Más de un tercio de los menores españoles están en riesgo de exclusión social, según un estudio
- España es el cuarto país por la cola en justicia social dentro de la UE
- La Fundación Bertelsmann denuncia que crecen los trabajadores pobres
Más de un tercio de los niños y adolescentes en España (el 34,4%) están en riesgo de caer en la pobreza o exclusión social frente al 28,6% de la población total, una tendencia que se repite en la Unión Europea (UE), según un estudio que publica la Fundación Bertelsmann.
En 2015 España ocupaba el puesto 25 de los 28 países de la UE en el índice general de justicia social (el cuarto por la cola), cuando el año anterior tenía el lugar 23.
La clasificación de España en este índice ha empeorado desde su primera edición de 2008, lo que refleja que el país se enfrenta a una serie de "importantes desafíos políticos para lograr una justicia social de base amplia", el mayor de ellos "garantizar un amplio acceso al mercado laboral", señala el informe.
Paro juvenil y desempleados de larga duración
El documento subraya que, "a pesar de los síntomas de recuperación de la brutal recesión", entre ellos la caída de la tasa de desempleo hasta el 22,2% en 2015 frente al 26,2% en 2013 y después de que subiera del 11,3% en 2008, "el mercado laboral del país está lejos de ser inclusivo".
De los 4,6 millones de jóvenes entre 15 y 24 años sin empleo a escala europea -el 20,4%-, destaca la tasa de paro juvenil en España -del 48,3%-, la segunda más alta de la UE y prácticamente el doble que la de 2008.
Asimismo, desde que empezó la crisis los parados de larga duración en España aumentaron del 2% del 2008 a un "alarmante" 11,5% en 2015, mientras que las personas con un nivel de formación inferior al segundo ciclo de la educación secundaria tienen una tasa de desempleo mucho más alta, del 28,9%, la segunda más elevada de la UE
Un mercado laboral "excepcionalmente inseguro"
En general, "el mercado laboral español continúa siendo excepcionalmente inseguro" y a España le corresponde el puesto 25 en cuanto a tasa de empleo y el 27 al analizar el índice de desempleo.
El riesgo de pobreza o exclusión social afectó en 2015 a escala europea a 25,2 millones de menores de 18 años -el 26,9%-, un punto menos que un año antes, y es más acentuado en los países del sur de Europa, siendo la cifra en España la quinta más elevada.
En tanto, el 17,3% de los jóvenes de la UE de entre 20 y 24 años ni estudian ni trabajan, porcentaje que en España asciende hasta el 22,2%, la sexta cifra más elevada de ninis junto a Chipre de todos los países comunitarios. "Estos jóvenes viven totalmente fuera del sistema laboral y educativo y, por consiguiente, apenas tienen oportunidades de promoción social", advierte el informe.
El índice pone de relieve también la brecha intergeneracional: a escala europea, el porcentaje de menores afectados por pobreza o exclusión social es con un 26,9% considerablemente mayor que el de las personas de más de 65 años, que incluso se ha reducido hasta el 17,4% en 2015, frente al 24,4% en 2007.
La decepción da alas al populismo
"La creciente falta de perspectivas de muchas personas jóvenes da alas a los movimientos populistas en auge. No podemos correr el riesgo de que la juventud se retire decepcionada y frustrada de la sociedad", advierte el presidente de la Fundación Bertelsmann, Aart De Geus.
A pesar de que Europa se está recuperando lentamente de la crisis económica y de una tendencia al alza en el mercado laboral, el riesgo de pobreza no ha registrado una disminución significativa, advierte el informe.
Así, uno de cada cuatro ciudadanos de la UE -118 millones de personas o un 23,7%- continúan en riesgo de pobreza o exclusión social; en España este porcentaje asciende al 28,6%, el noveno más elevado de los países comunitarios.
Llama la atención, según los expertos, que siga aumentando la cifra de personas en riesgo de pobreza a pesar de tener un trabajo remunerado y a tiempo completo, un 7,8% en 2015, lo que se explica por "un creciente sector de salarios bajos y una división de los mercados laborales en formas regulares y atípicas de empleo".
Este aumento de "trabajadores pobres" es preocupante, según el estudio, pues "un trabajo a tiempo completo no solo debe asegurar el salario, sino también el sustento", en palabras de De Geus.