El Tribunal de Cuentas de la UE pide a Bruselas un plan para combatir el desperdicio de alimentos
- El TCE cree que los esfuerzos son "ineficientes" y no están bien coordinados
- En el conjunto de la UE se desperdician 88 millones de toneladas al año
- La ONU estima un coste global de 1.600.000 millones de euros anuales
El Tribunal de Cuentas Europeo ha considerado este martes "ineficientes" las acciones de la Comisión Europea (CE) para luchar contra el desperdicio de alimentos, que Bruselas calcula en 88 millones de toneladas al año en el conjunto de la UE, y ha aconsejado que debería "fortalecer" la estrategia europea y "coordinarla mejor" para reducir la cantidad de comida que se tira en buen estado.
"La CE no combate el desperdicio alimentario de manera efectiva, y las iniciativas y políticas ya en vigor podrían ser utilizadas de manera más eficiente para afrontar el problema. La potencial mejora no requiere nuevas iniciativas legislativas o más financiación, sino simplemente un mejor ajuste de las existentes", ha puntualizado el Tribunal en un informe en el que pasa revista a todas las políticas europeas y evalúa en qué medida éstas combaten el desperdicio alimentario.
La Comisión deberá en las próximas semanas responder a las recomendaciones de los auditores, a las que se espera que de respuesta en una audiencia en el comité presupuestario del Parlamento Europeo (PE) en un debate con los eurodiputados.
Según Naciones Unidas, el coste global del desperdicio alimentario asciende a 1.700.000 millones de dólares por año, ha recordado la responsable del informe, Bettina Jakobsen, durante su presentación en Bruselas. "Las estimaciones actuales indican que alrededor de un tercio de la comida producida para consumo humano se desperdicia o se pierde globalmente", ha declarado.
Asimismo, la FAO estima que los consumidores son responsables del 52% del despilfarro, frente a un 9% para la distribución, un 17% en la industria procesadora y un 23% en la parte productiva.
Abordar el problema de manera coordinada
Jakobsen ha cuestionado que, si bien "el desperdicio alimentario es un problema reconocido que ha saltado a la agenda política en los últimos años", no existe una definición clara que permita "afrontarlo de manera coordinada".
Por eso, los auditores han pedido a la CE que desarrolle un plan de acción para los próximos años y que incluya una evaluación y la prevención del desperdicio alimentario en sus políticas, desde la Política Agraria Común (PAC) o la Política Pesquera Común (PPC), y, por otro lado, que desde ellas se promueva la donación de alimentos.
"La CE debe indagar en las posibilidades para la donación de comida y facilitarla a través de todas sus políticas", pero también debe implicar a los Estados miembros y actores locales. Para ello, los auditores apuntan a dos vías: la de las acciones de concienciación y la legislativa, en la que los Estados tienen un "importante papel".
"El problema del desperdicio alimentario es un problema global, cualquier decisión que venga desde cualquier nivel es bienvenida" ha explicado a Efe la jefa de equipo del informe de auditores, Eulàlia Reverté, quien señala que, a su nivel, la UE puede hacer mucho, "porque tiene fondos y regulación que afectan al comportamiento de todos los actores de la cadena alimentaria".
La CE reitera su compromiso
Por su parte, la Comisión Europea ha reaccionado a este informe indicando que el Tribunal de Cuentas Europeo "ha omitido" sus esfuerzos para luchar contra el desperdicio alimentario y ha reafirmado su "compromiso" para lograr reducir el despilfarro de comida a la mitad de aquí a 2030.
"Consideraremos las observaciones de la corte, pero muchas de ellas ya han sido respondidas con nuestras políticas", ha afirmado el portavoz comunitario de Salud y Seguridad Alimentaria, Enrico Brivio, en la rueda de prensa diaria de la Comisión.
Finalmente, Brivio se ha referido al lanzamiento de una plataforma que aúna a actores públicos y privados y que ha considerado "una manera muy efectiva de atajar el problema".