Al menos seis muertos y 120 heridos en un ataque talibán contra un consulado alemán en Afganistán
- Ha ocurrido en la localidad de Mazar-e-Sharif, en el norte del país
- Berlín asegura que su personal se encuentra a salvo
- Según los talibanes, es la venganza por el reciente bombardeo en Kunduz
Al menos seis personas han muerto y más de 120 han resultado heridas en un ataque de los talibanes contra el consulado de Alemania en Mazar-e-Sharif, en el norte de Afganistán.
Un camión bomba ha explotado junto a uno de los muros dle consulado y posteriormente un grupo de hombres armados ha atacado la legación, en la que normalmente trabajan unas 30 personas. El ministro alemán de Asuntos Exteriores, Frank Walter Steinmeier, ha confirmado el número de víctimas mortales.
Berlín ha anunciado la puesta en marcha de una célula de crisis y Stenmeier ha subrayado de que todos los empleados del consultado se encuentran bien y que el ataque ha sido "suprimido" por la acción conjunta de la seguridad del consulado y de tropas afganas y de la OTAN.
Un jefe de la policía de la provincia afgana de Balj ha asegurado que hay varios muertos civiles entre las víctimas.
Alemania mantiene su presencia militar en Afganistán, después de que el Gobierno de Berlín decidiera el año pasado prorrogar su mandato ahí, de acuerdo con sus aliados de la OTAN, hasta finales de este 2016.
Venganza por el bombardeo en Kunduz
El portavoz talibán, Zabihullah Mujahid, ha indicado en un comunicado que el ataque se ha producido como venganza por el reciente bombardeo en Kunduz, que dejó más de 30 víctimas civiles. Aviones de la OTAN llevaron a cabo el bombardeo para apoyar a sus fuerzas sobre el terreno que luchaban contra los talibanes.
Afganistán vive una situación de creciente violencia ante el progreso de los talibanes, que en las últimas semanas intensificaron los combates en los alrededores de al menos cinco de las 34 capitales de provincia, entre ellas Kunduz.
La OTAN permanece en el país con alrededor de 12.000 efectivos en tareas de asesoramiento a las fuerzas nacionales, y EEUU mantiene a 9.800 soldados, una dotación que disminuirá para el año que viene hasta los 8.400 militares.