La multiculturalidad enriquece la pasarela y dibuja una nueva tendencia

Carrusel de Dries Van Noten.

Desde su creación en 1988 la casa Martin Margiela ha trabajado un estilo novedoso marcado por tres acciones: deconstruir, reinventar y redefinir. Tres verbos que John Galliano, creativo de la firma desde 2014, sabe conjugar muy bien.

Ahora, con la colección masculina, intenta dar un salto y jugar en la primera división aunque nuevos valores como Demna Gvasalia, al frente de Balenciaga, o Jonathan Anderson, al frente de Loewe, se lo ponen difícil.

Propuestas de Martin Margiela. EFE noticias

Insiste, sin embargo, en fusionar géneros, estilos y décadas pero rebajando la intensidad de las prendas, que en algunos casos son de una sencillez aplastante. El abrigo es la prenda estrella y se presenta en distintas versiones, con diferentes acabados, colores y patrones.

Vemos guiños, suaves, al arte povera, y los pantalones suben y bajan dejando el calzado a la vista de todos u ocultándolo. La carta de colores es apagada y desprende cierto aroma retro que se enmarca entre los setenta y ochenta.

Colección de Junya Watanabe. AFP noticias

La mezcla de culturas siempre ha apasionado a los diseñadores porque es enriquecedora y da buenos frutos. París es un potente imán que atrae a todo tipo de gente y la moda, consciente del imporantante papel que juegan los inmigrantes, ha llegado incluso a dedicarles una exposición: 'Fashion Mix'.

La calle se llena cada día con distintos colores y en ella conviven distintos acentos. Y la pasarela es su espejo. Sobre ella vemos guiños constantes a la estética oriental, a las culturas africanas, a la indumentaria de los países próximos al Círculo Polar Ártico o a la riqueza de los pueblos de América Latina. A veces de forma evidente y otras veces de una manera más sutil.

Diseño de Junya Watanabe. AFP noticias

Junya Watanabe se alía con The North Face para lanzar una colección muy invernal en la que las prendas de abrigo son las protagonistas. El talento y la creatividad del japonés se une a la tecnología que la firma de ropa de montaña controla tan bien para crear piezas que combinan la sastrería tradicional con elementos descaradamente deportivos.

Diseños de Yohji Yamamoto. AFP noticias

Dries Van Noten es una de las voces más autorizadas de la moda internacional y una de las agujas más respetadas. Es un enemigo declarado del postureo de las alfombras rojas y centra su trabajo en una continua labor de experimentación para reinventarse y evolucionar de forma pausada. Sus colecciones no caducan cada seis meses y sus prendas tienen un recorrido muy largo.

Para el próximo invierno pega un giro descarado hacia el mundo deportivo, con prendas de abrigo acolchadas y otras de textura brillante. No faltan las sudaderas clásicas en tonos grises que llevan mensajes, y otro guiño al deporte es la mezcla de colores azul y rojo. Más interesante son las combinaciones de beige y rojo, en prendas de acabado brillante o mate.

Diseño de Dries Van Noten. AFP noticias

Destacan los abrigos y cazadoras en gris y azul marino con ricos bordados en rojo intenso, piezas especiales para un hombre que busca la diferencia y la calidad. Las camisas llaman la atención por las originales botonaduras y las cintas estrechas que rodean el cuerpo sin apretar.

Los jerséis de punto, otro de los protagonistas de la colección, se hacen a mano y se llevan en tamaño grande, con largas mangas y el bajo tapando los bolsillos del pantalón. La mayoría tienen un efecto patchwork, con osadas mezclas de lanas y colores.

Diseños de Yohji Yamamoto. AFP noticias

Y de un maestro a otro. Yohji Yamamoto es uno de los nombres clave de la moda y un revolucionario. Su destreza con la tijera es asombrosa y maneja con soltura y descaro los códigos de la sastrería tradicional para lograr prendas deconstruidas de patrón rebelde.

La silueta busca la verticalidad y en esta colección apuesta por el clásico chaleco del frac pero lo presenta actualizado, urbano, combinado con pantalones de caja ancha y abrigos sueltos.

Las camisas llevan originales cuellos, altos y elegantes, con las puntas tan largas que parecen bigotes.