'Rogue One: Una historia de Star Wars', el regreso a la grandeza de Darth Vader
- Este spin off cuenta cómo los rebeldes robaron los planos de la Estrella de la Muerte
- Felicity Jones y Diego Luna protagonizan una oscura película dirigida por Gareth Edwards
- Se estrena este jueves, 15 de diciembre
Si la séptima entrega de la saga galáctica, El despertar de la fuerza (J.J. Abrams,2015), era una puesta al día de la cuarta, Star Wars: Una nueva esperanza (George Lucas, 1977), este Rogue One: Una historia de Star Wars (Gareth Edwards, 2016) se parece muchísimo más al Imperio contrataca (Irvin Kershner, 1980) por su tono (mucho más oscuro), y por que Darth Vader (de nuevo con la impresionante voz de James Earl Jones) vuelve a reclamar el protagonismo con sus breves, pero intensas, apariciones. Este es el Vader, más malo que la quina, al que todos adoramos.
Y, como El Imperio contrataca, vuelve a ser una historia de padres e hijos y también una estupenda película bélica (aunque sin sangre, por supuesto). Además de recuperar un icono de El Imperio contrataca como son los caminantes (esos fantásticos transportes acorazados gigantescos con patas que parecen caballos).
Además Rogue One es una estupenda película de aventuras en la que los personajes vuelven a brillar por encima de los espectaculares efectos especiales (con los maravillosos Felicity Jones y Diego Luna al frente). Una cinta que, como decimos, es casi una película bélica y que sabe ser fiel al material de Lucas pero que, a la vez, es bastante más original que El despertar de la fuerza.
Felicity Jones y Diego Luna en una escena de la película
Destacamos también ese tono oscuro que envuelve toda la película, fotografía incluida de Greig Fraser (La noche más oscura) y la música del gran Michael Giacchino (uno de los grandes compositores del momento) que sustituye a nuestro adorado John Williams.
Pero Vader no es el único que regresa. La película nos reserva un montón de sorpresas que harán las delicias de los fans, gracias a los fantásticos efectos especiales. Y con numerosas conexiones y alusiones a la saga original, lo que los aficionados apreciarán. E incluso el propio George Lucas, que ha felicitado a Gareth Edwars. Y es que el director de Godzilla (2014) o Monstruoso (2010), demuestra un pulso narrativo encomiable.
Resumiendo, un gran espectáculo que combina la diversión con emoción, aventuras y drama (mucho drama); y que demuestra que Star Wars tiene cuerda para rato.
Vuelven los caminantes
Viejos y nuevos amigos
En los míticos rótulos del inicio de Star Wars: Una nueva esperanza, se nos contaba que los rebeldes habían conseguido su primera victoria contra el Imperio al conseguir robar los planos de la Estrella de la Muerte, la mayor arma de destrucción masiva de la historia del cine. Y esa es la historia que nos narra Rogue One: Una historia de Star Wars, la de cómo un pequeño grupo de valientes consiguió robar los planos gracias a los que Luke Skywalker lograría destruir esa Estrella de la Muerte. Como curiosidad, decir que esta es la primera película de la saga que no comienza con rótulos de ese tipo.
La líder de ese grupo de valientes es Jyn Erso (Felicity Jones), la hija de Galen Erso (Mads Mikkelsen), el científico que diseño la Estrella de la Muerte (por cierto que en esta película descubriremos por qué fue posible que Luke la destruyese de un sólo disparo). El personaje de Jyn Erso confirma que si la princesa Leia fue pionera en su momento, las mujeres se han convertido en las grandes protagonistas de la saga galáctica en este Siglo XXI. Y Felicity está fantástica en su papel de joven fuerte y decidida, dispuesta a reparar los pecados de su padre. Como pasaba en El despertar de la fuerza, en esta película no hay romance (aunque sí tensión sexual) para remarcar que estos personajes femeninos no tienen necesidad de ningún hombre que vele por ellas.
También está fantástico Diego Luna en su papel de Cassian Andor, un joven rebelde idealista que está dispuesto a morir para salvaguardar la libertad en la Galaxia. El mejicano tiene grandes escenas y lo da todo en las secuencias de acción.
Como 'El Imperio contrataca', esta es una película casi bélica
El nuevo robot de la saga
Como en todas las entregas de Star Wars, la parte cómic la llevan los droides, en este caso K-2SO (Alan Tudyk), otro descubrimiento de la película. Un robot Imperial al que los rebeldes han conseguido reprogramar. Un androide con una gran personalidad y, por primera vez, en la saga, un gran poder físico. Junto al personaje de Diego Luna forma una pareja que nos recuerda mucho a la de Han Solo y Chewbacca. Aunque K-2SO es mucho más parlanchín que el wookie.
Destacar también la pareja formada por Chirrut Îmwe (Donnie Yen), un Jedi ciego con un gran dominio de la fuerza y de su bastón de lucha, y su amigo, Baze Malbus (Wen Jiang), que lleva una especie de ametralladora láser de gran capacidad destructiva.
Están correctos en sus breves papeles Forest Whitaker, como Saw Gerrera, un líder de los rebeldes; y el mencionado Mads Mikkelsen, como Galen Erso, el constructor de la Estrella de la Muerte. Y Jimmy Smits repite su papel del Senador Bail Organa, que ya interpretó en los episodios II y III, aunque su presencia es meramente anécdotica.
El villano de la película, además de Vader, es Orson Krennic (Ben Mendelsohn), que es el encargado de supervisar la construcción de la Estrella de la Muerte y de acosar a nuestros protagonistas. Está muy bien en su papel aunque Vader y... (esta es una de las grandes sorpresas de la película solo posible gracias al avance de los efectos especiales), le roban las escenas en cuanto aparecen.
En fin, que si siguen a este nivel de calidad, que hagan todas las que quieran porque Rogue One: Una historia de Star Wars es una estupenda película de aventuras y con un toque oscuro muy de agradecer. Uno de los títulos imprescindibles de este 2016.
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