Nach se desnuda en 'Hambriento', su primer libro de poesía y proyecto más personal
- RTVE.es entrevista al artista de rap, que publica el libro de poemas Hambriento
- “Tengo hambre de vivir, sentir, de amar y ser amado, de conquistar y abarcar”
- Es un libro dinámico que habla del amor, la pérdida, el dolor y la soledad
- Se desliga del estilo del hip-hop para escribir con un verso libre
“Los últimos cuatro años de mi vida han sido como un río fluyendo hacia una montaña”, escribe Nach en el prólogo. Una montaña de ansiedad, de sentimientos, de desamor, soledad y cambio. Así es Hambriento (Planeta, 208 páginas, 14,90€), el primer libro de poesía que acaba de publicar la estrella del hip-hop y con el que el artista se desnuda ante su público, más acostumbrado a escuchar que a leer al “guerrero de la rima”.
RTVE.es ha entrevistado al rapero, que acaba de presentar en Madrid este libro con el que invita a visitar su alma a quien quiera conocer su parte más personal.
Hambriento es el título: “Tengo hambre de vivir, de sentir, de notar afecto y que ese afecto me sea devuelto, de amar y ser amado, de abarcar y conquistar”, confiesa el poeta urbano. Todo esto es lo que plasma en un libro dividido en cinco apartados que representan las etapas que ha vivido en estos últimos años.
“A raíz de una situación personal en la que mi vida cambió un poco hace unos cuatro años empecé a sentir cosas de manera más intensa a nivel vital. Todo eso me hizo sentir un poco de ansiedad de querer abarcar mucho, intentar vivir muchas cosas”, explica el artista, que añade que este libro le ha permitido “liberar sensaciones mucho más profundas y distintas de manera mucho más libre (que el rap)".
Un libro en cinco actos
El título del libro, Hambriento, coincide con la primera parte del mismo. Presentada con una cita de Unamuno, considerado un experto en expresar precisamente las inquietudes del espíritu y de hablar de la angustia espiritual, el autor inicia una trayectoria vital con sus inquietudes.
“Me arde la vida”, dice el primero de sus poemas. Las temáticas del amor, la pasión, las ilusiones por lo sencillo y sin lujos (“porque mi pequeño barco está construido con la honestidad del que sabe que nada es y nada anhela”) son los que inundan esta primera parte, cuyo poema principal es, precisamente, el del hambre:
"Hambre
Maldita
De vivir, de abarcar,
De estar en todo
Al mismo tiempo"
Pero, a veces, “el hambre lleva consigo un grado de sufrimiento considerable, porque no siempre se sacia o se cumple”, cuenta el artista, que insiste en que, precisamente, todo eso es lo que intenta ordenar en el libro, “ese hambre y ese vacío”.
Desamor y soledad
A esta primera parte le siguen otras cuatro. "Puertas y maniquíes" se centra en el desamor y en el amor, el cual es incompatible con la libertad, ya que “un amante es siempre un esclavo”, como recuerda Germaine de Stäel en una referencia. “Qué importantes son otros cuerpos para que así Siberia no nos acuda”.
"Vómitos de soledad" hace honor a su nombre, con una presentación de Machado (“poned atención: un corazón solitario no es un corazón”) porque, como dice Nach, “un hombre solo siempre está en mala compañía”.
Y tras hablar de la culpa, de la condena, y del dolor por las pérdidas, como la de su hermana hace ya 27 años y de la que siempre se acuerda, y siempre está presente en sus obras, "Volviendo a casa", la cuarta parte del libro, recuerda todo el recorrido vital del autor y hace un balance.
“"Mis muebles eran los mismos pero estaban cambiados porque yo había cambiado"“
“Salí de casa, busqué y encontré gente, experiencias, viví muchas cosas buenas y también me decepcioné, viví momentos de soledad y volví a casa. Mis muebles eran los mismos pero estaban cambiados porque yo había cambiado”, confiesa Nach.
El quinto y último apartado del libro es el de "Momentos", pensamientos escuetos que han surgido en la mente del músico a lo largo de todo este viaje.
Poesía como terapia
Nach reconoce que escribir este libro le ha servido “para ordenar emociones, sentimientos, el pasado y el futuro”. Ha sido una evasión de todo.
El proyecto vino como “una necesidad de escribir poesía de forma más libre, sin estar tan atado al rap, a su tempo”, confiesa el autor.
Pero aunque es la primera vez que se sumerge en este género literario, no es un inexperto en la materia. Nach, licenciado en Sociología, confiesa con humildad ser un lector ávido que cuenta con múltiples referencias literarias, como puede ser la poesía de la Generación del 27, Jaime Gil de Biedma, o poetas urbanos más alternativos como Batania, del que el artista es un fiel seguidor.
Su madre y sus hermanos, sus primeras influencias
Considerado el rapero más importante de la escena musical española y con gran influencia en el extranjero, Nach cuenta ya con ocho discos de estudio.
Su incursión en la música vino desde muy pequeño, cuando ya comenzó a dejarse influir por las letras potentes. “Soy el pequeño de ocho hermanos y ellos escuchaban tipos muy distintos de música; sin darme cuenta cogí bastante cultura musical”, recuerda.
“Mi madre me enseñó mucho a nivel de poesía y de refranes, pero no era consciente de que eso me iba a servir muchísimo“
Su madre también le influyo: “Me enseñó mucho a nivel de poesía y de refranes, pero no era consciente de que más adelante eso me iba a servir muchísimo para darme cuenta de lo que a mí me gustaba”.
Por primera vez no está ligado al ritmo
Desde los comienzos del rap, Nach se sintió atraído por este género musical, por su “actitud y su esencia”. Ahí me di cuenta de que, mezclando esa música con una letra donde las imágenes son lo más dinámicas posibles se puede llegar mucho más allá”.
Ahora, por primera vez, su letra no va ligada a un ritmo y quizá por eso su estilo ha sido el del verso libre, sin rima.
“Pretendía desfogarme, hablar con un espejo y hablar de mí mismo“
“Pretendía desfogarme, crear un proyecto interesante, hablar con un espejo y hablar de mí mismo; buscar otras vías de expresión, pretendía crecer y divertirme en el proceso”, cuenta a RTVE.es.
Con él, queda demostrado que la poesía no está muerta. El tirón que tiene entre su público puede dar un empujón a la lectura de este género, que se ha ido renovando con nuevos autores, como los nacidos a partir de los años 90, según Nach; al igual que en la música hay cada vez autores que componen “con una carga de letra bastante buena”. Y la clave está en la gente, “ávida de sensaciones nuevas” en la cultura.