Una jueza de EE.UU. bloquea parte del veto de Trump a ciudadanos de siete países musulmanes
- Quienes han llegado ya a los aeropuertos de EE.UU. no podrán ser deportados
- El veto de Trump afecta a Siria, Irak, Irán, Yemen, Libia, Sudán y Somalia
- El presidente defiende su medida en Twitter ante el "lío terrible" que hay en Europa
Una jueza federal de Estados Unidos ha bloqueado este sábado parte del polémico veto de entrada a ciudadanos de siete países de mayoría musulmana impuesto por el presidente del país, Donald Trump.
La jueza Ann M. Donnelly, del Tribunal del Distrito Federal de Brooklyn (Nueva York), ha dictado que los afectados por la medida que ya han llegado a aeropuertos estadounidenses no pueden ser deportadosOtros tres jueces en Massachusetts, Virginia y el estado de Washington han seguido su ejemplo.
En una vista de emergencia, Donnelly ha respondido a una demanda interpuesta por la Unión para las Libertades Civiles en América (ACLU) contra la orden ejecutiva firmada por Trump este viernes.
Un centenar de detenidos en aeropuertos estadounidenses
La ACLU, una de las organizaciones defensoras de los derechos civiles más importantes del país, puso la demanda después de que dos ciudadanos iraquíes con visados especiales para entrar en EE.UU. fueran retenidos en el aeropuerto JFK.
Según ACLU, entre 100 y 200 personas han sido detenidas a su llegada a aeropuertos de EE.UU. desde que Trump firmara la orden este viernes, una semana después de su investidura, si bien el Gobierno no ha confirmado esas cifras.
La jueza ha concluído que aplicar el mandato del presidente con el envío de esas personas a su países podría causar un "daño irreparable", han informado los medios locales.
Con todo, Donnelly no ha declarado que los afectados puedan permanecer en el país ni se ha pronunciado sobre la constitucionalidad de la medida y ha fijado una audiencia para el 21 de febrero para volver a abordar el caso.
En Boston, la jueza de distrito Allison Burroughs emitió una orden este domingo para liberar a dos iraníes, profesores en la Universidad de Massachusetts, detenidos en el aeropuerto internacional Logan. La orden, que dura siete días, parece ir más allá que la de Donnelly ya que prohíbe, además, detener a refugiados con estatus concedido, así como a titulares de visado o residentes en EE.UU. de los países afectados por la medida de Trump.
El presidente, lejos de suavizar su postura tras las críticas, la ha defendido este domingo a través de Twitter. "Nuestro país necesita fronteras sólidas y un escrutinio extremo, AHORA. Miren lo que está sucediendo en toda Europa y, ciertamente, en el mundo - ¡un lío terrible!", ha afirmadoTrump en un escueto mensaje publicado en su cuenta personal.
Caos e indignación en medio mundo
El decreto ley de Trump suspende tanto la entrada de todos los refugiados durante 120 días como la concesión durante 90 días de visados a ciudadanos de siete países de mayoría musulmana con historial terrorista -Libia, Sudán, Somalia, Siria, Irak, Yemen e Irán- hasta que se establezcan nuevos mecanismos de escrutinio. Una orden ejecutiva, según el presidente, destinada a luchar contra el terrorismo yihadista.
Ese veto provisional ha provocado este sábado el caos y la indignación en medio mundo, mientras numerosos viajeros han visto bloqueado ya su acceso a territorio estadounidense y se han producido protestas en el aeropuerto neoyorquino JFK y en otros puntos de EEUU.
Sin embargo, Donald Trump ha asegurado que su Gobierno está "completamente preparado" para aplicar la medida, que afecta a más de cien millones de personas en el mundo.
"Está funcionando muy bien. Se ve en los aeropuertos, se ve en todos sitios", ha insistido el magnate neoyorquino.
¡¡¡¡¡¡Victoria!!!!!!", ha tuiteado la Unión estadounidense de Libertades Civiles (ACLU) tras conocer la decisión de la magistrada.