El urogallo cantábrico frena su declive
- Desde hace seis años, se han adoptado importantes medidas de conservación
- Sin embargo, esta emblemática ave sigue en peligro de extinción
- Actualmente solo quedan entre 200 y 300 machos en la Cordillera Cantábrica
El urogallo cantábrico, una subespecie de ave endémica de la Cordillera Cantábrica y en peligro de extinción, ha frenado su declive poblacional gracias a medidas de conservación puestas en marcha en los últimos seis años por el Gobierno español, las comunidades autónomas implicadas en su gestión (Asturias, Cantabria y Castilla y León), la sociedad civil y el sector empresarial.
Se calcula que el urogallo cantábrico ha desaparecido del 70% de los lugares que ocupaba hace apenas tres décadas y actualmente quedan entre 200 y 300 machos en la Cordillera Cantábrica. Para contribuir a su recuperación, hace seis años se puso en marcha el proyecto europeo LIFE+ Urogallo cantábrico, coordinado por la Fundación Biodiversidad, del Ministerio de Agricultura y pesca, Alimentación y Medio Ambiente, y apoyado por la Fundación Iberdrola España y el Organismo Autónomo Parques Nacionales.
Este proyecto comenzó a desarrollarse en octubre de 2010 y concluirá el próximo mes de diciembre. Su área de actuación comprende 16 ZEPA (Zonas de Especial Protección para las Aves) de la Red Natura 2000 en la Cordillera Cantábrica, donde se han puesto en marcha acciones urgentes de conservación, participación social, sensibilización y divulgación. Sus resultados fueron presentados este martes en un seminario en Ponga (Asturias).
El subdirector general de Medio Natural del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Aymerich, ha subrayado que este departamento seguirá apostando por la conservación del urogallo cantábrico después del proyecto LIFE+ y apuntó que la estrategia deberá ser actualizada en el futuro, aunque el Gobierno seguirá trabajando para preservar esta subespecie de ave.
El director del proyecto LIFE+ Urogallo cantábrico y subdirector de la Fundación Biodiversidad, Ignacio Torres, ha señalado que esta iniciativa ha permitido sentar las bases de la conservación futura de la subespecie por la experiencia y el conocimiento técnico adquirido en estos seis años.
Desde que el proyecto comenzara en 2010, se realizaron tratamientos selvícolas en más de 500 hectáreas para favorecer el hábitat del urogallo, se retiraron o señalizaron 60 kilómetros de vallados peligrosos y se actuó para eliminar el riesgo de electrocución y reducir el impacto acústico de la subestación eléctrica situada en el Puerto de Panderruedas (León).
Programa de cría en cautividad
En el seminario también se han dado a conocer las actuaciones del programa de cría en cautividad como medida complementaria a la gestión del hábitat. El centro de Sobrescobio, que alberga 22 ejemplares, cuenta con un 'stock' genético y cautivo de la especie y datos de interés sobre su comportamiento y ecología.
El programa de cría también cuenta con un ejemplar cautivo en el centro de recuperación de fauna silvestre de Cantabria, donde nacieron dos pollos este último año procedentes de la retirada parcial de una puesta del medio silvestre.
Con el proyecto LIFE+, tras los trabajos en el Alto Sil y Omaña (León) se hallaron huevos eclosionados y ejemplares y no se detectaron perturbaciones para la especie. Los urogallos han permanecido en los lugares donde había presencia de ejemplares y han ocupado algunas zonas tratadas aledañas.
Además, se han desarrollado 19 proyectos de custodia del territorio, una herramienta que ha permitido establecer 29 acuerdos voluntarios entre propietarios, entidades sin ánimo de lucro y otros agentes públicos y privados para mejorar la conservación del urogallo y su hábitat.
Entre las acciones de divulgación y educación ambiental, se ha llevado a cabo el programa de voluntariado, en el que se han involucrado 72 voluntarios en la mejora del hábitat del urogallo, y se han organizado talleres escolares, en los que han participado más de 2.000 alumnos.