Leiva, el "monstruo" que se comió Madrid
- Ha sido un espectáculo roquero y épico con el que dice adiós a un año sensacional
- Monstruos fue tres semanas número 1 en ventas y disco de oro
Cuando un artista vive una noche de gloria en el WiZink Center de la capital española se habla de fenómeno; con dos, el hecho pasa a catalogarse como consolidación, sobre todo si, como Leiva este viernes, 30 de diciembre, se ofrece un espectáculo roquero y épico como nunca entre el fragor del público y como adiós a un año sensacional.
Quien fuera elegido en 2014 para calentar el concierto de los Rolling Stones en Madrid jugaba en casa con todo el aforo vendido, nada menos que 15.000 personas, que han querido disfrutar del directo con el que desde agosto presenta Monstruos, su tercer disco, al que ha dado un exhaustivo repaso.
De él dijo que fue "un ejercicio de reconciliación" consigo mismo, en el que exorcizó temores y en el que se dejó llevar sin pensar en el qué dirán, especialmente en los que no suelen decir nada bueno, un sentimiento de hedonismo musical, de disfrute a guitarrazos, doble percusión y resoplidos a los metales que han impregnado el pabellón de sonidos a la vez "stonianos" y castizos.
"¡Qué delirio! Podéis imaginar lo que supone para nosotros compartir esto tan enorme, el que probablemente sea el show más importante en lo que llevamos de vida", ha dicho, acompañado de sus siete músicos y "amigos", tras recoger el testigo "y la energía tan buena" dejada esta misma semana en ese escenario por los conciertos de M-Clan, Iván Ferreiro, Quique González y Coque Malla.
Solo año y medio después de su anterior visita a este recinto, José Miguel Conejo, alias Leiva, ha consumado así el segundo concierto de su carrera en solitario en el nuevamente rebautizado Palacio de Deportes de la Comunidad de Madrid, gracias a una iniciativa en la que era el propio público el que votaba qué artista deseaba ver en la ciudad.
Monstruos fue tres semanas número 1 en ventas y disco de oro
No es de extrañar por tanto que una hora antes del inicio del espectáculo (las 21,45 horas), la pista rebosara de amantes del rock sin aristas a la espera de su estrella, una expectación que retrata el buen momento profesional del que fuera 50 por ciento de Pereza.
Porque no es solo que haya sido "artista del año" para Los 40 o que Monstruos fuera tres semanas número 1 en ventas y disco de oro.
Además, ha sido reclamado para aportar su toque a los últimos discos de Rosario y al de Dani Martín o como productor y coescritor del inminente nuevo álbum de uno de los espectadores más ilustres del concierto, Joaquín Sabina, al que ha brindado el "show".
Antes de volver a la carretera en 2017 para ofrecer sus primeros conciertos en muchos años en festivales, incluido uno en la edición número 20 del Sonorama de Aranda de Duero (Burgos), Leiva ha querido ofrecer un repertorio engordado para la ocasión, en el que durante cerca de dos horas ha desgranado en 23 cortes su pasado y presente.
No se ha olvidado de sus días en Pereza ni de "esas canciones de una época gloriosa de las que es imposible deshacerse" ("Animales", "Windsor", "Como lo tienes tú" y el ya inevitable final con "Lady Madrid", más en esta ciudad), pero ha llamado la atención la escasa atención a su primer álbum en solitario, "Diciembre" (2012), del que solo han sonado "Eme", una colosal "Miedo" y "Vis a vis".
Con aullidos de júbilo ha arrancado la cita al compás de "El último incendio" y "La lluvia en los zapatos" y delante de un impresionante fondo tapizado de lámparas horizontales, de intenso color rojo, electrizando al respetable y convirtiéndolos desde entonces en imprescindible coro de apoyo.
Pocos momentos ha habido para el recogimiento más allá de las versiones acústicas de "Vis a vis" o "Vértigo" (con la banda unida en torno a un micrófono), en un concierto que ha dado hasta para grabar el videoclip de "Breaking bad".
Brillante ha sido el último tramo, con la intensidad apabullante de "Electricidad", el citado "Como lo tienes tú" (con homenaje a "Hey Jude!" de los Beatles), el popurrí en el que ha tocado brevemente la mítica "Estrella polar" (fuera siempre de repertorio desde el final de Pereza) o los "uooohs" voladores de "Terriblemente cruel".
Con "Mirada perdida" se ha llegado a los bises, entre los que se ha ganado un justo lugar el reciente "Sincericidio", arrollador, a tiempo de que "Lady Madrid" volviera a la ciudad que le dio nombre para consolarla después de que este "monstruo" se la comiera casi entera.