Artur Mas denuncia un "montaje" de la Fiscalía para "hacer daño" a CDC antes del juicio contra él por el 9N
- Vincula la investigación sobre la financiación irregular con el juicio por la consulta
- "Aquí se puede montar una operación antidemocrática e ilegal y no pasa nada"
- Casado: "Quien pone en duda el estado de derecho es quien se lo quiere cargar"
El expresidente catalán y exlíder de CDC Artur Mas ha denunciado un "montaje escandaloso" de la Fiscalía en las detenciones del jueves, que son para "hacer daño" antes del juicio del 9N, que empieza el próximo lunes, y ha puesto la "mano en el fuego" por los excargos convergentes arrestados.
En una entrevista en Catalunya Ràdio, Mas ha criticado así la investigación de la Fiscalía Anticorrupción por la que la Guardia Civil detuvo este jueves, entre otros, al extesorero de Convergència Andreu Viloca, al exteniente de alcalde de Barcelona Antoni Vives y al antiguo responsable de los servicios jurídicos de CDC Francesc Sánchez.
"Esto pasa siempre que hay una gran operación en Cataluña ligada al proceso soberanista", ha señalado Mas, que ha vinculado así esta operación al juicio por la consulta del 9N que se inicia el lunes 6 de febrero.
El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) juzgará la próxima semana al expresidente de la Generalitat Artur Mas y a las exconselleras Joana Ortega e Irene Rigau por desobedecer al Tribunal Constitucional (TC) al mantener la consulta independentista del 9N de 2014.
Víctima de una "guerra sucia"
Mas ha insistido en que la operación de la Guardia Civil es para "hacer daño" a CDC porque este partido y su sucesor, el PDeCAT, son los que dan más miedo" a aquellos que viven del "statu quo del Estado".
El expresidente catalán ha denunciado que han sufrido una "guerra sucia que es ilegal": "Aquí se puede montar una operación antidemocrática e ilegal y no pasa nada", ha subrayado.
El líder del PDeCAT (antes CDC) ha subrayado que él ya tuvo que defenderse de "falsedades y calumnias gravísimas" antes de las elecciones catalanas de 2012, lo mismo que le sucedió a Xavier Trias antes de las municipales con la cuenta en Suiza y que hubo registros en la sede del CDC antes de los últimos comicios catalanes de septiembre de 2015.
"Siempre es lo mismo, la Fiscalía está detrás y con poderes plenipotenciarios", se ha quejado Mas, que ha avanzado que algunos abogados que le asesoran "se están planteado querellarse contra la Fiscalía por su abuso absoluto de poder".
Mas, que hasta el pasado verano era presidente de la extinta CDC, se ha manifestado "plenamente convencido" que se demostrará que no hubo comisiones ilegales en el partido, y ha asegurado que "pone la mano en el fuego y da la cara" por los exdirigentes convergentes detenidos.
Casado: "El desafío independentista es una cortina de humo"
A esta relación entre la operación de la Guardia Civil contra la presunta trama de comisiones del 3% en Convergència y el proceso judicial contra el exlíder de esta formación se ha referido también el vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado, para negarla, y devolver la acusación al partido nacionalista.
"Quien ponga en duda el funcionamiento del estado de derecho en España probablemente es quien se lo quiere cargar", ha acusado en una entrevista en Las mañanas de RNE, y ha afirmado que el desafío independentista es una "cortina de humo para tapar la corrupción sistémica" en Cataluña.
"El independentismo ha logrado encauzar la protesta contra su gobierno en la quimera de la independencia", ha explicado, colocando un "espejo" para que las protestas sociales se confundan en las soberanistas.
"Ya nadie puede decir que España robaba a Cataluña; quien robaba a los ciudadanos era Convergència, por más que cambien el nombre de su partido", ha afirmado.
También ha valorado que el proceso independentista abanderado por la antigua CiU "está acabando con su proyecto político". "Confiamos y esperamos que esta huida hacia delante acabe y que se den cuenta de que se están llevando por delante a Cataluña y están acabando con su proyecto político", ha dicho, señalando como prueba de ello que CDC ha dejado de existir, que Unió ha desaparecido y que el Govern tiene procesado a su expresidente, a su conseller en cap y a dos exconsejeras.