Nicolas Winding Refn: "La obsesión por la belleza no ha decaído en los últimos dos mil años"
- El cineasta danés estrena este viernes 25 The neon demon
- RTVE.es entrevista al director de Drive, que presenta su décimo largometraje
- "Para estar vivo en la industria hay que hacer películas baratas para que ganen dinero", dice
Habitual en la Sección Oficial del Festival de Cannes desde que ganó el premio a mejor director con Drive (2011), Nicolas Winding Refn volvió por tercera vez consecutiva al festival francés con su última película, The neon demon, cinta con la que el cineasta danés hizo honor a su controvertida fama y no dejó indiferente a nadie, dividiendo a la crítica. Su aterradora visión del mundo de la belleza sí conquistó al jurado de la crítica del Festival de Sitges hace un mes, que le dio su premio, y por fin llega a las pantallas españolas este viernes 25.
Protagonizada por Ellen Fanning, Keanu Reeves, Jena Malone y Christina Hendricks, la película cuenta cómo Jesse (Fanning), una joven de 16 años, llega a Los Ángeles con el sueño de convertirse en modelo. Su ascenso fulgurante y su pureza suscitan celos y codicia. Algunas chicas se rinden ante ella, mientras que otras están dispuestas a todo para robarle su belleza.
Winding Refn, que ahora firma sus películas como "NWR", llevaba tiempo queriendo llevar al cine una historia sobre el poder de la belleza, un mundo que conoce desde dentro de su etapa como director de publicidad para marcas como Gucci, Yves Saint Laurent y H&M.
"Me parecía interesante hablar de esto porque esa obsesión por la belleza que tenemos todos, es el único bien activo que no ha decaído en los últimos dos mil años. Pero la longevidad de esa belleza ha ido menguando también, dado que definimos la belleza en términos temporales, y cada vez tiene que ser más y más joven, con lo que se convierte en un círculo vicioso que tiene que retroalimentarse sobre sí mismo para mantener su único ecosistema.", explica en una entrevista con RTVE.es el director, que recuerda que piensa en ello también como padre de dos hijas jóvenes.
El sórdido mundo de la moda
"La belleza no lo es todo. Es lo único". "No sé cantar, no sé bailar, no sé escribir. No tengo talento. Pero soy guapa y puedo hacer dinero con ello". Son frases de los personajes de The neon demon que muestran el papel elevado que se le da a esa cualidad en el mundo actual.
"Por supuesto que la belleza interior es donde radica la auténtica belleza, pero en un mundo cada vez más dominado por la revolución digital, vemos cada vez más lo que está delante que lo que está dentro", reflexiona Winding Refn, un director, paradójicamente, muy preocupado por la estética de sus cintas, como vuelve a demostrar otra vez, llegando al extremo de adecuar objetivos anamórficos Crystal Express para proporcionar un "acabado cosmético" a los rostros.
No obstante, en su particular homenaje al cine de terror, la belleza se mezcla con necrofilia, canibalismo y muerte, cuestiones que para el cineasta no son tan contradictorias como podría parecer: "Cuanto más bello más muerto parece", sostiene el director, que, dada la temática de su décimo largometraje, quiso rodearse del "máximo número de mujeres posible" para acometerlo, desde las dos jóvenes guionistas con las que coescribe el guion -Mary Laws y Polly Stenham-, a la directora de fotografía, la argentina Natasha Brier, además de su mujer e hijas.
"Quería alimentarme de todo lo que podían darme esas mujeres mientras hacía la película. Quería todas las posibles soluciones de cómo una mujer vería esa película", explica el director de The neon demon. "¿Que qué le pareció a mi mujer? Ella no es una gran fan de mis películas. Le gusta Drive. Así que estaba un poco nervioso cuando la vio y al verla dijo ‘bueno, no está mal, está bastante bien, mejor que Drive’. La verdad es que me quedé bastante aliviado", cuenta con una sonrisa Refn, quien se niega a elegir entre uno de estos dos títulos porque "es imposible elegir entre tus hijos y me gustan ambas".
Hacer películas baratas que ganen dinero, la clave
De cualquier manera, el que probablemente sea el enfant terrible del cine danés más conocido después de Lars von Trier, no se preocupa por lo que la crítica diga de sus trabajos y simplemente hace "las películas que a mí me gustaría hacer".
Y para poder hacerlas y "mantenerse vivo en esta industria", Winding Refn desvela la clave: "Lo único que te ayuda es que películas ganen dinero, así que siempre hago películas poco caras y, haga lo que haga, siempre sacan algo de dinero".