El Bundesbank advierte contra un rescate bancario en Italia
- El banco central alemán pide analizar la situación del Monte dei Paschi
- Weidmann, su presidente, recuerda que el dinero público es el último recurso
- Italia ha dispuesto 20.000 millones para ayudar a sus bancos en apuros
El presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, ha instado este lunes a "analizar minuciosamente" la situación del banco italiano Monte dei Paschi di Siena (MPS) y ha recordado que el uso de fondos públicos para un rescate bancario solo debe contemplarse "como último recurso".
Las nuevas reglas a escala europea dan prioridad "a la protección del contribuyente", mientras que son los inversores los que deben "asumir su responsabilidad", apunta Weidmann en declaraciones que publica este martes el popular diario Bild.
"Los fondos públicos solo se contemplan como último recurso y bajo un listón muy alto", prosigue el presidente del banco central alemán, quien advierte de que en el caso del banco italiano hay "muchas cuestiones abiertas".
Antes de aprobar un rescate hay que "analizar minuciosamente" si el núcleo del banco está "económicamente sano" y vigilar que el dinero que se inyecte no sea utilizado para "cubrir pérdidas previsibles".
El banco MPS se dispone a solicitar la ayuda del Estado para tratar de paliar sus graves problemas de liquidez, tras fracasar la semana pasada una ampliación de capital por 5.000 millones de euros ante el escaso interés suscitado entre los inversores privados.
Italia ha dispuesto 20.000 millones para ayudar a los bancos
La entidad supone un riesgo para el sistema bancario italiano, por lo que el Gobierno del país aprobó a continuación un decreto con el que dispondrá de 20.000 millones de euros (20.885 millones de dólares) para inyectarlos en bancos con problemas de solvencia.
Por el momento se desconoce cuánto dinero necesitará MPS de los fondos puestos a disposición por el Gobierno y, por tanto, se desconoce en qué medida aumentará la participación del Estado en esa banca, de la que ya posee el 4%.
La operación quedará bajo la mirada de las autoridades de la Unión Europea y supeditada a un plan de saneamiento de la entidad, que deberá estar supervisado por el Banco Central Europeo.