El Parlamento húngaro rechaza enmendar la Constitución para prohibir el asentamiento de refugiados
- La propuesta del primer ministro, Viktor Orbán, no logra la mayoría necesaria
- El boicot de toda la oposición, que se ha abstenido, ha impedido su aprobación
- Orbán sugiere que volverá a llevarla al Parlamento para intentar aprobarla
El Parlamento de Hungría ha rechazado la enmienda constitucional propuesta por el primer ministro, Viktor Orbán, para plasmar en la Carta Magna la prohibición de asentamiento de refugiados en territorio húngaro sin el permiso de las autoridades locales, con la que se pretendía impedir que la Unión Europea asigne cuotas de realojamiento de migrantes.
La medida requería del voto de dos diputados opositores para alcanzar la mayoría de dos tercios necesaria para su aprobación; sin embargo, el grueso de la oposición, hasta 65 diputados, se ha abstenido, de forma que los 131 votos favorables del Fidesz, el partido del Gobierno, han sido insuficientes. Tan solo tres diputados independientes han votado en contra de la propuesta.
Pese a todo, el jefe del Gobierno ha dejado abierta la puerta a un nuevo intento para sacar adelante la enmienda: "La reunión de la presidencia [del Fidesz] decidirá si se presenta de nuevo", ha señalado el primer ministro al salir de la sala, según la web local index.
La respuesta a un referéndum fallido
La enmienda fue presentada por Orbán para convertir en ley el resultado del referéndum celebrado el pasado 2 de octubre, pese a que la consulta quedó invalidada debido a que la participación no llegó al umbral del 50 % del electorado que establece la ley para que el plebiscito sea vinculante.
El 98 % de los que participaron en el referendo se pronunció en contra del sistema de reparto de refugiados de la UE y Orbán ha afirmado que con la propuesta quiere hacer valer la voluntad de esos 3,3 millones de húngaros.
El Gobierno confiaba en que el opositor partido de ultraderecha, el Jobbik, podía dar su "sí" a la enmienda, pero esta formación, la tercera fuerza parlamentaria, condicionó su apoyo a que se eliminen los llamados "bonos de residencia".
Atraerse a la extrema derecha
Esos documentos otorgan el permiso de residencia a todos los extranjeros no comunitarios que compren 250.000 euros en bonos especiales del Estado húngaro.
El Gobierno calificó de "chantaje" la exigencia del Jobbik y aseguró que no cedería, aunque ya ha comenzado a preparar la eliminación de ese mecanismo de residencia.
Con la enmienda, Orbán pretendía anclar como ley constitucional la prohibición de que pueda "asentarse" en Hungría "población extranjera" sin la autorización previa del Parlamento. Ahora se espera que el Gobierno retome el tema una vez elimine los bonos de residencia para obtener el apoyo de la extrema derecha.