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El cine afroamericano vuelve a los Oscar tras los #OscarsSoWhite de 2015 y 2016

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De izquierda a derecha, los actores mahershala Ali, Denzel Washington y la actriz Octavia Spencer
De izquierda a derecha, los actores mahershala Ali, Denzel Washington y la actriz Octavia Spencer

Después de #OscarsSoWhite en 2015 y #OscarsStillSoWhite en 2016, parece que la Academia de Hollywood vuelve a mostrar interés por la diversidad en sus nominaciones para los Oscar de 2017.

Entre ellos, seis nominados afroamericanos en las cuatro categorías interpretativas, uno en la de mejor director y tres cintas cuyas temáticas giran en torno a la discriminación racial que optan a mejor película.

Parece que algo está cambiando. Y es que después de las protestas y boicots por lo acontecido en 2015 y 2016, a principios de 2016 la Academia estadounidense aprobó medidas con el objetivo de incrementar la diversidad de sus miembros, doblando en 2020 el número de mujeres y miembros de minorías étnicas.

No en vano, en junio de 2016 se anunció la inclusión de 683 nuevos integrantes, de los cuales un 46% fueron mujeres y un 41% personas de color. Una notable diferencia respecto al dato que ofrecía en 2012 el diario Los Angeles Times, que afirmaba que el 93% de los miembros de la Academia eran de raza blanca, el 73% varones, y con una media de edad de 63 años.

Pese a que el conflicto racial sigue muy vigente en EE.UU., reavivado tras la elección de Donald Trump como presidente del país, lo cierto es que en 2016 el cine refleja un avance que ya se venía percibiendo en la industria en los últimos años. Selma (2014), 12 años de esclavitud (2013) o El mayordomo (2013), son solo algunos ejemplos recientes de películas cuya trama está relacionada en gran medida con la discriminación racial.

Un hito para el cine afroamericano

Ya lo dijo en el mes de noviembre la Asociación de Críticos Cinematográficos Afroamericanos (AAFCA). 2016 ha sido el mejor año para el cine afroamericano. En un comunicado emitido por la asociación, su cofundador Shawn Edwards afirmaba que había sido "el año de los negros en la industria, ya que los cineastas han dado vida a algunas de las historias y personajes más fascinantes con perspectivas narrativas valientes". El presidente y cofundador, Gil Robertson, añadía su esperanza de que ocurra lo mismo con las comunidades asiática, latina, nativa y LGTB, y predecía que "las próximas nominaciones van poner fin este año al #OscarsSoWhite".

Y acertó. Para empezar, porque tres de esas cintas relacionadas con la comunidad negra aspiran al premio a mejor película del año, algo inédito hasta el momento. Moonlight (8 nominaciones), Fences (4) y Figuras Ocultas (3), competirán con La La Land (14 nominaciones), Manchester frente al mar (6), Lion (6), Hasta el último hombre (6) y Comanchería (4).

También inédita es la presencia de tres candidatas afroamericanas en una misma categoría. Es el caso de Viola Davis, Naomie Harris y Octavia Spencer, que compiten por el premio a mejor actriz de reparto por sus papeles en Fences, Moonlight y Figuras Ocultas, respectivamente.

Denzel Washington, el actor afroamericano con más nominaciones a los Oscar (cinco como mejor actor y dos como actor de reparto), vuelve a competir este año en la categoría de mejor actor por su interpretación de Troy Maxson, el protagonista de Fences. Por su parte, Ruth Negga opta al galardón a mejor interpretación femenina por su papel como Mildred en la película Loving. Pese a su pasaporte irlandés, Negga se convierte en la primera actriz africana de color en conseguir una nominación a los Oscar.

Las nominaciones individuales de artistas afroamericanos las completan Mahershala Ali, aspirante a mejor actor de reparto por Moonlight, y el director de la misma cinta, Barry Jenkins.

Enmienda por 2015 y 2016 'en blanco'

Desde que Lupita Nyong'o ganase el galardón a mejor actriz por 12 años de esclavitud en 2014, los Oscar habían sido blancos. La inclusión de artistas afroamericanos entre las nominaciones de esta edición número 89 de los Oscar, bien puede interpretarse como una respuesta a las críticas recibidas por la ausencia absoluta de diversidad racial en 2015 y 2016. Y, probablemente, no por falta de méritos.

La interpretación que David Oyelowo hizo de Martin Luther King en la película Selma (2014), le valió una nominación a los Globos de Oro de 2015 como mejor actor. Pero la Academia de Hollywood se olvidó de él para los Oscar de ese año.

En todo caso, más sangrante fue la ausencia de afroamericanos en 2016. Ese año, Michael B. Jordan (Creed. La leyenda de Rocky), Will Smith (La verdad duele), Samuel L. Jackson (Los odiosos ocho) o Idris Elba (Beasts of No Nation) podrían perfectamente haber entrado entre los candidatos. De hecho, este último, sí fue nominado en los premios BAFTA, en los del Sindicato de Actores de EE.UU. (SAG) y en los Globos de Oro.

También en aquella edición se quedaron fuera otros artistas de las llamadas "minorías", como el puertorriqueño Benicio Del Toro (Sicario) y las actrices transgénero Kitana Kiki Rodriguez y Mya Taylor, ambas por Tangerine. Y fue especialmente llamativo que uno de los grandes éxitos comerciales del año en EE.UU., Straight Outta Compton, sobre la formación del grupo de rap NWA, quedase fuera de categorías como mejor película o actor de reparto. De hecho, la cinta solo tuvo una nominación, la de mejor guión, para Jonathan Herman y Andrea Berloff, ambos de raza blanca. Casualidad... o no.