Moda con mensaje que derriba barreras
- Josep Abril invita a la reflexión y lanza un mensaje integrador
- Miriam Ponsa mezcla culturas en busca de un futuro mejor
- Custo Barcelona hace desfiles en Barcelona, Nueva York y Madrid
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“¿Nervios? No, para nada. Al contrario. Estoy muy contento, mucho”, dice Custodio Dalmau cuando le preguntas por el desfile que hará en Madrid el 19 de febrero. Es la primera vez que forma parte del calendario de MBFWM y será el tercer desfile de la temporada tras presentar colecciones en Barcelona y Nueva York.
“Llevamos 37 años y hemos desfilado en muchas ciudades del mundo. Ya teníamos ganas. Lo hemos pensado muchas veces y creo que ahora es el momento.
En Madrid presentará la colección para la temporada otoño e invierno 2017/18, muy similar a la de Nueva York, pero en Barcelona, sumándose a la corriente See Now, By Now, ha mostrado sus propuestas para la primavera de 2017.
La colección navega entre dos océanos, los rebeldes años 60 y los atractivos años 70. Vemos prendas más experimentales, con círculos que decoran minivestidos y texturas brillantes. Seducen los vestidos de noche, enmarcados en una estética disco, que combinan, con acierto, sensualidad y sofisticación.
La técnica del patchwork se trabaja con esmero para aplicar a todo tipo de prendas y los escotes son generosos, a veces tanto que casi se unen a las aberturas de la falda. Los tejidos metalizados invaden todo tipo de prendas, para ellas y ellos.
La línea masculina es cómoda, fácil de llevar y combinar aunque llaman la atención las camisas transparentes y las bermudas amplias que casi parecen una falda. Todo con ese toque urbano tan característico de la casa.
Las transparencias acentúan ese aire sexi que recorre la colección, en la que vemos divertidos flecos que aportan movimiento a las prendas y un gusto claro por las asimetrías, especialmente en los diseños de fiesta que se aferran al cuerpo, envolviéndolo con tejidos pañuelo o texturas doradas.
Toda la colección, titulada Way More, es un ejercicio de maximalismo, tanto por la riqueza de los tejidos como por el trabajo, a mano, que llevan muchas de las prendas, especialmente con el bordado y las aplicaciones de distintas texturas.
Si la propuesta de Custo Barcelona invita a bailar, al disfrute, la colección de Miriam Ponsa es un canto a la integración de distintos pueblos y culturas. Sus prendas tienen mensaje y nacen con la voluntad de derribar fronteras para vestir un futuro mejor.
La diseñadora viaja por la ruta de los Balcanes para tomar referencias estéticas y dibuja prendas oversized que ocultan el cuerpo y proyectan siluetas generosas. Entre los tejidos destaca el fieltro de lana que se trabaja a mano para moldear formas redondeadas y llaman la atención los detalles de pasamanería, un guiño al folclore de las culturas de la Europa del Este.
Ponsa ha contado con la colaboración de Nunua, un colectivo solidario que lucha por la integración social y la solidaridad. Y no ha sido el único desfile con mensaje. Josep Abril ha presentado un emotivo espectáculo en el que la música y la luz envolvían la colección.
Vemos piezas inventadas, como los abrigos con forma de mono. “Las prendas nacen. Yo las trabajo colocando el tejido sobre el maniquí y busco la forma. Tengo una concepción muy clara del espacio, veo el patrón en plano e imagino como se levanta y crea la forma. Junto el patrón de un pantalón y de una camisa, veo como se juntan y crean una prenda nueva pero sin ser evidente”, cuenta el diseñador.
La colección es muy opaca y va casi toda tintada en azul, negro y tonos no-color. Está pensada para el hombre pero, como vimos sobre la pasarela, las prendas tienen un largo recorrido y encajan bien en el cuerpo de la mujer.
“He experimentado mucho mezclando materiales y tratándolos de maneras diferentes. He cogido un fieltro de lana muy gordo y una poliamida de seda muy ligera, los he juntado y los he trabajado como si fuera un único tejido. Pero no como una doble tela, más bien como coser dos prendas juntas lo que da mucho volumen y texturas muy interesantes”.
Es una propuesta de fuerte carga estética y, como no, con un discurso actual. El final lo han ‘interpretado’ dos modelos que han mostrado dos camisas decoradas cada una con un ojo cerrado. “Esa mirada es una invitación a la reflexión”, cuenta. “Hay que pensar en qué pasaría si en vez de poner fronteras y separarnos todos nos uniéramos”.
Los modelos llevaban una enorme lágrima negra “porque es que estamos para llorar”, dice Abril.