El presidente de Colombia y el líder de las FARC firman el acuerdo "definitivo" de paz
- Juan Manuel Santos y Timochenko rubrican el nuevo pacto en Bogotá
- Santos admite que es "mejor" que el anterior, rechazado en referéndum
- El líder guerrillero reinvindica "el derecho a disentir, a hacer oposición"
- Ambos han llamado a la reconciliación de toda la sociedad colombiana
El presidente de Colombia, y el máximo responsable de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, han firmado este jueves en Bogotá el nuevo acuerdo de paz que cierra más de medio siglo de conflicto armado, en un acto en el que han apelado a la reconciliación de toda la sociedad colombiana, después de que el primer pacto alcanzado fuera rechazado en referéndum.
"Hoy hemos firmado, aquí en este escenario histórico, ante el país y ante el mundo, un nuevo acuerdo de paz con las FARC. El definitivo, el acuerdo del Teatro Colón", ha destacado Santos tras la firma del nuevo texto, al tiempo que aseguraba que este pacto "es mejor porque recoge las esperanzas y las observaciones de la inmensa mayoría de los colombianos. Del 50 % de los que votaron 'sí' y de un importante porcentaje de los que votaron 'no'".
El nuevo acuerdo incorpora alguna de las exigencias de quienes votaron en contra del que se firmó en Cartagena de Indias el pasado 26 de septiembre y que fue rechazado en referéndum solo una semana después; en cualquier caso, el nuevo pacto será refrendado por el Parlamento colombiano, que ha recibido el texto este mismo jueves, y no se consultará a la ciudadanía.
“Nos hemos empeñado en darnos una nueva oportunidad para acabar con la violencia“
"Nos hemos empeñado en darnos una nueva oportunidad para acabar con la violencia y sembrar las semillas de la reconciliación", ha asegurado el presidente colombiano en su intervención, remarcando que, a pesar del "alto y doloroso costo del conflicto" armado con la guerrilla, la perseverancia de los colombianos ha permitido alcanzar la paz: "Logramos poner fin al conflicto armado con las FARC y sentar las bases para la construcción de una paz estable y duradera, más amplia y más profunda. Logramos parar el desangre y que no haya más víctimas".
El Parlamento lo votará la semana que viene
Para la firma se ha utilizado, al igual que en el primer acuerdo, un balígrafo, bolígrafo fabricado con un casquillo de bala de fusil, que simboliza el tránsito de Colombia de la guerra a la paz, y tras la rúbrica, los cerca de 800 asistentes al acto se han puesto de pie y han tributado un prolongado aplauso, coreando: "Sí se pudo, sí se pudo". A su vez, decenas de personas han seguido el acto en el exterior, a través de dos pantallas gigantes instaladas en la Plaza de Bolívar, a solo dos manzanas del Teatro Colón y uno de los centros neurálgicos de la capital colombiana.
Respecto a los pormenores del acuerdo, Santos ha detallado que el plazo de 180 días para que las FARC dejen las armas y se desmovilicen comenzará una vez el Congreso refrende el acuerdo firmado este jueves. "Espero que, según el procedimiento establecido, la refrendación sea aprobada en el curso de la próxima semana. Ese día será el día D", ha recalcado el presidente colombiano
“En tan sólo 150 días todas las armas de las FARC estarán en manos de las Naciones Unidas“
En este sentido, el mandatario ha anunciado que llamará a todos los partidos políticos para que ayuden a que el pacto entre en vigor cuanto antes: "Convocaré a todos los partidos, a todos los sectores de la sociedad a que participen, contribuyan y logremos así un gran acuerdo nacional para la implementación de la paz". Si se cumplen los plazos previstos, ha prometido Santos, "en tan sólo 150 días todas las armas de las FARC estarán en manos de las Naciones Unidas".
Santos, que este año ha sido galardonado con el premio Nobel de la Paz por sus esfuerzos para acabar con el conflicto colombiano, ha querido recordar que "los muertos, los desaparecidos, los heridos, las víctimas y sus familias han sufrido el terrible enfrentamiento", que llevaron al país a estar "atrapado en este laberinto de violencia".
Derecho a disentir
Del mismo modo, el presidente ha recalcado que "las FARC, como un partido sin armas, podrá presentar y promover su proyecto político. Serán los colombianos quienes, con el voto, lo apoyarán o rechazarán". "Ese es el objetivo de todo proceso de paz. Que los que estaban alzados en armas las abandonen, reconozcan y respeten las instituciones y las leyes y puedan participar en la contienda política en la legalidad", ha subrayado.
“Con este acuerdo no se deponen posiciones, políticas o de conciencia, solo ponemos fin de manera definitiva a la guerra“
En este sentido, Timochenko ha señalado que, en su opinión, "la primera demanda nacional es que se ponga fin al uso de las armas en la política", pero también que "se garantice el derecho a disentir, a hacer oposición". "Con este acuerdo no se deponen posiciones, políticas o de conciencia, solo ponemos fin de manera definitiva a la guerra para confrontar civilizadamente las contradicciones", ha remarcado el líder guerrillero.
El máximo jefe de las FARC ha propuesto también un Gobierno de transición para el cumplimiento del acuerdo: "Destacamos la importancia que tendría para el país la conformación de un Gobierno de transición cuyo propósito fundamental sea el cumplimiento cabal de los acuerdos de La Habana, el cual debería ser integrado por todas las fuerzas y sectores que han trabajado sin tregua por ello", ha dicho Timochenko, sin dar detalles de su propuesta.
Londoño ha subrayado que el pueblo de Colombia está "harto de violencia" e "intolerancia", así como de "estigmas y señalamientos", por lo que "exige cambios profundos". Así, ha pedido que "la palabra sea la única arma de los colombianos", reiterando que el nuevo acuerdo recoge las peticiones de quienes votaron no en el referéndum de octubre.
Una implantación rápida
"Para alcanzar la firma de este acuerdo definitivo los colombianos vivimos más de siete décadas de violencia, medio siglo de guerra abierta, 33 años en procesos de diálogos, un lustro de debates en La Habana, el desencanto del pasado 2 de octubre y el más histórico esfuerzo por conseguir el mayoritario consenso de la nación", ha resumido Londoño.
El jefe de las FARC ha instado, por ello, a que el acuerdo de paz entre en vigor con rapidez: "Reclamamos su implementación pronta y eficaz, a fin de desatar la edificación de la convivencia democrática, la paz y la justicia social en nuestro país", ha apostillado.
“No habrá más violencia entre colombianos por razones políticas“
Timochenko también ha mencionado en su discurso a sus "adversarios políticos", a quienes ha querido enviar un "ramo de olivo" y la "invitación fraternal a convivir en la diferencia". "No habrá más violencia entre colombianos por razones políticas, ese solo hecho debe llenaros de ánimos por trabajar y hacer de nuestra patria un país muchísimo mejor, creemos indispensable que para el bien del país la palabra sea la única arma que nos permitamos usar los colombianos", ha concluido.
El acto se ha cerrado con la interpretación de la cumbia Violencia, compuesta hace décadas por el maestro José Barros, a cargo de la cantante Cecilia Silva Caraballo, del grupo cartagenero Tambores del Cabildo, una canción que habla de la "maldita violencia" que "no permite que reine la paz".