Las mejores musas para Goya
- Emma Suárez, Carmen Machi, Bárbara Lennie y Penélope Cruz, candidatas
- Suárez repite en reparto junto a Candela Peña y Terele Pávez
- Sigourney Waver es la presencia internacional en las nominadas de reparto
Pocas filmografías pueden presumir de tener entre sus nominadas a la reina de España, a una teniente que sigue persiguiendo monstruos, a una madre que se desdobla en dos personajes, a una treintañera peleada con el mundo, a esas madre e hija prostitutas y a una esposa que solo echa 'kikis' cuando su pareja llora...
Así se puede resumir, a grandes rasgos, el panorama femenino interpretativo de este año, en el que nuestras actrices han sido el lienzo perfecto sobre el que pintar personajes llenos de fuerza.
Las reinas de los Goya
Nuestras cuatro protagonistas llegan a la gala con los deberes bien hechos. Todas saben lo que es un Goya. Todas saben lo que cuesta tenerlo entre los brazos. Todas han escrito a base de gestos, miradas y papeles inolvidables parte de la historia de nuestro cine.
Penélope Cruz, nominada por La reina de España, reina en una categoría a la que llega con tres Premios de la Academia de Cine en su estantería, y lo hace por esa Macarena Granada de la que muchos han hablado y muy pocos, por desgracia, han visto. Un personaje donde la actriz se reencuentra con ese cine del que nunca se ha marchado del todo y en el que cada cierto tiempo nos regala otra muestra de su talento.
Veinte años han pasado desde que Emma Suárez (Julieta) ganó su único Goya. Fue a las órdenes de Pilar Miró con El Perro del Hortelano. Dos décadas en las que no ha parado de trabajar y que ahora culmina con dos nominaciones, como mejor actriz de reparto y como mejor actriz protagonista. Es en esta última categoría, la de esa Julieta, donde se ha dejado moldear por Almodóvar en la que es su primera colaboración con el manchego.
Carmen Machi (La puerta abierta) puede presumir de ser una de las pocas elegidas que ha conseguido que la Academia premie a la risa. Así lo hizo cuando reconoció su trabajo en Ocho apellidos vascos. Ahora demuestra que aunque la fama le ha llegado a carcajadas, las lágrimas también forman parte de su ADN interpretativo. Sobrecogedor su personaje en La puerta abierta.
El de Bárbara Lennie es justo el viaje contrario al de Machi. Curtida en dramas y personajes inquietantes -ahí está esa Magical Girl que la convirtió en la más premiada de 2014-, ahora demuestra que también vale para la comedia. Lleva años reivindicando que no es tan 'rarita' como los personajes que le ofrecen y en María (y los demás) posa su mirada ácida a un mundo que se desmorona a su alrededor sin que ella haga nada por evitarlo.
El tamaño no importa
Ni la extensión del papel, ni el número de planos, ni la presencia de sus personajes en la trama han sido impedimento para que ellas sean las elegidas. No hablaré de actrices 'secundarias', un término con el que nunca he estado de acuerdo. Me conformo con lo de 'mejor interpretación femenina de reparto', aunque tampoco me convenza del todo. El caso es que en esta edición todas llegan a esta categoría después de haber demostrado a lo largo de su carrera que ellas solitas pueden sacar adelante una historia.
Candela Peña vuelve a la carga y lo hace a por su cuarto cabezón. Una nominación que le llega por esa película repleta de parafilias sexuales que ha destapado que a los espectadores españoles les gusta el sexo, y mucho. Kiki, el amor se hace es uno de los éxitos del año a base de romper tabúes y de llamar a los cosas por su nombre. Peña ha demostrado durante toda su carrera que el miedo no entra en su filmografía y hace el más difícil todavía en las manos de Paco León.
Ya lo decíamos al principio, Emma Suárez puede salir de la gala escoltada por dos Goya. Si Julieta no le da la alegría, tiene esta otra carta en la manga: su personaje en La próxima piel, uno de los personajes más sobrecogedores del año y uno de los títulos más olvidados en la carrera por los premios. Emma consiguió en el Festival de Málaga el premio a la mejor actriz por esta película. Quizás el 4 de febrero su interpretación le dé otra alegría.
Hablar de Terele Pávez es hablar de la interpretación con MAYÚSCULAS. De esa fuerza de la naturaleza con voz rasgada, presencia imponente y una mirada con la que lo dice todo. Ave Fénix del cine y de la vida, la más veterana de las nominadas vive una segunda juventud con proyectos como el de La puerta abierta, de Marina Seresesky. Nadie en este país y probablemente en el planeta puede interpretar a esa prostituta retirada que siempre soñó con ser como Sarita Montiel.
Y dejamos para el final a la única novata en esto de los Goya. A una actriz que renovó el género de la ciencia ficción con esa heroína azote de los alien, a esa intérprete que se alió con un puñado de cazafantasmas, a esa Sigourney Weaver que nunca ha tenido que sacar sus 'Armas de mujer' para demostrar que el cine de las últimas décadas no hubiera sido el mismo sin ella. Weaver llega a los premios con el papel de esa abuela de Un monstruo viene a verme que no podrá evitar que la realidad sea mucho más monstruosa que los miedos de nuestra imaginación. Ella es el mejor ejemplo de que nuestro cine no tiene complejos y no entiende de barreras. A la llamada de las buenas historias acuden los mejores.
Y así a grandes rasgos esta es la radiografía de un año interpretativo en clave femenina. Yo, por pedir, pido un deseo: presenciar un encuentro entre Terele y Sigourney... ¿O no tiene que ser mítico ver a La Celestina y a la Teniente Ripley brindando por un año de película?