La Policía encontró huellas del pederasta de Ciudad Lineal y de una víctima en el colchón de su piso
- En su vivienda de Hortaleza, donde presuntamente Ortiz agredió a dos niñas
- Una de las víctimas tenía 9 años y fue raptada en abril de 2014
Dos policías han declarado este martes, en el juicio contra el presunto pederasta de Ciudad Lineal, Antonio A. Ortiz, que hallaron varias huellas en el cubrecolchón del piso donde Ortiz agredió presuntamente a dos niñas, huellas que correspondían tanto a él como a su segunda víctima, una menor de 9 años raptada el 10 de abril de 2014.
Los policías han revelado esa información ante el tribunal de la Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Madrid, encargada de juzgar a Antonio Ángel Ortiz, de 44 años, quien fue detenido en septiembre de 2014 y para quien la Fiscalía pide 77 años de prisión por secuestrar y agredir sexualmente a cuatro niñas.
En concreto, los agentes han señalado que encontraron un total de cinco huellas de Ortiz en la funda del colchón del piso de la calle Santa Virgilia, en el distrito madrileño de Hortaleza, donde presuntamente Ortiz agredió a dos niñas.
Junto con esas huellas, estaban otras cuatro que correspondían, según los agentes, a la segunda niña agredida presuntamente por el acusado.
Coinciden con el "tamaño y dibujo" de las zapatillas de la menor
También coinciden, según han revelado otros dos peritos, las tres huellas encontradas en el piso "con el tamaño y el dibujo" de unas zapatillas de la citada menor que fueron facilitadas a los investigadores para su cotejo.
Si bien, han aclarado: "Nosotros decimos que coinciden marca, dibujo y tamaño pero no afirmamos categóricamente que sea esa huella".
Respecto a la huella encontrada en el envoltorio de una piruleta que, según el sumario, encontró la Policía en el citado domicilio, los agentes han dicho que no tenía valor identificativo.
No obstante, también reza el sumario, al que ha tenido acceso Efe, que la citada menor manifestó ante la Policía que su presunto agresor le había dado una piruleta.
Esta niña, conocida como TP3 fue la que ofreció más detalles sobre el citado piso de la calle Santa Virgilia, en concreto, el croquis que realizó sobre el domicilio fue clave para los investigadores.