El elegido por Trump para dirigir la diplomacia de EE.UU. marca la distancia con Rusia en su examen ante el Senado
- El empresario Rex Tillerson defiende su nominación a secretario de Estado
- Tillerson mantiene desde hace más de dos décadas una amistad con Putin
- Tillerson defiende que Rusia deje de ser el enemigo para ser socio a tiempo parcial
- Sobre Cuba ha dicho que se deben extraer "concesiones" en derechos humanos
El empresario Rex Tillerson, nominado por el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, para ser su secretario de Estado y conocido por sus lazos con Vladímir Putin, ha afirmado este miércoles que las "recientes actividades de Rusia" van en contra de los intereses estadounidenses.
Lo ha hecho en una comparecencia ante el Senado estadounidense en la que ha defendido su candidatura al puesto. Los informes sobre la injerencia rusa en las elecciones de Estados Unidos son "preocupantes", ha admitido Tillerson, así como que es probable que la mano de Putin esté detrás de esos actos.
Tillerson se ha desmarcado así de la línea iniciada por Trump en cuanto al informe de las agencias de inteligencia estadounidenses: "Ese informe es claramente preocupante e indica que todas las acciones que usted acaba de describir tuvieron lugar", dijo Tillerson al ser interrogado por el senador republicano Marco Rubio.
Tillerson ha afirmado que EE.UU. necesita que Rusia deje de ser el enemigo constante para ser un socio a tiempo parcial. El nominado por Trump, ex jefe de la petrolera ExxonMobil, mantiene desde hace más de dos décadas una amistad con Putin y ha criticado las sanciones impuestas por Estados Unidos cuando Rusia se anexionó en 2014 la península ucraniana de Crimea.
La mano de Putin
Preguntado por si, en caso de que Rusia estuviera detrás de esos ciberataques, Putin habría dado su consentimiento para que ocurrieran, Tillerson respondió: "Creo que esa es una suposición acertada".
Sus declaraciones llegaron poco antes de que Trump, en su primera conferencia de prensa desde las elecciones de noviembre, reconociera por primera vez que Rusia estuvo detrás de los ciberataques realizados en el proceso electoral, que afectaron principalmente al bando demócrata.
El nominado por Trump para secretario de Estado evitó, no obstante, referirse a Putin como un "criminal de guerra" cuando Rubio le preguntó por ello, y dijo que él "no usaría ese término". Este miércoles, Donald Trump ha alabado a Tillerson en su primera comparecencia ante la prensa como presidente electo. Ha aludido a él como empresario y "como uno de los mejores".
Cuba y Estados Unidos, una revisión incierta
Un eventual desmantelamiento del proceso de acercamiento a La Habana sustanciado por la administración Obama, ha sido uno de los temas sensibles en la campaña electoral de Donald Trump.
En su comparecencia, el empresario Tillerson ha criticado este proceso de deshielo al considerar que se desarrolló sin forzar a Cuba a hacer "concesiones significativas" en el área de derechos humanos, y llamó a corregir ese aspecto.
"Debemos adherirnos a estándares de rendición de cuentas. Nuestra reciente relación con el Gobierno de Cuba no estuvo acompañada por ninguna concesión significativa en cuanto a derechos humanos. No les hemos hecho rendir cuentas por su conducta", ha dicho Tillerson en su audiencia de confirmación.
Los amigos, los enemigos, los socios, los vecinos y la OTAN
Mientras Trump sentenciaba en su primera rueda de prensa que los mexicanos pagarían el muro que va a construir en su frontera, Tillerson suavizaba declarando que México es "un vecino de toda la vida, y un amigo de este país". El candidato a secretario de Estado ha apostado en sus argumentos por la necesidad que tiene Estados Unidos de implicarse en la relación entre ambos países.
Volviendo a Rusia, Tillerson ha reconocido que Moscú "ha invadido Ucrania incluida la anexión de Crimea, y apoyado a fuerzas sirias que violan brutalmente las leyes de la guerra", por lo que "nuestros aliados en la OTAN tienen razón al alarmarse sobre la pujanza de Rusia".
No obstante, fue "la ausencia del liderazgo estadounidense" lo que dejó "la puerta abierta y envió señales no intencionadas", señales "débiles o ambiguas sobre 'líneas rojas'", aseguró, en una clara referencia al incumplimiento de Barack Obama en 2013 de su promesa de intervenir en Siria si el régimen usaba armas químicas.
"Las palabras por sí solas no pueden acabar con una historia complicada y en ocasiones contenciosa entre nuestros dos países. Pero necesitamos un diálogo abierto y franco con Rusia sobre sus ambiciones, para que sepamos cómo trazar nuestro rumbo", argumentó.
"Cuando la cooperación con Rusia basándonos en intereses comunes sea posible, como la reducción de la amenaza del terrorismo, debemos explorar esas opciones", agregó. Sin embargo, "Rusia debe saber que haremos cumplir nuestros compromisos y los de nuestros aliados, y que Rusia debe rendir cuentas por sus acciones", subrayó Tillerson.
Respecto a la gestión de la Alianza Atlántica, vital en la tensión entre Rusia y el antiguo bloque del Este, ahora aliado de Washington, Tillerson ha insistido en que el apoyo entre los miembros de la organización militar es "inviolable". Este tema es uno más de los cuestionados por Trump en campaña, en relación a la financiación de la defensa de los países miembros, muy sostenida por EE.UU..
China a revisión, y dureza para Corea del Norte
Uno de los frentes ineludibles para Estados Unidos en su política exterior es Corea del Norte, sobre la que ha indicado que China "no ha sido un socio fiable" para lidiar con la amenaza nuclear de Pyongyang. "No ha sido un socio fiable para usar toda su influencia para frenar a Corea del Norte", ha afirmado en su audiencia de confirmación.
"China ha demostrado una disposición a actuar con desidia en busca de sus propios objetivos, que a veces han entrado en conflicto con los intereses de Estados Unidos. Tenemos que lidiar con lo que vemos, no con lo que esperamos", ha subrayado el que fuera jefe de la petrolera ExxonMobil.
El nominado de Trump para dirigir la diplomacia estadounidense ha señalado que hay que "reconocer las realidades sobre China". En ese sentido, Tillerson indicó que la construcción de Pekín de islas en aguas del mar del Sur de China "es una toma ilegal de áreas disputadas sin consideración por las normas internacionales".
También ha incidido en que "las prácticas económicas y comerciales de China no siempre han seguido sus compromisos con acuerdos internacionales". Pese a las críticas, el exempresario petrolero afirmó que Estados Unidos "necesita ver las dimensiones positivas" en su relación con el gigante asiático, pues el "bienestar económico" de ambos países está "profundamente entrelazado".
Desde el mismo día que lanzó su campaña electoral, el 16 de junio de 2015, Trump ha venido defendiendo políticas proteccionistas para perjudicar las importaciones estadounidenses de China y de otros países a fin de fomentar el empleo en Estados Unidos.
Asimismo, Trump se ganó críticas del Gobierno de Pekín cuando el 2 de diciembre pasado habló por teléfono con la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-Wen, quien lo llamó para felicitarlo por su triunfo en los comicios presidenciales del 8 de noviembre. La llamada rompió casi cuatro décadas de sensible política exterior de Estados Unidos hacia China y obligó a la Casa Blanca a salir al paso para recordar que el único Gobierno chino al que reconoce Washington desde 1979 es el de Pekín.