Las recetas económicas de Donald Trump y el equipo elegido para llevarlas a cabo
- Trump ha prometido generar 25 millones de puestos de trabajo en 10 años
- Para ello pretende lograr un crecimiento económico del 3,5%
- Propone bajar impuestos, aumentar la inversión y redefinir el comercio exterior
"Vamos a ser el mayor productor de empleo que Dios ha creado nunca", dijo Donald Trump hace unos días en su primera rueda de prensa desde que fuera elegido presidente de Estados Unidos. Precisamente el empleo es la piedra angular sobre la que se articula toda su política económica de corte nacionalista y proteccionista.
Aunque la Reserva Federal de EE.UU. (Fed) ya ha avisado de los riesgos de aumento de la inflación y, por ende, de subida de tipos con estas políticas, Trump propone contentar a sus votantes generando 25 millones de puestos de trabajo en los próximos 10 años. Un reto que, según explicó el presidente ante el Club Económico de Nueva York el pasado septiembre, ha de resolverse logrando un crecimiento económico medio de al menos el 3,5%, para lo cual propone "bajar los impuestos, eliminar las regulaciones destructivas, desenterrar el gran tesoro de la energía americana y negociar acuerdos comerciales que pongan a América primero".
Inversión
- Un billón de dólares en infraestructuras. Durante la campaña, Trump se ha referido en varias ocasiones a su plan de inversión de un billón de dólares en obras públicas para incentivar la creación de empleo. Según su programa, las principales inversiones se centrarán en "transporte, depuración de agua, una moderna y fiable red eléctrica, telecomunicaciones, infraestructuras de seguridad y otras necesidades apremiantes de las infraestructuras de EE.UU.".
- Renovación e inversión en defensa. Según su programa, Trump propone elevar los 490.000 soldados en activo registrados en el último Informe de la Fuerza Militar hasta 540.000, añadir 36 batallones y 350 barcos a la Marina, comprar 1.200 aviones e invertir en ciberseguridad y un sistema "serio" de misiles para "hacer frente a la amenaza creciente de Irán y Corea del Norte".
Fiscalidad
- Reducción de tramos impositivos (IRPF). Donald Trump pretende reducir los tramos impositivos que indican cuánto se ha de pagar en la declaración de la renta de los siete que hay actualmente a solo tres (12%, 25% y 33%). Además, propone eliminar el Impuesto de Sucesiones y el tributo sobre la renta para personas con bajos ingresos.
- Reducción del Impuesto de Sociedades. Del mismo modo, el presidente de EE.UU. ha propuesto la reducción del tributo equivalente al impuesto español que grava la renta de las sociedades y demás entidades jurídicas. Trump propone disminuirlo del actual 35% al 15% con el objetivo de hacer más atractiva la tributación en EE.UU. a las empresas y evitar que se marchen.
- Repatriación del dinero en paraísos fiscales. Empresas estadounidenses que han llevado su producción a otros países también se han llevado consigo la tributación de una parte del dinero que producen. Por eso, otra de las propuestas de Trump es recuperar el dinero en el extranjero mediante un pago único de repatriación del 10%. El equipo del republicano calcula que con esta medida podrían volver al país más de 2,5 billones de dólares.
Banca
- Eliminación de la Ley Dodd-Frank. Trump propone eliminar de un plumazo la Ley Dodd-Frank de reforma financiera y protección de los consumidores promulgada por Obama en julio de 2010 como respuesta a la peor crisis financiera desde la gran depresión. En su lugar, Trump ha propuesto en campaña recuperar y modernizar la Ley Glass-Steagall o Banking Act, una ley de reformas bancarias para controlar la especulación que se instauró en EE.UU. durante el gobierno de Franklin D. Roosevelt después de la Gran Depresión y cuya medida estrella era la separación de la banca de depósito y la banca de inversión.
Política social
- Baja de maternidad pagada de seis semanas. Además de implementar deducciones por el cuidado de los hijos e incentivar a las empresas a ofrecer espacios de guardería para sus trabajadores, Trump propone una baja por maternidad de seis semanas a cuenta del seguro de desempleo que solo se aplicará cuando esta no esté cubierta por la empresa.
- Salario mínimo. No está clara cuál es la postura de Trump acerca del salario mínimo federal, que actualmente se encuentra en 7,25 dólares la hora. El presidente se ha mostrado tanto dispuesto a mantenerlo tal cual está como a "subirlo de alguna manera", pero no ha especificado ni el modo ni la cuantía.
- Eliminación de Obamacare. El Senado ya ha dado los primeros pasos para la derogación de la Ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Asequible puesta en marcha por Obama. El presidente la ha criticado duramente y propone sustituirla por un sistema de Cuentas de Ahorro de Salud (HSA).
Comercio
- Renegociación del NAFTA. Durante su campaña, Donald Trump se ha mostrado contrario a los principales acuerdos comerciales firmados por EE.UU. haciendo especial hincapié en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA) entre EE.UU., Canadá y México. "Vamos a renegociarlo por completo", explicó Trump en Nueva York. "Si no es beneficioso para nosotros, lo eliminaremos hasta que firmemos un acuerdo nuevo y más productivo", sentenció.
- Retirada del TPP o Acuerdo del Pacífico. Del mismo modo, Trump anunció en Nueva York la retirada de EE.UU. del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP), un pacto multilateral en el que están implicados Chile, Perú, México, Malasia, Australia o Japón, pero no China. El TPP, por sus siglas en inglés, fue firmado por Obama en octubre de 2015. Sin embargo, todavía no ha llegado al Congreso para su ratificación.
- Congelación del TTIP con la UE. En cuanto al Acuerdo Transatlántico para el Comercio y la Inversión (TTIP) entre EE.UU. y la Unión Europea que aún se encuentra en negociación, las autoridades comunitarias han dado por muerto el trabajo que comenzó en 2013. Por su parte, Trump calificó el acuerdo de "demencial" en una entrevista exclusiva con la revista Breitbart en noviembre de 2015.
- Señalar a China como "manipulador de divisas". Trump ha prometido que aplicará aranceles sobre cualquier país que devalúe su divisa para conseguir una ventaja sobre EE.UU. En este sentido, el presidente declaró en Nueva York que ordenaría a su secretario del Tesoro incluir a China en esta lista, lo que en la práctica llevará a un plazo de un año para negociar una solución a su denuncia y, en caso de no encontrarla, permitiría al país norteamericano tomar acciones menores contra el gigante asiático. Además, en su programa político promete llevar a China ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) por este motivo.
- Aranceles a sectores estratégicos. Para apuntalar su plan más allá de la renegociación de tratados y las ventajas fiscales, Trump ha propuesto imponer aranceles a empresas estadounidenses que fabriquen fuera del país. De este modo, propone gravar las importaciones desde México con un 35% y las procedentes de China con un 45%. Además, ha asegurado que eliminará las ventajas de México con el IVA. Dentro de su estrategia para generar empleo, Trump ha emprendido una cruzada contra el sector del automóvil. La industria que puso a EE.UU. como punta de lanza de la producción industrial en serie ha ido trasladando poco a poco sus fábricas a países con salarios más bajos y mejores condiciones fiscales. Sin embargo, estas amenazas reiteradas por el presidente en las redes sociales han llevado a empresas como Ford o Toyota a replantearse sus inversiones para abrir nuevas plantas en México.
Energía
- Desenterrar 50 billones de dólares de petróleo, gas natural y carbón. Otra de las herramientas para la generación de empleo del presidente es la energía, para provocar una "revolución" que genere una "vasta riqueza". En este sentido, Trump propone incentivar el uso del gas natural como energía más limpia, reducir los precios de los combustibles y rescindir acciones ejecutivas de Obama como el Plan de Plantas Limpias o, según afirman fuentes de su equipo citadas por Reuters, la salida de EE.UU. del Acuerdo de París.
- Independencia de la OPEP. Del mismo modo, el programa de Trump declara la "independencia energética de EE.UU" y advierte que no importará energía ni de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) ni de ningún otra nación "hostil" a los intereses del país.
Sucesión en la reserva federal
Para acomodarse a estas medidas, la Reserva Federal de EE.UU. ya avisó el pasado diciembre de la necesidad de acelerar su estrategia de subida gradual de los tipos de interés, algo que, según la Fed, podría elevar la inflación.
Su actual directora, Janet Yellen, que fue nombrada por Obama, defiende la independencia del banco central y ya se ha mostrado en contra de estos cambios. Sin embargo, aunque la Fed actúa con independencia del Gobierno y Yellen ha anunciado que no se retirará hasta que expire su mandato, en febrero de 2018, el futuro secretario del Tesoro, Steve Mnuchin, se ha marcado como prioridad fijar la ruta para la sucesión en la institución.
Mnuchin apuesta por elegir a dos candidatos para ocupar los dos asientos que actualmente hay vacantes en la directiva para, después, elevar a alguno de ellos hasta una vicepresidencia de supervisión. Esto, unido a la salida de Yellen y su número dos, Stanley Fischer, en 2018, generaría cuatro asientos favorables a Trump de aquí a poco más de un año.