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La Fiscalía no aprecia extralimitación policial en la intervención en el CIE de Barcelona y archiva la investigación

  • Decenas de inmigrantes argelinos se amotinaron el pasado 1 de noviembre
  • Los antidisturbios de la Policía Nacional no intervinieron directamente sobre los extranjeros
  • La actuación de alguno de los internos sí que podría ser constitutiva de infracción penal

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Imagen del Centro de Internamiento de Extranjeros de la Zona Franca de Barcelona
Imagen del Centro de Internamiento de Extranjeros de la Zona Franca de Barcelona.

El fiscal de Extranjería ha archivado la investigación sobre la actuación de la Policía Nacional y de los funcionarios del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de la Zona Franca de Barcelona durante el motín que protagonizó un grupo de internos el pasado 1 de noviembre, al no apreciar extralimitación policial.

En un escrito, el Fiscal de Extranjería de Barcelona, Fernando Rodríguez Rey, acuerda el archivo de la investigación que abrió el 2 de noviembre pasado a raíz de las quejas de los internos sobre la actuación policial, al concluir que "ni se ha constatado empleo de fuerza, extralimitación o desproporción en la actuación de los funcionarios policiales".

El Fiscal sostiene, por el contrario, que la actuación de algunos de los internos que protagonizaron el intento de fuga y posterior motín sí que podrían ser constitutivas de infracción penal. Así, indica que se han detectado "actitudes violentas y de acometimiento entre los propios internos y hacia los funcionarios policiales, así como la causación de daños intencionados al mobiliario y equipamiento del centro", si bien recuerda que estas eventuales responsabilidades ya las investiga el juzgado de instrucción número 24 de Barcelona.

El ministerio público remarca que la decisión del director del CIE de pedir refuerzos a los antidisturbios estaba justificada ya que "el número de internos que participaban en los altercados era muy elevado, hubo comportamientos violentos con rotura de objetos y mobiliario, se produjeron acometimientos contra funcionarios policiales, se dio inicio a un intento de fuga y algunos de los internos estaban provistos de objetos peligrosos".

En su escrito, el fiscal subraya que el intento de fuga y posterior motín que secundaron un grupo de unos ochenta inmigrantes argelinos tuvo como detonante los "problemas de convivencia que venían produciéndose entre internos de nacionalidad argelina y albanesa", que derivó en una pelea que se produjo el mismo día 1 de noviembre y que requirió la intervención policial.

Por este motivo, argumenta que el origen de los altercados se sitúa en el enfrentamiento entre grupos de internos y que, por lo tanto, "es ajeno" al funcionamiento del centro, ya que no surge ni como protesta por su privación de libertad, ni para denunciar anomalías o deficiencias en el funcionamiento del CIE.

El fiscal, que se entrevistó con cinco de los internos que protagonizaron el motín y posterior intento de fuga, sustenta su decisión de archivar la investigación en el visionado de las imágenes de las cámaras de seguridad, que "proporcionan un relato directo y objetivo de los sucesos a salvo de subjetividad o interpretaciones interesadas".