Rajoy enfría la reforma de la Constitución ante la falta de consenso y los riesgos de un referéndum
- El 6 de diciembre es el aniversario de la ratificación de la Constitución española
- Al acto han faltado diputados de Podemos como Iglesias y también nacionalistas
- Esta legislatura se presenta proclive a la ansiada reforma constitucional
- Pastor: No se puede sustituir por otra "solo pensada por y para algunos"
El Gobierno en pleno, diputados, senadores y representantes de diferentes instituciones se han dado cita este martes 6 de diciembre, como cada año, en el Congreso para celebrar el 38º aniversario de la Constitución española, un acto que ha estado marcado por el debate sobre si es necesaria su reforma.
Una reforma que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha enfriado ante la falta de consenso político y los peligros que conlleva un referéndum, con el ejemplo inmediato que se acaba de vivir en Italia. Rajoy ha asegurado que el PP está "siempre dispuesto a considerar cualquier reforma" de la Constitución que "sea razonable", pero ha defendido que antes se fije con "claridad" lo que no se toca.
En este sentido, ha advertido que hay pilares básicos inamovibles como la unidad de España, la soberanía nacional, la igualdad de todos los españoles, la pertenencia a Europa y los pilares del Estado del bienestar.
"A partir de ahí, se puede hablar, pero debemos ser prudentes. Esto no es un asunto para ocurrencias ni para historias, ni para frivolizar. Es un asunto, como se hizo en 1978, para hacer las cosas muy bien", ha resaltado.
Así lo ha asegurado públicamente Rajoy a su llegada al Congreso de los Diputados para participar en el acto oficial conmemorativo de la Constitución. Después, en una charla informal con los periodistas, se ha mostrado aún más cauto y ha enfriado la posibilidad de abrir en este momento esa modificación dada la composición de la Cámara Baja.
De hecho, se ha remitido al referéndum convocado en Italia sobre la reforma constitucional y que ha acabado con la dimisión del primer ministro, Mateo Renzi. "¡Ahora voy a convocar yo un referéndum!", ha proclamado Rajoy con ironía ante los periodistas.
No basta con PP, PSOE y Ciudadanos
Lo sucedido en Italia ha estado presente en los diferentes corrillos de la fiesta de la Cámara Baja y, en las filas del Gobierno y del PP se ha puesto el acento en los peligros que conlleva un referéndum, dado que abrir esa vía aconseja contar con Podemos y, a ser posible, también con los nacionalistas.
En España, si la reforma de la Constitución afecta al título preliminar (la definición de España), los derechos fundamentales o la Corona, es obligatorio celebrar un referéndum e incluso disolver las Cortes para que un nuevo Parlamento revalide la reforma. En el resto de temas, el referéndum es posible siempre que lo pida el 10% de una Cámara, lo que en el Congreso supone solo 35 diputados.
El propio Rajoy ha admitido en una charla informal con los periodistas que para reformar la Ley fundamental no puede haber solo un pacto de PP y PSOE, sino que se necesita una mayoría tan amplia y un nivel de consenso como el que hubo en 1978. "No se puede reformar la Constitución sin una inmensa mayoría", ha dicho Rajoy.
Debate "sosegado y respetuoso con los procedimientos"
En su discurso institucional en el Salón de los Pasos Perdidos, la presidenta del Congreso, Ana Pastor, ha reclamado esa misma prudencia, y ha avisado de que aunque es posible reformar el texto constitucional, no puede sustituido por otro "pensado solo por y para algunos", pues, a su juicio, tiene que ser fruto de un "acuerdo entre todos", como lo fue la actual Carta Magna en 1978.
"No se puede modificar la Constitución al margen de la misma, ni tendría sentido que la que ha sido la Constitución de todos fuese sustituida por una Constitución pensada sólo por y para algunos", ha resumido.
Pastor ha subrayado que para la reforma constitucional es preciso un debate "profundo, sosegado, abierto a la sociedad y respetuoso con los procedimientos", pues, a su juicio, el debate parlamentario "debe procurar construir y no demoler", y aceptar la presencia y la legitimidad de todos los grupos que representan al conjunto de los españoles.
Además, ha asegurado que para que el debate dé sus frutos se requiere el diálogo y acuerdo de todos los partidos "mediante la discusión ordenada y sensata". En este sentido, ha recordado que en esta legislatura se van a necesitar "grandes dosis de disposición, diálogo y capacidad de transacionar".
La oposición reclama reformar la Constitución
Todos los grupos de la oposición han coincidido en que es momento de reformar la Constitución española. Lo han dicho justo antes del inicio del acto oficial en el Salón de los Pasos Perdidos.
El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, ha sido el primero en reclamar una "modernización y actualización" de la Carta Magna, Para ello, ha pedido al resto de fuerzas políticas que sean "valientes" para afrontar una reforma que consiga el mayor de los consensos posibles "sin privilegios" para ningún territorio.
Rivera ha dejado claro que su formación defenderá la "igualdad" de todos los españoles" y que no aceptarán ninguna negociación sobre la "ruptura" de España. "Como catalán que soy, se nos olvida que la mayoría de los catalanes queremos seguir juntos y reformar la Constitución para mejorarla", ha advertido.
Por su parte, el presidente de la gestora del PSOE, Javier Férnández, ha admitido que su partido no ha hablado aún con el jefe del Ejecutivo sobre la reforma, pero tiene intención de abrir el debate y para ello, quiere plantear una subcomisión en el seno de la Comisión Constitucional del Congreso.
Pero antes de presentar esa propuesta, ha asegurado que buscará "consenso", al igual que fue necesarios para su creación hace 38 años. También ha insistido en que la Carta Magna hay que "reformarla, que no cambiarla" porque así es la "mejor forma de fortalecerla".
Podemos denuncia que "las violaciones sistemática" de la Constitución
Y aunque al acto oficial en la Cámara Baja ha habido algunas ausencias destacadas, como la del líder de Podemos, Pablo Iglesias, y de su 'número dos', Íñigo Errejón, sí que han acudido algunos representantes de la formación morada como el secretario de Organización, Pablo Echenique, y la responsable de Análisis, Carolina Bescansa.
Antes de entrar al acto oficial, Echenique ha denunciado las "violaciones sistemáticas" que han hecho y hacen los Gobiernos del PP y el PSOE y ha citado como ejemplo de derechos que no se respetan el del trabajo, el de la vivienda o el de las pensiones.
También ha señalado que la actual Constitución es el "punto de partida" para una nueva, y no "una suerte de jarrón chino que no se pueda tocar". Por su parte, Bescansa ha explicado que la Constitución que quiere Podemos es una en la que se blinden los derechos sociales y que garantice el derecho de la gente a "expresarse cómo quieren articularse y relacionarse" con el resto del país.
Ausencias destacadas
Pero las ausencias de los diputados de Unidos Podemos no han sido las únicas. Tampoco han acudido a la celebración del 38 aniversario de la Constitución los portavoces de todos los partidos nacionalistas de la Cámara. Así, no han estado ni el portavoz del PDECat, la antigua Convèrgencia, Francesc Homs, ni el del PNV, Aitor Esteban, ni los representantes de ERC ni de EH-Bildu.
En cuanto a los presidentes autonómicos, solo han asistido al acto en el Congreso algunos como la madrileña Cristina Cifuentes, el gallego Alberto Núñez Feijóo y el asturiano Javier Fernández, que también ha acudido en calidad de responsable de la gestora del PSOE, la presidenta de Andalucía, Susana Díaz; el de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, y el Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page.
Por contra, como suele ser habitual, los presidentes autonómicos nacionalistas de Cataluña, Carles Puigdemont, y del País Vasco, Iñigo Urkullu, no han acudido a la celebración, pero este año se han sumado también otros por tener actos en sus comunidades u otros compromisos.
En este último grupo se encuentran los los mandatarios de Aragón, Javier Lambán; Comunidad Valenciana, Ximo Puig; Baleares, Francina Armengol; La Rioja, José Ignacio Ceniceros; Murcia, Pedro Antonio Sánchez; Castilla y León, Juan Vicente Herrera; Ceuta, Juan Jesús Vivas; Melilla, Juan José Imbroda, y Canarias, Fernando Clavijo.
Otra de las polémicas del día se ha producido en Cataluña, donde ediles de unos 300 ayuntamientos han decidido acudir a sus puestos de trabajo.