano

El voto negro y el de las minorías en Estados Unidos, últimas batallas antes de la votación final

El candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, ha alentado este miércoles al público hispano de Miami (Florida) a votar como "si estuvieran perdiendo" y ha prometido cancelar el acuerdo del actual Gobierno estadounidense con Cuba. Mientras que su rival, la demócrata Hillary Clinton ha apostado por viajar hasta Arizona, un estado tradicionalmente conservador.

El magnate ha decidido seguir con su campaña en Florida, un estado de los más diversos y volátiles del país y que aporta 29 votos o circunscripciones electorales que se presentan vitales en sus aspiraciones de llegar a la Casa Blanca.

Sin un triunfo en el denominado Estado Soleado el empresario inmobiliario tendría prácticamente imposible ganar las elecciones presidenciales del próximo día 8, y las encuestas de intención de voto no terminan de aclarar quién es el favorito. Por ello, ambas campañas han intensificado su presencia en este estado, donde un cuarto de su población es hispana y hay un 15% de votantes registrados de origen latino.

Trump adelanta en Florida

La media de las principales encuestas en Florida sitúa a Trump un punto arriba,  después de haberse visto por detrás buena parte de los últimos meses. El aspirante republicano ha buscado afianzar esta mejoría en el estado y en los sondeos a nivel nacional, donde ha recortado distancias y también está en la franja del empate técnico.

Espoleado por las buenas noticias que llegan de los sondeos y pancartas como "Latinos por Trump" y "Cubanos por Trump" que lucían sus seguidores en Miami, el republicano ha apelado al voto de origen cubano más tradicional y ha asegurado que echará marcha atrás a los acercamientos entre Washington y La Habana, países que reanudaron sus relaciones diplomáticas en 2015.

"Vamos a tener el acuerdo que la gente de Cuba, aquí y allá, merecen", ha anunciado Trump sin precisar si rompería relaciones con la isla en caso de llegar a la Presidencia. El candidato, sin embargo, no ha aclarado si envió en 2012 y 2013 emisarios a Cuba para evaluar negocios en la isla, como lo denunció Newsweek y Bloomberg pese a las prohibiciones comerciales entre ambos países.

Clinton quiere lograr la hazaña en Arizona

Por su parte, Clinton ha dejado este miércoles Florida para volar hasta Arizona, un estado que casi siempre vota republicano.  Sin embargo, la media de las encuestas la sitúa como favorita, aunque con una ventaja de solo 3 puntos sobre Trump.

El objetivo de la exsecretaria de Estado es repetir la hazaña de su marido, el expresidente Bill Clinton, que en las elecciones de 1996, se convirtió en el único aspirante presidencial demócrata que logró ganar este estado desde 1952.

Antes, Clinton también ha visitado Nevada, otro estado clave donde las encuestas dan una ventaja de apenas un punto porcentual a su contricante y donde la candidata confía en una alta participación de los latinos para reforzar sus opciones de victoria.

Contra la inmigración indocumentada

Por otro lado, Trump ha vuelto a insistir durante su mitin en Florida en su agresivo mensaje contra la inmigración indocumentada y lo ha hecho en un estado donde las numerosas comunidades cubana y puertorriqueña no sufren el asedio de las autoridades migratorias como los mexicanos o centroamericanos.

El magnate inmobiliario, que ha prometido deportar a todos los indocumentados del país, que se calcula en once millones, ha apuntado que sacará a todos los "inmigrantes ilegales criminales del país" y que "miles de personas han muerto a manos" de indocumentados. En su discurso, ha prometido "el plan más radical de inmigración para salvar vidas".

El millonario se referido una y otra vez al "sistema torcido y corrupto", a la "prensa deshonesta" y a la "torcida Hillary Clinton".