El eterno debate de la moda: ¿Es ropa o es arte?
- La colección de Braint&Beast pasó de la pasarela a una galería de arte
- Cada pieza es única, customizada a mano, son prendas irrepetibles
- Las colecciones de Amtonio Miró, Óscar León y Daniel Rosa se llevan premio
- Terremoto en la moda con la salida de Riccardo Tisci de Givenchy
Se sube el telón del Teatro Nacional de Cataluña y el escenario se ha convertido en una güisquería. Cuando suena la música se abren las puertas y gentes de lo más dispar van llegando y ocupando los oscuros sofás.
La cantante, un artista, un estudiante, un outsider, el demonio, un ángel, la amante, su guardaespaldas, el diseñador… un grupo de los más heterogéneo y artificial. Reina el postureo.
Ángel Vilda, creativo de Brain&Beast, convierte su desfile en una performance. ¿Es arte? El David de Miguel Ángel pixelado, La Gioconda customizada, una frase de Proust estampada… ¿Es arte?
“Cada vez me acerco más lo artístico y menos a la moda”, dice Vilda. “Me interesa la moda como vehículo, no como fin”.
Su objetivo es abrirnos los ojos, desvirtuar la realidad para mostrarla de una forma distinta, hacernos pensar. Cada prenda lleva un mensaje, a veces escrito y otras escondido entre las costuras. ¿Es arte? “¿Qué es ser artista?”, pregunta. “¿Qué significa ser artista hoy si todo el mundo es artista?”.
Él es el anti-artista. Pero es un creador que se inspira en El Mundo de Suzie Wong de Richard Quine y en Le bal de Ettore Scola, en el universo de David Lynch o en Proust. Y por si fuera poco ha viajado a Japón y se ha traído tejidos maravillosos y siluetas de la cultura nipona.
“Los kimonos van bordados y cada pieza se forra de forma independiente, y he hecho pantalones de patrón japonés sin talla, que se los puede poner cualquier persona”. Además, hay vestidos que parecen un jarrón chino inspirados en el qipao, que llevan un estampado toile de jouy. A una beisbolera le ha puesto gigantes mangas japonesas. ¿Es arte?
Vilda desarrolla ‘su obra’ utilizando palabras y colores para debatir sobre realidad y ficción, sobre lo real y lo falso, y hasta se atreve con imitaciones baratas de los carísimos bolsos de Goyard pintados con palabras como Trick y Deny Me.
Cada prenda es única, pintada a mano, irrepetible. Tras el desfile se van directamente a la Hell Gallery para exponerse y ponerse a la venta. ¿Es arte? ¡Es el no va más!
Sensualidad y feminidad se unen en la propuesta de Lebor Gabala que se inspira en Sherezade para crear una colección de líneas fluidas con tejidos suaves y ligeros. Destaca el uso del color, especialmente en los vestidos de fiesta que van desde los coquetos lilas hasta los rojos intensos.
Justicia Ruano, Yerse, Wom&Now, Torras y Daniel Riera completaron el calendario de la cuarta jornada de 080 Barcelona Fashion.