La Fiscalía alemana pide ayuda para detener a un hombre tunecino "que puede ser peligroso y estar armado"
- Se llama Anis Amri, de 24 años, y se halló su documentación en el camión
- La policía ofrece una recompensa de 100.000 euros a quien ofrezca pistas
- Estaba en contacto con militantes islamistas en Renania del Norte-Westfalia
- Alemania ha emitido una orden de detención europea
- El conductor legítimo del camión estaba vivo en el momento del ataque, dice Bild
- Doce muertos y 48 heridos en el atentado de Berlín
La Fiscalía Federal alemana ha pedido este miércoles la colaboración de los ciudadanos para detener a un joven tunecino, Anis Amri, de 24 años, por su posible implicación en el atentado del lunes en Berlín y ofrece una recompensa de hasta 100.000 euros.
"Si ven a la persona buscada, avisen a la policía. No se pongan en peligro, ya que puede ser peligroso y estar armado", ha subrayado la Fiscalía en un comunicado publicado después de emitir una orden europea de detención.
La pista sobre el joven surgió después de hallar documentación a su nombre en el camión utilizado en la masacre perpetrada el pasado lunes en un mercadillo navideño de Breitscheidplatz. Doce personas murieron atropelladas y decenas resultaron heridas, 18 de ellos de gravedad.
Según la descripción facilitada por las autoridades, Anis Amri mide 1,78 metros y pesa cerca de 75 kilos, tiene el pelo negro y los ojos marrones y presenta alguna marca en el cuello y en la nariz. Las dos fotografías difundidas, que serán incluidas en los carteles que se repartirán por todo el país, son bastante diferentes: en una de ellas -correspondiente al documento encontrado en la cabina del camión- Amri aparece con el pelo bastante corto y gafas, mientras que en la otra lleva el pelo más largo y rizado y no lleva lentes.
100.000 euros por información sobre el sospechoso
Según la radio tunecina Mosaique, el sospechoso dejó Túnez hace siete años como inmigrante legal y estuvo detenido cuatro años en Italia por quemar una escuela. El padre, según la radio, ha confirmado que su hijo había llegado a Alemania hace un año.
El joven es buscado por todos los cuerpos policiales de Alemania y la Fiscalía y la Oficina Federal de Investigación Criminal (BKA) piden cualquier tipo de pista, tanto sobre dónde puede encontrarse en estos momentos el sospechoso como sobre sus lugares en los que se movía en el pasado.
"Las pistas que conduzcan a la detención del acusado serán recompensadas con hasta 100.000 euros", se destaca en el comunicado, que incluye un número de teléfono y una dirección de correo electrónico para recibir información y garantiza confidencialidad si es necesario
El ministro de Interior del estado de Renania del Norte-Westfalia, Ralf Jäger, ha confirmado que el joven ya estaba siendo investigado por su presunta implicación en un delito grave contra la seguridad del Estado. El nuevo sospechoso responde a varios alias distintos, entre ellos Anis A. y Ahmed D., y, según ha explicado el ministro, estaba en contacto con militantes islamistas en Renania del Norte-Westfalia.
"Peligroso" y fichado por los servicios de seguridad
"Las agencias de seguridad intercambiaron información sobre esta persona con el Centro Conjunto de Contraterrorismo en noviembre de 2016", ha señalado Ralf Jaeger en una rueda de prensa.
Una fuente judicial citada por la agencia Reuters ha confirmado que las fuerzas de seguridad de Berlín hicieron un seguimiento del sospechoso este año porque sospechaban que planeaba un atraco que le permitiera financiar la compra de armas automáticas, si bien se le levantó el seguimiento porque no hallaron pruebas para fundamentar sus sospechas.
Según el periódico Süddeutsche Zeitung y las emisoras NDR y WDR, el joven de 24 años se encontraba desaparecido desde septiembre y estaba calificado como peligroso en las bases de datos de las fuerzas de seguridad. Fuentes de la investigación citadas por estos medios le atribuyen contactos con la red de un islamista detenido recientemente en Alemania, Abu Walaa.
El ministro ha indicado que había solicitado asilo pero su petición fue rechazada en julio. No pudo ser expulsado del país porque carecía de la documentación necesaria, unos papeles que han llegado este miércoles desde Túnez. El joven se mudó del Renania del Norte-Westfalia a Berlín en 2016, donde había establecido su nuevo hogar.
La policía analiza más de 500 pistas
Mientras se busca a ese sospechoso, las fuerzas de seguridad alemana mantienen abiertas otras líneas de investigación, ya que, aunque el grupo yihadista Estado Islámico reivindicó el martes el atentado, no hay evidencias al respecto. La BKA, de hecho, analiza las más de 500 informaciones de ciudadanos que ha recibido en las últimas horas y los investigadores siguen realizando pruebas de ADN en la cabina del camión empleado en el ataque, así como estudiando los datos de GPS del vehículo pesado y de teléfonos móviles, según medios locales.
Hasta ahora se sabe que el móvil del conductor legítimo del camión, el polaco Lukas Urban, enmudeció en torno a las 16.00 horas. Según la prensa local, los datos del GPS del camión indican que alguien lo arrancó cuatro veces, hizo algunas maniobras como para practicar con el camión. A las 19.37, el camión inició el trayecto de cinco kilómetros hasta el mercadillo. Pero ¿quién condujo el camión por el intenso tráfico de la zona?, ¿estaba ya muerto el conductor polaco cuando se produjo el atropello?
Los investigadores creen que no. Algunas contusiones y heridas en su cuerpo parecen indicar que hubo lucha, que probablemente intentó y quizá consiguió desviar el camión y evitar una mayor masacre. Según los datos de la autopsia citados por Bild, estaba aún con vida en el momento del ataque. El atacante sólo mató a tiros al chófer polaco después de embestir a la multitud en el mercadillo de navidad de Breitscheidplatz.
Los investigadores creen que el atacante pudo resultar herido durante la pelea que tuvo lugar en la cabina del camión entre él y el chófer polaco porque se han hallado restos de ADN en la cabina del camión que apuntan en esta dirección. Las fuerzas de seguridad están contactando desde hace horas con centros hospitalarios de Berlín y Brandeburgo, el estado federado que rodea a la capital, en busca de sospechosos.