La quema de autobuses paraliza la evacuación de civiles de los barrios rebeldes de Alepo
- Este domingo se había reanudado la evacuación en Alepo y dos barrios chiíes
- Grupos rebeldes quemaron varios autobuses destinados para los civiles
- Siria e Irán exigen garantías para la seguridad en el desalojo
- A votación el lunes que Naciones Unidas supervise el proceso
La evacuación de los civiles y milicianos de los barrios rebeldes del este de Alepo, que se iba a reanudar este domingo, se ha interrumpido por la tarde después de la quema de varios autobuses que iban a retirar civiles de dos localidades chiíes, Fua y Kefraya, según el director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, Rami Abderrahmán, y una fuente rebelde.
"La operación se pospuso debido a la ausencia de garantías para la seguridad de las personas evacuadas en los dos pueblos de Fua y Kafraya", ha dicho el director del OSDH, Rami Abdel Rahman, quien ha agregado que la suspensión se ha debido al ataque a dos docenas de autobuses que estaban destinados para las evacuaciones.
Irán había condicionado la evacuación de Alepo a que se hiciera lo mismo con los civiles de las poblaciones chiíes de Fua y Kefraya, ubicadas en territorio gubernamental en la provincia septentrional de Idleb, donde cinco autobuses se quedaron retenidos y seis fueron quemados, según Abderrahmán.
La agencia SANA ha atribuido la quema de autobuses a los grupos terroristas Frente de la Conquista de Levante y Libres de Sham, que cercan las dos poblaciones chiíes.
Los autobuses que entraron en Alepo, quince según la ONG y 25 según la agencia oficial SANA, salieron vacíos de la ciudad. Además, uno de los conductores murió en los ataques, según la OSDH.
Un acuerdo para evacuar a más de 40.000 civiles
"Las evacuaciones se interrumpen temporalmente", ha confirmado a France Press Yasser al-Youssef, el grupo rebelde Nourredine al-Zangi, pero ha subrayado que el incidente "no va a tener ningún impacto en la recuperación de la operación en una fecha posterior".
Las partes alcanzaron este sábado un acuerdo para reanudar la evacuación de los vecinos, suspendida el viernes tras las acusaciones del ejército sirio de que los rebeldes violaron el alto el fuego. En virtud del mismo, las evacuaciones de insurgentes y civiles del último reducto rebelde de Alepo se iban a reanudar de forma sincronizada con otras dos operaciones de Fuaa y Kefraya.
Según el OSDH, los autobuses iban a abandonar los barrios rebeldes de Alepo cuando los residentes de Foua y Kefraya estuvieran fuera de sus comunidades. Quedan unos 40.000 civiles y 1.500 a 5.000 combatientes con sus familias en el pequeño rebelde de Alepo, según el enviado de la ONU para Siria, Staffan de Mistura.
A votación que Naciones Unidas supervise el proceso
Rusia y las potencias occidentales han pactado este domingo tras horas de negociación un texto de compromiso para que Naciones Unidas supervise las evacuaciones de civiles y combatientes opositores de la ciudad siria de Alepo.
El proyecto de resolución se votará este lunes en el Consejo de Seguridad de la ONU, que originalmente iba a pronunciarse este domingo sobre una iniciativa francesa con el mismo objetivo.
La amenaza de un veto ruso, sin embargo, frenó el proceso y llevó a una renegociación del texto en busca de un consenso que permitiese su aprobación.
Tras más de tres horas reunidos a puerta cerrada, los embajadores de los quince miembros del Consejo de Seguridad lograron finalmente un acuerdo.
El texto encarga al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, que utilice a personal humanitario que ya se encuentra sobre el terreno para supervisar las evacuaciones de las zonas rebeldes de Alepo.
Además, exige a las partes del conflicto que ofrezcan a esos observadores un acceso seguro, inmediato y sin trabas.