Rusia da por concluida la búsqueda de restos del Tupolev caído en el Mar Negro
- Han sido recuperados 20 cuerpos y restos de todas las víctimas
- También se han recuperado las tres cajas negras del avión
- El Ministerio de Transportes confirma un "funcionamiento técnico anormal"
Las autoridades de Rusia han dado por terminada la operación de búsqueda de los restos del avión militar ruso Tu-154 que se estrelló el pasado domingo, y de los cuerpos de las 92 víctimas mortales.
"La fase activa de la búsqueda ha concluido", ha informado a las agencias rusas un portavoz del Ministerio de Situaciones de Emergencias.
Los buzos han logrado rescatar del agua los cuerpos de 20 personas y restos de casi todos los fallecidos, la mayoría de los cuales quedaron destrozados en el siniestro. Para su identificación será necesario un análisis de ADN.
"Funcionamiento técnico anormal"
Entre los restos del aparato recuperados se encuentran las tres cajas negras, aunque una de ellas, la que iba instalada en la cola, está dañada, según el diario ruso Kommersant.
El contenido de estos aparatos registradores está siendo analizado en Moscú para averiguar la causa del accidente. Los datos preliminares apuntan a un posible fallo de los flaps durante el despegue, aunque no se descarta un error del piloto.
“Los expertos deben esclarecer las razones y por eso se ha creado una comisión especial“
"Está claro que hubo un funcionamiento técnico anormal", ha explicado este jueves, en rueda de prensa, el ministro ruso de Transportes, Maxime Sokolov. "Los expertos deben esclarecer las razones y por eso se ha creado una comisión especial", ha añadido.
Por su parte, el Ministerio de Defensa ruso, de quien dependía la nave, ha confirmado que en los restos no se ha encontrado ninguna señal de fuego o explosión, aunque la hipótesis del atentado no puede desecharse totalmente. El Ministerio no cree que se establezcan las causas del siniestro antes de 30 días y ha negado que se haya prohibido volar a los aparatos del mismo modelo.
A bordo de la aeronave viajaban 64 miembros de la agrupación de coro y danza Alexándrov del Ejército ruso, nueve periodistas, ocho militares, ocho tripulantes, dos funcionarios y la doctora Elizaveta Glinka, conocida presidenta de una fundación humanitaria.
Los artistas viajaban a Siria para ofrecer un concierto de Año Nuevo en la base área de Jemeimim, donde Rusia tiene desplegada una agrupación de aviones de guerra.