El presidente de Gambia pierde las elecciones tras 22 años en el poder
- El opositor Adama Barrow gana las presidenciales con el 43,9% de los votos
- El hasta ahora presidente ha llevado una política de represión y autoritarismo
- El país vive hundido en una profunda crisis económica
El presidente de Gambia, Yahya Jammeh, ha perdido las elecciones tras 22 años en el poder frente al candidato la coalición opositora del Partido Democrático Unido (UDP), Adama Barrow, según ha informado la comisión electoral.
El presidente de la misma, Alieu Momar Njie, ha dicho que Jammeh va a reconocer su "derrota" en los comicios, celebrados el jueves en una jornada en que las autoridades cortaron las comunicaciones telefónicas y el acceso a internet.
Yammeh, que ha gobernado con mano de hierro el pequeño país africano desde 1994, ha obtenido el 40,4% de los votos, frente al 43,9% logrado por el líder opositor.
El tercer candidato, el líder del partido Congreso Democrático Gambiano (CDG), Mammah Kandeh, obtuvo el 17% de los sufragios, según los resultados divulgados por el presidente de la Comisión Electoral Independiente (CEI) en una comparecencia emitida por la televisión estatal.
Unos 900.000 electores estaban llamados el jueves a las urnas, en una jornada electoral que transcurrió con normalidad, pese a la decisión de las autoridades de suspender las comunicaciones con el exterior.
22 años de autoritarismo
La victoria de Barrow pondría fin a 22 años de poder autoritario de Jammeh, de 51 años, que derrocó a Dawda Jawara tras liderar un golpe de Estado militar contra él.
"Somos libres. Ya no seremos esclavos de nadie", declaraban los opositores tras conocer la derrota de Jammeh.
El mandatario gambiano ha sido acusado con frecuencia de ejercer una violenta represión política, de restringir la libertad de la prensa y de atentar contra los derechos humanos, especialmente en relación a colectivos como los homosexuales, a quienes ha amenazado con decapitar.
También es conocido su carácter excéntrico y supersticioso. Ha llegado a afirmar que había logrado crear con hierbas una cura para el SIDA que sólo funcionaba los jueves. Una vez al año también invitaba a cientos de mujeres a la casa presidencial donde personalmente les administraba otra supuesta cura contra la infertilidad.
Pero también se ha dedicado a la caza de brujas, literalmente. Ha llegado a arrestar a cientos de personas por sospechar que hacían brujería y a amenazarles con cortarles la lengua.
No en vano, Gambia se ha hundido aun más en la pobreza, y más de la mitad de su población vive con menos de dos dólares al día.
El nuevo presidente electo, Adama Barrow, un empresario de 51 años que hereda un país sumido en una grave crisis, anunció durante la campaña que una de las prioridades de su mandato de cinco años sería sanear la economía del país.