Un cómic refleja la vida de los palestinos en los territorios ocupados
- José Pablo García cuenta su viaje, de Nablus hasta Gaza, en Vidas ocupadas
- Este 2017 se cumplirán 50 años de ocupación y 10 años del bloqueo sobre Gaza
Este 2017 se cumplen 50 años de la guerra de los 6 días y el inicio de la ocupación israelí en Gaza y Cisjordania (1967); y 10 años del bloqueo sobre Gaza. El dibujante de cómics José Pablo García (Málaga, 1982) ha realizado un viaje de 10 días por la zona, desde Nablus hasta Gaza, para reflejar la situación de 4,5 millones de palestinos que tienen dificultades para acceder a cosas tan básicas como el agua. Una experiencia que ha reflejado en el cómic Vidas ocupadas (dib>buks).
El cómic es un proyecto de sensibilización de Acción contra el Hambre y la Agencia Española de Cooperación (AECID). “En sus páginas –asegura Pablo- intento reflejar las duras condiciones de vida de los palestinos y también la importante labor humanitaria que realizan estas instituciones”.
Parte de los fondos obtenidos por la venta de este cómic, que cuesta 16 euros, se destinarán a los proyectos de Acción contra el Hambre.
Cuando el agua es un lujo
Acción contra el Hambre trabaja en Territorio Palestino Ocupado desde 2002, ayudando a 700.000 mil personas a acceder a agua, saneamiento básico y medios de vida.
“Este cómic –asegura José Pablo- quiere dar a conocer el trabajo de Acción contra el Hambre relacionado con la seguridad alimentaria, como las infraestructuras que se están creando para paliar la falta de agua que hay en Gaza. Y también los proyectos para integración de la mujer en la sociedad”.
“Hay gente –continúa José Pablo- que gasta la tercera parte de su sueldo para poder tener un tanque de agua. Otros tienen que viajar varios kilómetros, cada día, para conseguirla, porque el agua que tienen cerca está contaminada debido a las malas condiciones del acuífero, a la guerra que hubo hace dos años, a la obsolescencia de sus plantas depuradoras, que a su vez dependen de generadores eléctricos debido a los cortes de luz... Les faltan una serie de cosas totalmente imprescindibles. Además, una gran parte de la población depende de la agricultura y el agua que reciben está salinizada”.
“Otra gran parte de la población –añade el dibujante- son pescadores y sólo les dejan pescar hasta diez kilómetros de la costa, cuando esas aguas están contaminadas y los bancos de peces se encuentran a veinte kilómetros”.
"La gente que menos tiene es la que más comparte"
“Hoy en día –nos cuenta José Pablo- las condiciones de vida en la franja de Gaza son muy duras. Hace unos años podían sobrevivir porque había varios túneles, a lo largo de toda la frontera, por donde podían pasar animales, alimentos, maquinaria.., pero Egipto inundó casi todos y el resto fueron cerrados por Israel. Por eso la dependencia de Gaza con Israel es cada día mayor”.
José Pablo también critica el papel de los medios de comunicación: “Normalmente las noticias solo reflejan lo excepcional, como los atentados y parece que es lo único que pasa allí. Creo que los medios deberían mostrarnos un poco más el día a día de los palestinos. Es lo que yo he intentado demostrar; que, aparte del conflicto, los palestinos intentan vivir su vida con dignidad. Tienen sus proyectos e intentan ser felices. Porque la gran mayoría son personas normales, con las mismas inquietudes que nosotros”.
Gente que, además, es muy generosa: “La gente que menos tiene es la que más comparte –nos cuenta José Pablo- . Los beduinos, por ejemplo, viven en la miseria más absoluta, pero lo poco que tienen te lo ofrecen. Aunque nosotros los visitamos en Ramadán y no podían ni darnos un té, porque estaban ayunando. Pero son muy generosos y hospitalarios y sonríen muchísimo, porque incluso en un ambiente tan crispado y tan raro afrontan todas sus dificultades con esperanza y ganas de vivir. Al menos eso es lo que me transmitían".
“Hay mucha gente sin casa”
La última ofensiva israelí (2014) causó graves daños. De las 17.800 casas completamente destruidas, solo se han reconstruido un 31 %. El bloqueo impide la entrada de los materiales de construcción necesarios. También impide el desarrollo económico de la zona que tiene una de las tasas de paro más altas del mundo (hasta el 60% entre los jóvenes).
Esa es una de las cosas que más impresionó a José Pablo: “Lo que más me afectó fue atravesar los barrios de Gaza que más sufrieron los efectos de la guerra y que están completamente destruidos. Es completamente descorazonador. Hay muchísima gente que perdió su casa y vive debajo de lonas en descampados, y en condiciones infrahumanas. Eso es lo que me dejó más tocado”.
La situación de las mujeres también es muy dura –asegura Pablo-. No trabajan fuera de casa, y las ONGs están creando cooperativas para poder integrarlas en la sociedad, que se sientan útiles y que puedan tener independencia económica, algo que no es muy común allí”.
Un lugar en el que una oveja puede ser un auténtico regalo. “Las ONGs –asegura José Pablo- dan a las familias una oveja preñada, de forma que tienen leche para toda la familia y pueden vender la cría a las cooperativas cuando nace. También les enseñan a fabricar un pienso muy barato pero que alimenta bien al ganado, la forma de que las ovejas tengan más crías, hay cursos de formación… hacen un trabajo fundamental”.
“El cómic puede ser una gran herramienta divulgativa”
En estos últimos años ha habido grandes cómics que han tratado temas sociales como la inmigración, el drama de los refugiados… “El cómic es una herramienta divulgativa y de concienciación muy directa –asegura José Pablo- porque puede reflejar de una forma sencilla y asequible temas tan complejos como este. Por lo menos es lo que yo he intentado”.
En cuanto a su forma de trabajar, José Pablo nos cuenta que: “Durante el viaje hicimos como 3.000 fotos y tomé un montón de notas. He aprendido todo lo que podido sobre este conflicto para intentar transmitirlo a los demás de la forma más clara posible. Y desde Acción Contra el Hambre me han asesorado para que no metiese la pata en los temas más complicados”.
“Ha sido una experiencia que me ha cambiado, me ha hecho tomar más conciencia del mundo en que vivimos. Repetiría sin dudarlo” –confiesa José Pablo-.
Este es el cuarto cómic de José Pablo García tras Órbita 76 (dib>buks, 2013), Las aventuras de Joselito (Reino de Cordelia, 2015) y La guerra civil española (Debate, 2016), una adaptación del clásico de Paul Preston. En cuanto a su próximo proyecto, nos avanza que: “Ahora estoy adaptado otra obra de Paul Preston de la que todavía no puedo avanzar el título, pero saldrá para abril".