Howard, el pato que se presentó a presidente de EE.UU.
- Se publica la mítica serie del personaje con guiones de Steve Gerber
- También la colección actual del pato, que incide en el tono autoparódico
Tras los créditos finales de Los Guardianes de la Galaxia (2014), mientras el malvado Coleccionista (Benicio del Toro) recogía los restos de su colección, aparecía un pato descarado y malhablado que solo identificamos, con gran alegría, los aficionados a los cómics: Howard el pato.
Un personaje que nació como una parodia del pato Donald en los años 70 (aunque pronto se convirtió en mucho más) y que tuvo su momento de gloria a principios de los ochenta. Hasta el punto de que se convirtió en el primer personaje de Marvel en protagonizar un largometraje y, además, producido por George Lucas: Howard, un nuevo héroe (1986) que, por desgracia, se convirtió en el mayor fracaso de taquilla del, por aquel entonces, llamado Rey Midas de Hollywood. Por cierto que su prometedor director, Willard Huyck, jamás volvería a dirigir una película.
Pero Howard caló hondo en toda una generación, a la que pertenece el director de Los Guardianes de la Galaxia, James Gunn, que no descarta otro cameo del pato en la segunda parte, que se estrenará en 2017. Por cierto, que el revuelo causado por ese cameo, ha permitido que ahora vuelva a tener su propia colección de cómics en Marvel, publicada en España por Panini. Además la editorial está recuperando esos míticos números de los 70 y 80 en dos tomos de su imprescindible colección Marvel Limited Edition. Por cierto que, la mayoría del material de estos tomos se publica por primera vez en España.
Nació en la colección de 'El Hombre Cosa'
No es raro que este curioso pato debutase en una colección mítica de los 70 El Hombre Cosa (también reeditada en Marvel Limited Edtition) y de la pluma de uno de los guionistas más comprometidos de esos años, Steve Gerber. Junto al dibujante Val Mayerik había convertido la colección del monstruo en un lugar en el que reflejó los cambios radicales que experimentaba la sociedad norteamericana en los años 70. Por eso en sus páginas nos encontramos temas como la cultura de la droga como algo natural, sectas religiosas, lavados de cerebro, acoso escolar, persecución de homosexuales...
Howard debutó concretamente en el Nº 19 de la colección Adventure Into Fear (Diciembre de 1973), cuando un mago convocó a seres de otros planetas que se unieron a El Hombre Cosa para derrotar a los malos. Aunque hay que decir que Howard (con su chaqueta, corbata y sombrerito) era más un recurso humorístico que otra cosa.
Pero algo tenía el dichoso pato porque tras apenas cuatro cameos, Marvel decidió darle su propia colección en la que Steve Gerber tendría carta blanca. Y de ahí a convertirse en un personaje de culto, como nos recuerda Gerber en la introducción al tomo de Marvel Limited Edition: “Salió en una canción de Pretenders (“Precious”), en artículos de The Washington Post, The New York Times y New York Magazine. Durante un año tuvo su propia tira en los periódicos. En 1976 se presentó a presidente, y diez años más tarde se convirtió en el primer personaje de Marvel en protagonizar una película de gran presupuesto”.
Por cierto que el personaje debía su nombre al mejor amigo del instituto de Steve Gerber: Howard Tockman.
Se presentó a presidente de EE.UU.
En su nueva colección, Howard se convirtió en el alter ego de su creador, Steve Gerber. Y, según sus propias palabras: “me sirvió para volcar en los cómics mis opiniones políticas, mis alocadas teorías sociales, mi furor por los males de la sociedad, y mi demasiado frecuente confusión por lo complicado de las relaciones personales”.
El punto culminante de ese proceso fue cuando Gerber decidió presentar al pato a la presidencia de EE.UU. en un momento delicado, ya que eran las primeras elecciones tras la dimisión de Richard Nixon.
“En el bicentenario de Estados Unidos –continua Gerber- Howard se atrevió a burlarse de los partidos políticos, sus candidatos hechos en molde, los medios y los votantes voluntariamente ignorantes por la manera en la que se elegía a nuestros líderes”.
Howard también se alzó contra las películas de Kung-Fu, en la cima de su popularidad (inventando un nuevo estilo de lucha, el Quack-Fu), se burló sin piedad de las sectas y sus aborregados seguidores, e incluso ridiculizó la moda de las novelas románticas. Nada escapaba a la ironía de Gerber. ¡Y encima de ser malhumorado y descarado, el dichoso pato fumaba puros!
Un enemigo al que no podía vencer: el pato Donald
Durante una década, el pato gozó de una gran popularidad y su serie contó con grandes dibujantes como Val Mayerik, Frank Brunner, John Buscema, Sal Buscema, Klaus Janson y, especialmente, Gene Colan (La tumba de Drácula). Pero se enfrentó a un enemigo al que no podía vencer: el Pato Donald.
Disney amenazó con denunciar a Marvel por las semejanzas de Howard con el Pato Donald y la compañía optó por evitar un conflicto legal llegando a un acuerdo que cambiada ligeramente al personaje, retocando los ojos, los pies… y el cambio más importante: ¡le puso pantalones! Un acuerdo que incluía una clausula en la que se indicaba que el personaje no podía cambiar de imagen sin permiso de la Disney.
Además, en las tiras de prensa, Howard visitó ¡una casa de masajes!, lo que valió una avalancha de críticas a Marvel, que optó por sustituir a Gerber por otro gran guionista, Marv Wolfman, acelerando el declive del personaje.
Como Howard se convirtió en un ratón
Este conflicto hizo que Gerber denunciase a Marvel por los derechos de autor del pato, lo que derivó en un largo conflicto legal que acabó con un acuerdo secreto, justo antes del film de Lucas.
Lo curioso es que, para pagar los gastos del juicio, Gerber creó una colección protagonizada por otro pato descarado Destroyer Duck, que estaba dibujada por el mismísimo Jack Kirby (que también peleaba con Marvel por los derechos de todos los personajes que creó). Una colección llena de momentos delirantes y una crítica despiadada a Marvel (Estaría bien que alguien la publicase en España, por cierto).
Al final, tras ese acuerdo secreto, Gerber volvió a trabajar para Marvel aunque, tras el fracaso de la película de 1986, el pato cayó en el olvido del que solo salió puntualmente con proyectos como una miniserie de 2001 con la que Gerber resucitó al personaje para el sello Max (Marvel), orientado a un público adulto.
Fue entonces cuando Gerber descubrió la cláusula que le impedía tocar ni una sola pluma al pato ni quitarle los pantalones. Así que Gerber pensó ¿Pato? ¿Qué pato? Y decidió convertir a Howard en un ratón (en referencia a Mickey Mouse); lo que demuestra la inteligencia, osadía y mala leche de este gran guionista.
Pero esta serie se quedó como una curiosidad más y Howard desapareció del mapa salvo alguna aparición especial en grandes eventos como Civil War o Invasión Secreta. Hasta su recuperación en Los Guardianes de la Galaxia, que le ha permitido volver a contar con su propia serie de Marvel.
'Howard el pato', la nueva colección
Howard el pato ha vuelto con una estupenda serie en la que predomina el humor y la parodia del género superheróico. Quizá no esté la crítica social de Gerber pero es uno de los cómics más divertidos del momento. Y es que sus autores, el guionista Chip Zdarsky y el dibujante Joe Quinones, son respetuosos con el material original pero también son conscientes de que no pueden igualarlo, por lo que han optado por la comedia más disparatada.
El pato sigue con pantalones, a pesar de que Disney comprase Marvel y por lo tanto ya no haya esos problemas con el Pato Donald. Y como curiosidad, decir que ya no fuma puros porque en la Marvel actual nadie fuma, por deseo del jefazo, Joe Quesada.
De momento se han publicado dos tomos recopilatorios de esta nueva colección. El primero (Patochadas) muestra a Howard en un nuevo empleo, el de investigador privado, con personajes invitados del Universo Marvel como la Gata Negra.
Y el segundo número (La caza del pato) vincula a Howard con el Nexo de Todas las Realidades, con lo que se convertirá en el objetivo de fuerzas cósmicas como Galactus, el Extraño o el Coleccionista. Y se encontrará con aliados como Los Guardianes de la Galaxia o La Chica Ardilla. Así, los autores cierran el círculo con la película de Los Guardianes, con la que comenzábamos este artículo.
Sin duda una de las series más divertidas del momento, protagonizada por uno de los personajes más curiosos de toda la historia del cómic.