Los rebeldes sirios pierden el control del casco histórico de Alepo
- Las fuerzas gubernamentales siguen ganando terreno en el este
- Los rebeldes han ofrecido una tregua humanitaria de cinco días
- Miles de civiles siguen huyendo de la ciudad ante los combates
- Las potencias occidentales piden a Siria y Rusia una tregua
El Ejército sirio controla ya el casco histórico de la ciudad de Alepo, tras arrebatar los barrios de Bab al-Hadid y Aqyul a los rebeldes, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, ena organización con sede en Londres que monitoriza el conflicto de Siria.
El Observatorio ha explicado que el Ejército avanza desde el martes con cobertura de la aviación y la artillería, expulsando a los rebeldes de los dos barrios del centro histórico. La agencia de noticias oficial siria, SANA, ha ratificado que unidades militares "restauraron la seguridad y la estabilidad" en Bab al Hadid y Aqyul.
Mientras tanto, continúan los bombardeos sobre los distritos de Al Kalasa y Bustán al Qasr, aún en posesión de los rebeldes. Con todo, estos han perdido en las últimas semanas dos tercios del terreno que controlaban en Alepo, la ciudad más poblada del país antes de la guerra, de forma tan sólo controlan ya el sureste.
Los rebeldes piden una tregua
Ante el avance del Ejército del régimen de Bachar al Asad, los rebeldes han hecho llegar una oferta para un alto el fuego inmediato de cinco días. En esa "iniciativa humanitaria", firmada en nombre del Consejo de Liderazgo de Alepo, piden también la evacuación de civiles y de 500 heridos en situación crítica, todo ello bajo la supervisión de la ONU.
Sin embargo, el Gobierno sirio advirtió este martes de que rechazará cualquier tregua que no suponga una salida de los rebeldes de Alepo y este miércoles ha denunciado que sigue sufriendo ataques del otro bando: según SANA, al menos doce personas han muerto y otras 64 han resultado heridas a lo largo de la jornada por el impacto de cohetes contra áreas bajo el control de las autoridades sirias.
Durante los combates, un asesor militar ruso, el coronel Ruslán Galitstski, ha muerto, según ha confirmado el Ministerio de Defensa de Rusia, que detalla en un comunicado que el oficial "resultó herido en un ataque con fuego de artillería perpetrado por los guerrilleros de la llamada oposición armada contra los barrios de la parte occidental de Alepo". Se trata de la tercera baja mortal que sufren los militares rusos en Siria en lo que va de semana.
Las potencias occidentales culpan al régimen y a Rusia
Los grandes damnificados de los constantes combates en la ciudad son los civiles: Naciones Unidas ha denunciado este miércoles que la población sigue huyendo de los distritos del este de Alepo, con más de 2.000 personas desplazadas en apenas dos días. Se estima que al menos 80.000 personas han huido de la ciudad desde el 15 de noviembre, cuando se recrudeció la ofensiva de las fuerzas gubernamentales contra los rebeldes.
Ante esta situación, las potencias occidentales han condenado en un comunicado conjunto al régimen sirio y a Rusia por impedir la entrada de ayuda humanitaria a Alepo y por el bombardeo de instalaciones civiles y médicas.
"Condenamos la forma de actuar del régimen sirio y sus aliados internacionales, especialmente Rusia, de impedir los envíos de ayuda humanitaria", así como por "los ataques del régimen sirio a instalaciones civiles y médicas, y el empleo de bombas de barril y armas químicas", subraya el texto, suscrito por Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Francia, Italia y Canadá.
En busca de un alto el fuego
Además, el documento pactado por los jefes de Estado y Gobierno de estos seis países insta a que se acuerde de forma "inmediata" una tregua "para que la ONU pueda llevar ayuda humanitaria a las personas en el este de Alepo y pueda ayudar a aquellos que han huido" de esta ciudad.
"La oposición siria ha aceptado el plan de cuatro puntos de la ONU para Alepo. El régimen [sirio] debe aún aceptar ese plan. Exigimos al régimen sirio a que lo haga para acabar con la horrible situación en Alepo", indican los firmantes. En este sentido, los seis países exigen "a Rusia y Siria que ejerzan su influencia" sobre el presidente sirio, Bachar al Asad, para que acepte este plan de Naciones Unidas.
Este lunes, Rusia y China vetaron en el Consejo de Seguridad de la ONU una propuesta de resolución, presentada entre otros países por España, para establecer una tregua de siete días y permitir así el suministro de ayuda humanitaria.