Muere el dramaturgo Francisco Nieva a los 91 años
- Ocupaba la silla 'J' de la RAE desde el 29 de abril de 1990
- Escribió una treintena de piezas teatrales, así como novelas y ensayos
- Recibió el Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 1992
El dramaturgo Francisco Morales Nieva ha fallecido este jueves a los 91 años de edad en su domicilio de Madrid, según ha informado la Real Academia de la Lengua (RAE). "Luto en la corporación por la muerte del académico, dramaturgo, pintor y escenógrafo Francisco Nieva", ha señalado la institución.
El secretario de Nieva, Felipe Camacho, ha detallado a Efe que el escritor ha muerto "dormidito en su cama" y, sin poder contener las lágrimas, ha señalado que este momento "tenía que llegar", a pesar de que "no hay forma de prepararse para esto". Ha añadido que la pareja de Nieva, José Pedreira, es "incapaz" de pronunciar palabra en estos momentos.
La capilla ardiente de Nieva está instalada desde mediodía en el teatro María Guerrero, donde se podrá visitar hasta las seis, informa la RAE en Twitter.
"Era un hombre excelente, un genio de las letras y una gran persona", acierta a decir su amigo y secretario, que ha añadido que tras el velatorio los restos de Nieva serán incinerados.
Silla 'J' de la RAE
Nieva, nacido en Valdepeñas (Ciudad Real) el 29 de diciembre de 1924, ocupaba la silla 'J' de la RAE desde el 29 de abril de 1990, cuando tomó posesión con el discurso titulado Esencia y paradigma del 'género chico'. El Ayuntamiento de su localidad natal ha declarado un día de luto oficial y banderas a media asta en señal de duelo.
Catedrático de Escenotecnia de la Real Escuela Superior de Arte Dramático y doctor honoris causa por la Universidad de Castilla-La Mancha (2001), Francisco Nieva, cuyas memorias se han publicado bajo el título Las cosas como fueron (2002), es autor de más de una treintena de piezas teatrales, así como de novelas y ensayos.
Articulista habitual en los medios de comunicación, dirigió, además de sus propias creaciones, adaptaciones de clásicos como Miguel de Cervantes, Benito Pérez Galdós y Agustín Moreto.
Su primer trabajo fue de ilustrador en la Estafeta Literaria. Fue entonces cuando conoció a miembros del surrealismo francés como André Bretón, al Grupo "Cobra" y figuró en algunas exposiciones internacionales (París, Bruselas, Lieja o Viena).
En 1952 trabajó para el Boletín Informativo de La Sorbona y siguió una licenciatura libre sobre la novela bretona y los libros de caballerías. En aquella época entabló contacto con Genet, Beckett, Ionesco y Fernando Arrabal, pero fue la representación del "Galileo Galilei" de Brecht lo que le llevaría a dedicar su vida al teatro.
En París escribió obras como Es bueno no tener cabeza, Pelo de tormenta o El rayo colgado y conoció a la que sería su esposa durante nueve años (1954-1963), Genevive Escande, un alto cargo del Centro de Investigaciones Científicas.
Innovador en la Transición
En 1963 compartió el Premio Polignac de Francia al conjunto de una obra con los músicos Yehudi Menuhin y Nadi Baulanger.
Creador de decorados y figurines en Alemania, Italia y España, a partir de los setenta, Nieva fue elaborando su ingente obra dramática. A esos años pertenecen Es bueno no tener cabeza (1971), Pelo de tormenta (1973), Tórtola, crepúsculo y... telón (1972), Teatro furioso (1973), Coronada y el toro (1973), Teatro furioso y teatro de farsa y calamidad (1975) y Sombra y quimera de Larra (1976).
Su gran momento como autor llegó al inicio de la Transición, cuando se reveló como un innovador en la forma y el contenido teatrales. La buena acogida de público y crítica de su obra La carroza de plomo candente, en 1976, le proporcionó el Premio Mayte.
Entre 1978 y 1979 estrenó Delirio del amor hostil y Los baños de Argel, éstos una adaptación cervantina que le valió el Premio Nacional de Teatro en 1980, año en que también recibió los Premios del Espectador y la Crítica por La señora tártara. En los ochenta destacó como director escénico.
Príncipe de Asturias de las Letras
Premio Mariano Cavia (1992), Premios Príncipe de Asturias de las Letras (1992) y Nacional de Teatro (1992), de esta misma década son El baile de los ardientes (1990) o Aquelarre y noche roja de Nosferatu (1993), además de su labor como director de las óperas Capricho español, de Rimsky-Korsakov, y La vida breve de Falla.
Dirigió el Manuscrito encontrado en Zaragoza (2002), Día de Capuchinos (2006) y Tórtolas, crepúsculo...y telón (2010).
Miembro directivo de la SGAE, Nieva fue catedrático de Escenotecnia de la Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid y profesor titular del Instituto de Teatro de Barcelona.
Premio de Cultura'07 de la Comunidad de Madrid en categoría teatral, entre sus obras figuran: el cómic El rayo colgado (1989); la novela El viaje a Pantaélica (1994); Granada de las mil noches (1994); Centón de teatro (1997); De frailes y monstruos (1999); y los cuentos de Argumentario clásico (2001).
También las memorias Las cosas como fueron (2002); el Manuscrito encontrado en Zaragoza (2003); La mutación del primo mentiroso o el estilo que mata, Viva el estupor/Los Mismos y subtitulado Dos comedias televisadas (2005); las cuatro obras cortas de Misterio y Festival (2005); Catalina del demonio (2007); sus Obra Completa (2007), unas 5.000 páginas publicadas por Espasa en sus Clásicos Castellanos y El cíclope (2009).
En 2015, ya con 90 años, Nieva cumplió "un sueño de siempre" con la publicación de Teatrillo Furioso, que incluyó dos de sus obras inéditas, Farsa y calamidad de Doña Paquitas de Jaén y La misa del diablo.