La música vuelve a Bataclan un año después del horror yihadista en París
- La sala acoge un concierto de Sting justo la víspera del aniversario del ataque
- Las entradas para el recital, un millar, se han agotado en apenas una hora
La música vuelve a Bataclan este sábado: justo la víspera del aniversario de los atentados de París, la sala, en la que murieron 90 personas durante el asalto de tres yihadistas, reabre sus puertas con un concierto especial de Sting que servirá para recordar a las víctimas y, en palabras del artista británico, "celebrar la vida".
En estos doce meses, la sala parisina ha sido completamente reconstruida, aunque se ha decorado de forma idéntica a cómo estaba aquella noche del 13 de noviembre de 2015, cuando Ismail Mostefai, Samy Amimour y Foued Mohamed-Aggad irrumpieron en pleno concierto de los Eagles of Death Metal armados con fusiles de asalto y explosivos adosados al cuerpo.
La masacre desatada en el interior de la sala fue el ataque más sangriento de todos los que sacudieron la capital francesa esa noche y solo terminó cuando la Policía asaltó el recinto, horas después. Desde entonces, Bataclan se ha convertido en uno de los principales lugares para rendir homenaje a las víctimas, tal como harán este sábado Sting y el millar de asistentes que agotaron las entradas en apenas una hora.
El antiguo líder de Police tiene previsto presentar su último disco, 57th and 9th, y los beneficios del concierto, según ha precisado Sting su página web, irán dirigidos a las asociaciones Life for Paris y 13 Novembre: Fraternité Verité, ambas en ayuda a las víctimas de los atentados, que dejaron en total 130 muertos y más de 300 heridos. En su comunicado, Sting llama a "recordar y honrar a aquellos que perdieron la vida en el ataque del año pasado, celebrar la música y la vida que representa esta sala de espectáculos mítica".
Pistoletazo de salida para los homenajes a las víctimas
"Tiene muchas ganas", corrobora el codirector de Bataclan, Jules Frutos, en declaraciones a la radio RTL recogidas por AFP. Sobre la seguridad, ha subrayado que “se hará todo lo necesario para este concierto y para todos los que vengan después, como hacen todas las salas”, aunque ha destacado la instalación de sistemas de videovigilancia.
Los atentados de París, reivindicados por el grupo yihadista Estado Islámico, han supuesto en enorme impacto en la sociedad francesa y han marcado la política de seguridad del Gobierno de François Hollande, que mantiene el estado de emergencia. Eso no ha evitado otros atentados graves, como el cometido en Niza por un suicida a bordo de un camión el día de la fiesta nacional, si bien otros eventos, como la Eurocopa de fútbol, no han sufrido ataques.
El concierto de Sting será el pistoletazo de salida para toda una serie de actos de conmemoración de las víctimas de los atentados, si bien las autoridades aún no han desvelado los actos oficiales. Life for Paris tiene previsto recordar la masacre "con sobriedad" y ha convocado una concentración en el ayuntamiento del distrito 11, que la noche de los ataques acogió a los heridos tanto de Bataclan como de los bares y restaurantes atacados por otro de los comandos terroristas.
El ayuntamiento de París también ha confirmado que el domingo, día del aniversario de los atentados, se desvelará una placa conmemorativa frente a la sala de conciertos, que permanecerá cerrada durante esa jornada. "Será un momento de recogimiento, no haremos nada. Cada uno recordará como desee", ha comentado en rueda de prensa el presidente de Bataclan, Jérôme Langlet.
Recuperar el pulso de la música
Tras el concierto de Sting, programado a última hora como un recital especial, la sala acogerá dos conciertos de Pete Doherty, el 16 y el 17 de noviembre, mientras que el 25 de noviembre será Marianne Faithfull, que vive en París y que actuará en Bataclan para interpretar por primera vez They come at night (Vienen de noche), una canción que escribió justo después de los atentados.
Les seguirán artistas como el senegalés Youssou N’Dour, el grupo Tinariwen, la francoisraelí Yael Naim y los franceses FFF. En cualquier caso, otros han declinado tocar en Bataclan, como el cantante Francis Cabrel: "Sería demasiado emoción para mí", decía en una entrevista reciente: "Lo siento, pero supera mis fuerzas".
Bataclan, una de las salas de música más emblemáticas de París, se ha convertido durante el último año en lugar de peregrinaje para todos aquellos que quieren rendir homenaje a las víctimas de los atentados, desde ciudadanos anónimos hasta líderes mundiales, como el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, o el ex primer ministro británico, David Cameron.
También han vuelto al lugar algunos de los supervivientes de la masacre: "Salí de Bataclan convertido en un monstruo sediento de sangre y con dientes que trataba de comerme", relataba en octubre, durante una de esas visitas, Caroline Langlade, vicepresidenta de Life for Paris. "Y era solo una sala con muros donde ocurrió una tragedia. Lo trágico no es el edificio".